El ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, anunció además que se construirán nuevos centros de acogida en todas las regiones del país, según informa hoy el rotativo romano "La Repubblica".

En una declaración, el Parlamento subrayó que el estado de emergencia, que otorga a la policía y a las autoridades locales poderes adicionales para detener la llegada de personas, fue extendida a todo el país para combatir la "persistente y excepcional" llegada de ilegales. Según datos oficiales, en el primer semestre de 2008 llegaron a las costas italianas 10.600 sin papeles, el doble que en el mismo periodo del año pasado (5.378).

La última emergencia migratoria en Italia fue declarada en 2002 y extendida anualmente por el entonces gobierno de centroizquierda de Romano Prodi. El gabinete del actual jefe de gobierno, el conservador Silvio Berlusconi, limitó la medida a las regiones sureñas de Calabria, Sicilia y Apulia, porque los centros de acogida parecían en febrero de este año tener capacidad suficiente para alojar a los recién llegados.

Inmigración ilegal, delito penal en Italia

Berlusconi, elegido en abril de este año, declaró como una de las prioridades de su gobierno la lucha contra la inmigración ilegal, que ahora tiene estatus de delito tipificado y sancionado por una ley penal en Italia. Se estima que en el país hay 650.000 inmigrantes ilegales.

Su extensas costas y la proximidad a África hacen de Italia un atractivo punto de entrada hacia Europa para cientos de africanos que todos los veranos realizan peligrosas travesías en botes ligeros.

La medida del Gobierno de Berlusconi, que ganó una elección en abril prometiendo mano dura con la inmigración ilegal a la cual culpa mayormente de los delitos, fue inmediatamente atacada por la oposición.

La oposición de izquierda criticó la ampliación de la emergencia, solicitada por el Ministerio del Interior, calificándola de medida de "Estado policial". El diputado Rocco Buttiglione, presidente de la Unión de los Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), señaló que "Italia no necesita medidas inhumanas y extraordinarias", en declaraciones que hoy reproduce el diario "La Stampa".

Médicos sin Fronteras: cifras como de las de años anteriores

El ministro Maroni, que el martes comparecerá ante el Parlamento en Roma, contraatacó calificando como "la peor política italiana" que la oposición quiera dar la impresión de que se trata de medidas nuevas.

"De esta manera, sólo se aumenta las preocupaciones e inseguridades de la gente, exactamente lo opuesto de lo que se debiera hacer", comentó el político del Partido Democrático Marco Minniti.

El director de la ONG humanitaria Médicos Sin Fronteras Italia dijo por su parte el arribo de inmigrantes a la isla de Lampedusa, en el sur de Italia, aumentó en los primeros siete meses del año un 30 por ciento con respecto al año pasado, pero que las cifras permanecían iguales a las de años anteriores.

Esta semana, Berlusconi obtuvo la aprobación del Parlamento para un nuevo paquete de reformas para frenar el tema de la inmigración ilegal.