El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, instó al primer ministro Matteo Renzi a retrasar su dimisión hasta que sean aprobados los Presupuestos para el 2017, algo que se produciría en los próximos días.
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Mattarella y Renzi se reunieron apenas media hora en el Quirinale donde el primer ministro dimisionario manifestó al jefe del Estado su determinación a dimitir "al considerar imposible la continuidad de su mandato de Gobierno". Fue entonces cuando el presidente de la República, en vez de aceptar directamente su renuncia, instó a Renzi a continuar en el cargo hasta que sean aprobados los Presupuestos Generales del Estado para 2017, algo que se espera que se produzca antes del viernes.
Renzi vivió una jornada protocolaria en la que no dejó declaraciones públicas, únicamente un vídeo en sus redes sociales en el que se repasan algunos de los logros de su gestión y titulado "mil días difíciles pero bellos".
Renzi reunió a su Consejo de Ministros durante apenas quince minutos para expresarles su determinación a dimitir, después de haberlo presidido desde febrero de 2014, cuando llegó al poder. Posteriormente se trasladó en coche a la Jefatura del Estado, el palacio del Quirinale, y tras mantener una reunión a puerta cerrada con Mattarella, abandonó la sede por una puerta secundaria, en vez de hacerlo por la principal, por la que accedió.
Renzi anunció su dimisión tras ver cómo su reforma de la Constitución era rechazada en un referéndum al que previamente había vinculado su continuidad en el poder. Mattarella, que tras aceptar la dimisión del primer ministro deberá decantarse por las vías posibles para zanjar esta nueva crisis de Gobierno.
¿Nuevo primer ministro con escaños de Renzi en el Parlamento”
Una de las opciones que se barajan es el encargo de un Gobierno de transición hasta que se reforme la ley electoral del país y se convoque nuevas elecciones. El principal escollo en esta situación es la ley electoral, pues en Italia rige el "Italicum" de Renzi, solo aplicable a la Cámara de los Diputados, pues el Senado debía haber sido excluido del proceso legislativo con la reforma rechazada en el plebiscito.
Algunos de los nombres que despuntan para presidir un eventual Gobierno de transición son el actual ministro de Economía, el técnico Pier Carlo Padoan; el ministro de Cultura, Dario Franceschini, el de Infraestructuras, Graziano Delrio, o los presidentes de la Cámara de los Diputados y del Senado, Laura Boldrini y Pietro Grasso.
Paralelamente, las fuerzas políticas permanecen divididas entre las que reclaman elecciones inmediatamente y las que se decantan por continuar con un Gobierno que cuente con los escaños de Renzi en el Parlamento, pero sin Renzi.
JOV (efe, RaiNews24)
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Italia tiene un gran reputación por sus artesanos, que crean manualmente obras maestras únicas en tiempos en los que la mayoría de los productos se fabrican de forma masiva. Su trabajo corre el riesgo de desaparecer.
Imagen: Luigi Fraboni
¿Hecho en Italia? No por mucho tiempo
Italia tiene un gran reputación por sus artesanos, que crean manualmente obras maestras únicas. Sin embargo, su trabajo corre el riesgo de desaparecer. Negar Azhar Azari estudió joyería y grabado durante nueve años. Después abrió su propio taller y una galería. En la foto aparece mostrando una pieza grabada por ella misma.
Imagen: Simone Pierroti
Habilidades que se extinguen
El estudio de Negar Azhar Azari muestra piezas que la artista creó utilizando herramientas de grabado florentino llamadas “bollini”. Durante su etapa de aprendiz junto al maestro artesano Giuliano Ricchi aprendió diversas técnicas. Ahora está feliz de integrarse en siglos de tradición. Pero, para que los jóvenes puedan seguir los pasos de Azari, hacen falta inversiones públicas o privadas.
Imagen: Simone Pierroti
Tradiciones que desaparecen
Una máquina del taller de Giuliano Ricchi troquela sobre cobre un diseño grabado a mano. Las láminas se transforman después en cajas de pastillas, tarjeteros y otros elegantes objetos. Lamentablemente, Ricchi es uno de los últimos artesanos, pues los italianos ya no aprenden estas habilidades. Hasta un mes puede llevar crear una plancha como la de la imagen, algo que no se valora hoy día.
Imagen: DWN.Greenleese
Cortante destreza
Estas tijeras tienen unos 40 años de antigüedad y son una herramienta esencial para la sastre Paola Gueli. Las heredó de su propio padre, que tenía 30 empleados en su taller. En los años 50, Italia albergaba unos cuatro millones de sastres. Hoy son solo 700.000, lo que sitúa este oficio en peligro de extinción.
Imagen: Luigi Fraboni
Futuro incierto
A pesar de acumular un siglo de experiencia, Paola Gueli y su padre, Raffaele, tienen un futuo incierto. Actualmente, queda vacante uno de cada cinco puestos de trabajo ofrecidos por sastrerías. Quienes estudian el oficio en academias, sueñan con convertirse en grandes diseñadores, no en humildes sastres.
Imagen: Luigi Fraboni
Manos de artesana
“Italia corre el riesgo de perder grandes manos”, dice Paola Gueli. “Las mías son pequeñas, pero, en realidad, son enormes. Por desgracia, no se nos valora. De hecho, se nos ignora”. Gueli cree que ni el Estado ni las asociaciones apoyan a los sastres con medidas como préstamos, apoyo logístico y trabajadores. Sus manos trabajan el paño con una finura que no logran las máquinas de coser.
Imagen: Luigi Fraboni
Cocción peligrosa
El horneado también es artesanía, pero en Sicilia los hornos tradicionales tienen una preocupación más al margen de una posible extinción de su actividad: se las tienen que ver con la mafia. Los miembros horneadores de la familia D'Aloisi se negaron a ceder ante la presión para que alteraran sus productos y los criminales prendieron fuego a su negocio.
Imagen: Luigi Fraboni
Amplio surtido
En el horno tradicional “Il Fornaio”, Michele D’Aloisi extiende semillas de sésamo sobre el pan. En Sicilia, estos negocios están cerrando víctimas de la crisis, la mafia y la tendencia a comprar el pan en el supermercado. Pero los horneadores esperan que esta rama de la artesanía italiana sea capaz de sobrevivir.