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Italia llora la partida de su científica más querida

31 de diciembre de 2012

Rita Levi-Montalcini falleció a los 103 años. Era senadora vitalicia y ganó el Premio Nobel de Medicina en 1986. Es velada en Roma.

Rita Levi Montalcini.
Rita Levi Montalcini.Imagen: Reuters

Le decían “la señora de las células”. Escapó del holocausto nazi, ganó el Premio Nobel de Medicina, la nombraron senadora vitalicia en Italia cuando tenía 92 años y se mantuvo activa hasta el fin de sus días, que se produjeron el domingo (30.12.2012), cuando su calendario vital contaba 103 primaveras. Ella fue Rita Levi-Montalcini, una neuróloga cuya muerte es “una pérdida para toda la humanidad”, según el alcalde de Roma, Gianni Alemanno.

La vida de la científica, una de las pocas mujeres en obtener el Nobel de Medicina, está plagada de actos remarcables, de anécdotas increíbles. De origen judío, figura menuda y apariencia delicada, Levi-Montalcini nació en 1909 en Turín, en el seno de una familia acomodada. A fines de la década de 1930 se tituló en la universidad y abandonó Italia huyendo del fascismo de Mussolini.

Instalada en Bélgica, vio cómo los nazis invadían el país en 1940, lo que la empujó a retornar a Italia, donde debió esconderse durante la ocupación de las tropas alemanas. Luego vivió en un campamento de refugiados y viajó a Estados Unidos, a trabajar en investigación. Solamente regresó a su patria en 1977. En 1986 obtuvo el Nobel junto al bioquímico estadounidense Stanley Cohen, por descubrir el factor de crecimiento nervioso (FCN), estudios que permitieron entender diversas enfermedades, así como tumores y malformaciones del desarrollo.

En 2001 el Estado italiano le otorgó el cargo de senadora vitalicia, razón por la cual los restos de la neuróloga son velados este lunes (31.12.2012) en la sede del Senado, en Roma, en el palacio Madama. Su funeral se realizará el 2 de enero en Turín, donde será enterrada junto a su hermana gemela Paola en un cementerio judío. La familia de la investigadora dijo que falleció tranquila, luego de almorzar y tomar una siesta.

La entrada de los restos mortales de la científica fue acogida con aplausos por las personas congregadas en las inmediaciones del Senado y recibido por el primer ministro Mario Monti, entre otras autoridades del país, quienes manifestaron su pesar por el deceso de “la señora de las células”.

Según el diario La Stampa, una de las últimas voluntades de Levi-Montalcini fue destinar todo su patrimonio a la investigación científica, aunque los detalles del testamento escrito por la neuróloga serán dados a conocer en su integridad en los próximos días.

Autor: Agencias
Editor: Diego Zúñiga

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