Ni el brasileño Diego Ribas da Cunha, ni el alemán Thomas Hitzlsperger, ni el italiano Luca Toni estarán en la máxima justa futbolística mundial.

Tropezón en la Juve

Diego era la estrella del Werder Bremen, donde militó de 2006 a 2009. El monto de su traspaso del Benfica de Lisboa, hoy parecería irrisorio: seis millones de euros.

En Bremen, el mediocampista mostro un talento tal, que poco a poco fue determinando a su imagen y semejanza el sistema de juego del equipo. En el torneo 2006/2007, Diego puso 14 pases para gol, y anotó 13 tantos él mismo. Cuando Diego no jugaba, Werder volvía a transformarse en un cuadro sin brillo y sin esquema táctico.

El 20 de abril de 2007 parecía sellarse el destino del genial creativo: esa fecha, contra el Alemannia Aachen, anotó un tanto histórico a 63,8 metros de distancia. El obús fue calficado como Gol del Año por la crítica y la afición en Alemania.

Comenzó a rumorarse que el mismo Real Madrid estaba interesado en adquirir el pase de Diego, y al parecer otros cuadros como el Bayern München llegaron a establecer contacto con el padre del futbolista, que también funge como su apoderado.

Al final, tras años de especulaciones, Diego y su progenitor se decidieron en 2009 por un equipo de renombre, el Juventus de Turín, como escalafón hacia las máximas alturas del fútbol internacional. El puesto en la selección verdeamarelha parecía seguro e incuestionable.

Pero la Juve tuvo este año una temporada lamentable. Para Diego también lo fue, con apenas cinco goles en 26 encuentros. Se habla de que el cuadro italiano quiere venderlo, quizá al Sevilla o al Atlético de Madrid. Y lo peor de todo, el mediocampista perdió su sitio en su selección, de modo que verá el Mundial como un espectador más. El salto de la Bundesliga a la Serie A de Italia fue simplemente desastroso para el brasileño.

Tragedia romana: acto 1

Otro que parecía seguro en su selección, la alemana, era el medio de contención Thomas Hitzlsperger. Éste pensaba que su equipo, el VfB Stuttgart, le quedaba chico tras haber ganado el campeonato 2006/2007 y luego perderse en la incertidumbre dos torneos más tarde.

Por ello, el futbolista germano decidió probar suerte en el Lazio de Roma durante la segunda parte del torneo que apenas terminó. Las cifras son igual de elocuentes: tan sólo cuatro partidos disputados, y ningún gol.

Mientras, en Alemania comenzaban a descollar jóvenes como Simon Rolfes, de Leverkusen, o Piotr Trochowski, de Hamburgo. Incluso, la selección alemana contaba ya con Heiko Westermann como comodín entre defensa y medio de contención. En medio del calor italiano, Hitzlsperger había dejado de ser indispensable.

Esto se confirmó con la convocatoria a la preselección alemana, en la cual no figura el férreo mediocampista ex de Stuttgart. La aventura italiana aún no termina para él, pero es un hecho que le ha costado demasiado.

Tragedia romana: acto 2

En la primera parte del torneo, Luca Toni fue un constante factor de inestabilidad para el entrante técnico, Louis van Gaal. Por sus constantes quejas, su bajo desempeño y una lesión, el goleador, campeón mundial con Italia en Alemania 2006, fue castigado severamente, e incluso condenado a jugar con las reservas del Bayern München.

Todo ello fue registrado puntualmente por la prensa italiana. Y también por el AS Roma, que lo acogió en una situación en la que parecía que todos ganaban: el Bayern recobraba tranquilidad, el Roma un goleador, y éste, una oportunidad para pelear por un sitio en la squadra azzurra.

Toni fue recibido con un auténtico festival. Se le veía feliz, y en sus primeros partidos parecía renacer como goleador. Pero con el tiempo se ha ido tensando la relación entre el ariete y Francesco Totti, Il capitano, jugador que para la afición romana tiene estatus de semidiós.

Los cinco goles conseguidos por Toni en la segunda parte del torneo no impresionaron a nadie, y mucho menos al técnico Marcello Lippi, que no convocó al delantero para la preselección italiana que defenderá el título mundial.

Ahora, Luca Toni podría quedarse en el limbo. Su carta de transferencia aún pertenece al Bayern München, en el cual el italiano definitivamente no tiene cabida. Si el Roma decide no pagar la alta suma que los bávaros requerirían por el pase, Toni se vería en la denigrante situación de buscarse empleador.

Feliz epílogo

Para un jugador sí resultó afortunado el pase de la Bundesliga a la Serie A de Italia. Se trata del carioca Lucio, al cual el Bayern dejó ir en una decisión muy cuestionada. Desde los primeros partidos del torneo se extrañó la férrea presencia de Lucio en la zona defensiva central, que hoy por hoy continúa como talón de Aquiles de los bávaros.

En cambio, Lucio es altamente estimado en el Inter de Milán, cuadro que hoy por hoy es uno de los mejores del mundo y que llegó a la final de la Champions League.

La revancha definitiva del defensor podría darse precisamente en ese juego, a disputarse el 22 de mayo en el Santiago Bernabeu. Nada haría más feliz al brasileño que ganarle precisamente a sus ex compañeros del Bayern, hoy dirigidos por Louis van Gaal. También se ganó a pulso, desde Italia, un sitio en la preselección nacional de Brasil. Por todo ello, el salto de Alemania a Italia fue quizá la mejor decisión en toda la brillante carrera del enjundioso Lucimar da Silva Ferreira.

Autor: Enrique López Magallón

Editora: Claudia Herrera Pahl