El líder espiritual del grupo Hamas, jeque Ahmed Yasín, murió este lunes por la mañana durante un ataque aéreo de la armada israelí en la ciudad de Gaza, a causa del impacto de un misil disparado por un helicóptero. Yasín, que se desplazaba en silla de ruedas y sufría de ceguera parcial, fue objetivo del misil cuando intentaba subir a un vehículo, después de su visita a la mezquita, según apreciaron testigos oculares. Con él murieron otras siete personas impactadas por misiles. La muerte del guía religioso islámico fue anunciada por los altavoces de la mezquita como la muerte de 'Yasín, el mártir’.

Una muerte anunciada

Luego de uno de los últimos ataques suicidas por parte de palestinos en la ciudad portuaria de Aschdod, en el que murieron diez israelíes, y al ritmo de la incesante espiral de violencia, Israel anunció hace algunas semanas que iba a reforzar sus operaciones, a fin de atrapar y matar a militantes islámicos. El ataque aéreo fue ordenado por el Primer Ministro israelí, Ariel Sharon. El jeque Ahmed Yasín sería responsable directo, según un comunicado de las Fuerzas Armadas de Israel, de decenas de atentados terroristas en los que perecieron gran número de civiles israelíes, miembros de las fuerzas de seguridad y ciudadanos extranjeros. Además, Yasín fue comparado por el ministro israelí Usi Landau con el líder de Al Qaida, Osama Bin Laden, y declaró que "quería lograr tranquilidad" matando a Yasín. El Ministro de Interior israelí, Awraham Poras, por su parte, juzgó el asesinato diciendo que "el daño es mayor que el beneficio, ya que la muerte de Yasín no acabará con Hamas".

Promesas de venganza inmediata

Luego del ataque aéreo a Yasín comenzaban los actos de venganza en Israel, donde un palestino atacó con un hacha a varias personas. En el lugar del ataque, seguidores del jefe espitirual transportaban su cuerpo desfigurado por las calles de Gaza, mientras miles de palestinos lloraban y clamaban venganza. El Primer Ministro palestino, Ahmed Qurie manifestó que "este acto cobarde es una locura y abre las puertas del infierno". El representante de Hamas, Abdel el Rantissi, dijo que, al matar a Yasín, los israelíes "mataron a un símbolo del islamismo". "Es la guerra contra el Islam", sentenció, mientras que tanto Hamas como la brigada El Aksa juraron venganza inmediata. Después de la muerte de Yasín, manifestantes armados desfilaban por las calles de Gaza prometiendo "llevar la muerte a cada casa, a cada ciudad, a cada calle de Israel". Según las severas críticas dadas a conocer por el gobierno palestino, que juzgó muy duramente el ataque a Yassin, se trató de "un acto cobarde y peligroso", ya que considera que el líder era conocido por su moderación, y por la influencia y control que ejercía sobre Hamas.