Con casi 50.000 personas en cuarentena, Italia está reaccionando al creciente número de infecciones de coronavirus. En el pueblo de Vittadone, la gente se pregunta qué hacer a continuación. Bernd Riegert informa.
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"Ya no nos damos la mano y tampoco nos besamos en la mejilla", dice Marco. "Eso es bastante descortés para los italianos", bromea. Su risa suena un poco apagada por la máscara protectora que lleva desde el domingo, cuando se declaró la emergencia. "En la farmacia piden diez euros por cada una, es indignante", se queja el joven de Vittadone, al norte del valle italiano del Po. Pero las máscaras protectoras y los desinifectantes de manos están casi agotados en toda la zona. Por lo tanto, los precios también están subiendo. Solo unos pocos las usan, a muchos les parece exagerado. Después de todo, todavía no viven en la "zona roja", que comienza directamente detrás del pueblo. Declarada por la provincia de Lombardía, en la "zona roja" hay diez asentamientos que están prácticamente en cuarentena.
Las excepciones confirman la regla
Se supone que nadie debe entrar o salir de la "zona roja". Dos oficiales de la Policía judicial vigilan desde su Alfa Romeo. A los agricultores con sus tractores, ciclistas y gente que quiere ir al supermercado o a la farmacia del pueblo de al lado se les deja pasar y se les permite volver. "Se necesita una buena explicación y listo. No se puede encerrar a la gente completamente", dice Enzo, que también vive en Vittadone y ya ha estado en la zona roja para hacer compras. Él considera que las medidas tomadas por las autoridades provinciales y el gobierno italiano son demasiado drásticas. "¿Por qué cerrar las fronteras con Francia o Austria? El coronavirus ya está aquí", dice.
Enzo tampoco ve por qué la catedral y la ópera de Milán tuvieron que ser cerradas. Después de todo, la mayoría de las más de 200 infecciones registradas ocurrieron aquí en la zona rural de Lombardía y la región de Véneto. El primer ministro, Guiseppe Conte, sorprendido por el rápido aumento de las tasas de infección en Italia, quiere ser cuidadoso, pero sin sembrar pánico, como ha enfatizado varias veces en sus apariciones públicas. "Bueno, pero cancelar el carnaval y el fútbol en Italia es realmente malo", exclama Enzo.
Todo cerrado
La escuela de Vittadone está cerrada. Las tiendas y el único bar, "Renzo", donde normalmente se podía disfrutar de un café al mediodía, también cerraron. La gente se queda en casa y espera. Giuseppe es un jubilado y tiene respeto por el virus, no miedo, como él dice. Se sorprendió de que el domingo incluso la iglesia de su pueblo estuviera cerrada y la misa fuera cancelada. "Tuvimos un funeral y no hubo servicio fúnebre, se tuvo llevar el ataúd directamente al cementerio. Esto está mal", dice Giuseppe. "Ahora Vittadone está más tranquilo que de costumbre y nadie sabe cuánto tiempo durará esta situación."
Buscando la fuente de la infección
Ni siquiera el gobierno de Roma puede responder a esta pregunta actualmente. Las autoridades sanitarias están seguras de haber encontrado al paciente "cero" en Codogno, un pequeño pueblo no muy lejos de Vittadone. Se dice que un hombre de 38 años infectó a muchas personas con coronavirus hace semanas en el hospital de Codogno. Según los medios, casi todos los casos en Lombardía hacen referencia a él. Ahora el gobierno está en el proceso de rastrear a todas las personas que han tenido algún contacto con el paciente cero. La cadena de infecciones debe romperse. Un empleado del ahora cerrado hospital de Codogno, al que la agencia de noticias ANSA solo pudo contactar por teléfono debido a la cuarentena, se queja de las caóticas condiciones. "Hay pánico aquí, porque nadie sabe cómo actuar y cómo tratar nuestras emergencias", se queja el empleado, quien no es llamado por su nombre.
Aún no está claro dónde contrajo la enfermedad el paciente "cero". No ha estado en China, solo recibió la visita de un amigo que regresó del país asiático pero dio negativo al virus Covid-19.
En caso extremo: "sumergirse"
A la hora del almuerzo en Vittadone, Enzo se pone pensativo. Su restaurante favorito, está en la "zona roja", así que hoy quiere probar una trattoria en un pueblo "limpio" más al norte. Un joven se une al grupo de personas que están charlando con el periodista alemán. Lleva una máscara de buceo. Cuando le preguntamos por qué, dice que no tiene dinero para una máscara adecuada. Además, la máscara de buceo, que cubre toda la cara, se ve "cool".
(ee/er)
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Coronavirus: Cuarentena en el norte de Italia
El número de infecciones con el coronavirus aumentó de manera tan acelerada en Italia, que el gobierno puso a todo el país en cuarentena. El temor a que el virus se siga propagando también crece.
Imagen: Reuters/G. Mangiapane
Un país en cuarentena
Sesenta millones de italianos recibieron la consigna de quedarse en sus casas este martes (10.03.2020), una medida sin precedente para intentar frenar el avance del nuevo coronavirus. El disminuido tránsito de personas es controlado con rigor, como aquí, en la estación central de trenes de Milán.
La situación escaló también en la cárcel de Milán. Grupos de presos protestaron por la suspensión de las visitas a causa del brote de coronavirus COVID-19. Otras cárceles en Italia fueron escenario de protestas similares, por la misma causa.
Imagen: picture-alliance/Zuma/LaPresse/C. Furlan
Accesos bloqueados
Un total de 52 mil habitantes de 11 localidades del norte de Italia se encuentran aislados. Quien quiera entrar o salir de los lugares cercados debe disponer de una autorización especial. Los uniformados de la foto custodian la entrata a la localidad de Castiglione D'Adda. Quien burle el cerco debe contar con sanciones.
Imagen: Reuters/G. Mangiapane
Venecia vacía
La falta de paseantes afecta ya a la industria turística de Italia. En Venecia, uno de los puntos más visitados por turistas dentro del territorio italiano, restaurantes y plazas lucen semivacíos ante las restricciones impuestas por el gobierno italiano a causa del coronavirus COVID-19.
Imagen: picture-alliance/AP/Lapresse/C. Furlan
Calles desiertas
Todos los bares y tiendas del centro de la localidad de Codogno, de 15 mil habitantes, se encuentran cerrados. Poca gente sale a la calle. Todavía no está claro cómo llegó el virus al norte de Italia. Según el jefe del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, la cuarentena estará vigente, en principio, durante dos semanas. Ese lapso corresponde al supuesto período de incubación del COVID-19.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/C. Furlan
Vuelco precipitado
Hasta el miércoles de la semana anterior, solo se conocían tres casos de infección en Italia. El jueves fue hospitalizado en Codogno un hombre de 38 años. La presencia del virus se confirmó en él y luego en otras personas de su entorno. También sus padres fueron puestos bajo observación. Hasta el domingo se registraron más de 130 contagios en la región. Tres personas murieron.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
Aprovisionamiento y cuarentena
Clientes hacen cola ante un supermercado de la aislada localidad de Casalpusterlengo. Solo se permite el ingreso en grupos de 40 personas. "Todos pueden entrar, solo queremos evitar el caos y procurar suficiente resguardo", afirmó un trabajador del supermercado, tratando de calmar los ánimos. No todos los clientes se han mostrado comprensivos.
Imagen: Reuters/G. Mangiapane
Máscaras agotadas
También en las grandes ciudades cercanas cunde el temor al contagio con el coronvirus. El gel de desinfección y las máscaras bucales se han agotado en esta farmacia de Turín. Las máscaras delgadas, como las que se usan en las salas de operación, ofrecen de todos modos solo una pequeña protección y debens ser cambiadas regularmente.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/M. Alpozzi
Doblemente enmascarados
La decepción por la interrupción de las celebraciones de carnaval en Venecia puede verse claramente en los ojos de estas personas. Las máscaras de protección bucal, que se sumaron a las clásicas máscaras venecianes, no son suficiente para asegurarse de evitar un contagio. En Venecia, el carnaval tiene una larga tradición y normalmente se prolonga hasta el martes previo al Miércoles de Ceniza.
Imagen: Reuters/M. Silvestri
La Semana de la Moda
Solo 60 kilómetros separan a la localidad de Codogno, seriamente afectada, de Milán, donde el 18 de febrero se inició la Semana de la Moda. En vista de la situación, la casa Giorgio Armani presentó sus nuevos modelos en una sala de teatro vacía. El desfile se transmitió por internet y se repartieron máscaras de protección entre los empleados. Otros desfiles se llevaron a cabo como estaba planeado.
Imagen: Reuters/A. Garofalo
Estadios cerrados
Mientras las casas de alta costura pudieron decidir independientemete qué medidas tomar, los eventos deportivos fueron suspendidos por completo en las regiones de Lombardía y Venecia, por lo menos hasta el 1 de marzo. Las autoridades intentan frenar así una mayor propagación del virus. La medida también afectó a un partido de la primera división, entre el Inter de Milán y el Sampdoria, de Génova.