Italia dio nacionalidad a bebé terminal de Reino Unido
23 de abril de 2018
Italia otorgó la nacionalidad al bebé británico Alfie Evans, con una enfermedad cerebral degenerativa sin cura, y a quien la justicia de su país pretende desconectar del soporte artificial que le mantiene vivo.
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El Gobierno italiano espera así que "ser ciudadano italiano permita al niño la transferencia inmediata a Italia", según recoge un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El Tribunal Supremo del Reino Unido denegó a los padres de Evans, de 23 meses de edad y tratado actualmente en el hospital Halder Hey de Liverpool (Inglaterra), el derecho a apelar la decisión judicial que estipulaba poner fin al tratamiento que recibe el bebé y acabar así con su vida.
Pese a que los magistrados británicos reconocieron que se trata de un caso "desesperadamente triste" subrayaron asimismo en su escrito judicial que "no hay esperanza" de que Evans "vaya a mejorar nunca". También el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (Francia) rechazó revisar el caso el pasado viernes.
Tratamiento gestionado por el Vaticano
Los padres del niño, Tom Evans, de 21 años, y Kate James, de 20, han expresado en reiteradas ocasiones su deseo de trasladarle a Roma a su hijo con el objetivo de que siga recibiendo tratamiento en el hospital Bambino Gesù, gestionado por el Vaticano y dispuesto a acogerlo.
Este lunes 23 de abril se desplazó al hospital la presidenta de ese hospital pediátrico, Mariella Enoc, para tratar de hablar con las autoridades del centro, algo que finalmente no ha sido posible, según informa la Santa Sede.
El papa Francisco se reunió en privado el pasado miércoles con el padre del niño, Thomas Evans, y abogó posteriormente en la audiencia general por la protección de la vida del bebé.
Ya lo había hecho también el pasado 4 de abril a través de su cuenta de la red social Twitter con un mensaje en el que manifestó su deseo "de todo corazón que se haga todo lo necesario para seguir acompañando compasivamente al pequeño Alfie Evans y que el profundo sufrimiento de sus padres sea escuchado".
La cuestión de Evans fue igualmente tratada en la reunión que mantuvieron el lunes pasado el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional italiano, Angelino Alfano, y su homólogo británico, Boris Johnson, en Luxemburgo.
Alfano transmitió entonces a Johnson el respeto de Italia por "las decisiones tomadas en el marco de la jurisdicción nacional británica" así como su consideración por el sistema nacional de salud del país. Si bien, le recordó también el citado deseo de sus padres de que el niño continué el tratamiento en Roma.
JOV (efe, IlFattoQuotidiano)
Monsanto en India: el algodón de la muerte
En lugar de aportarles más beneficios, a los campesinos indios el algodón transgénico les trae enfermedades y muerte. Un reportaje de la región Vidarbha, en el Estado de Maharashtra.
Imagen: Isabell Zipfel
200.000 suicidios
Una mujer india dio a conocer esta foto de su esposo, que se suicidó en su campo de algodón tomando pesticidas. Desde comienzos del siglo XXI cometieron suicidio más de 200.000 campesinos en ese país, según informan organizaciones no gubernamentales.
Imagen: Isabell Zipfel
Solas en el sembradío
Las mujeres cuyos esposos se suicidan tienen que sacar adelante a sus familias solas. La mayoría de ellas tienen que continuar con el duro trabajo en los campos de algodón. Otras cultivan granos de soja como alternativa. En India el algodón se cultiva en pequeños sembradíos en forma manual, sin maquinarias.
Imagen: Isabell Zipfel
Algodón transgénico
En más del 90 por ciento de los cultivos en India se siembra algodón transgénico BT. El grupo Monsanto colocó genes de la bacteria Bacillus thurinngiensis (BT) para aumentar la resistencia de las plantas contra insectos. Las semillas son caras, pero prometen obtener mayores ganancias y ahorros en pesticidas.
Imagen: Isabell Zipfel
Monsanto domina el mercado
India es un inmenso mercado para Monsanto. El poderoso grupo cultiva allí 12 millones de hectáreas de algodón. Además de las caras semillas BT, también vende el pesticida Roundup, en las cercanías de la ciudad Wardha. Las semillas BT son resistentes al Roundup.
Imagen: Isabell Zipfel
Sin protección contra pesticidas
Las semillas BT desplazaron casi totalmente a las especies autóctonas en la región de Vidarbha, donde también se usa el herbicida Roundup. Aunque los pesticidas son muy tóxicos, los agricultores los aplican sin máscaras de protección. En ningún otro cultivo se usa tanta cantidad de pesticida como en el del algodón.
Imagen: Isabell Zipfel
Poca resistencia a la sequía
El algodón crece en suelos pobres en nutrientes, pero necesita mucha humedad. Algunas variantes del algodón BT no soportan bien la sequía. En Vidarbha no hay regadíos artificiales. La mayoría de los cultivos dependen de las lluvias monzónicas.
Imagen: Isabell Zipfel
Pérdidas para los agricultores
Los agricultores indios deben comprar las semillas BT de Monsanto todos los años. A eso se suman los gastos para combatir las plagas. Si la cosecha es magra, los campesinos se endeudan a menudo para afrontar los costos. Vandana Shiva, ganadora del Premio Nobel Alternativo, dice que esa es la razón por la cual muchos trabajadores del campo se suicidan.
Imagen: Isabell Zipfel
Cosecha escasa
Muchos agricultores de la región de Vidarbha se quejan de los altos costos y los bajos beneficios por cosechas escasas desde que usan las semillas BT de Monsanto. Además, la situación se complica porque faltan sistemas de riego artificiales. Pero hay estudios que también afirman que, en otras regiones de India, los trabajadores mejoraron sus ganancias.
Imagen: Isabell Zipfel
Vivienda y depósito
La viuda de un campesino indio que se quitó la vida guarda parte de la cosecha en su vivienda. Es una de las cerca de diez millones de personas que cultivan allí algodón. Un cuarto de la producción mundial de esa planta proviene de India, que es el segundo mayor productor, después de China y EE. UU.
Imagen: Isabell Zipfel
Sin esperanza
En Waifan y otras aldeas de la región de Vidarbha, la esperanza de los agricultores de que su situación mejorase gracias al cultivo de algodón transgénico no se hizo realidad. Aún se están estudiando los motivos de los suicidios, que algunos investigadores atribuyen al empleo de las semillas BT de Monsanto.