Fin de curso. Antes de las vacaciones de verano, se celebra la fiesta de despedida. Por una noche se dejan en casa los vaqueros y los cinturones con remaches y las colas de caballo dan paso a peinados elaborados y suaves rizos que tomaron mínimo tres horas de trabajo. Chicas y chicos lucen vestidos de noche y elegantes trajes. Toda una sorpresa para quien sólo los conoce del trajín cotidiano de la escuela.

Un look limpio

En un artículo recientemente publicado por el prestigioso semanario alemán "Der Spiegel", se sostiene que las viejas virtudes vuelven a ponerse de moda. Orden, cortesía y disciplina son valores que generalmente se asocian con Alemania. Sin embargo, en Alemania misma, especialmente la juventud calificó durante mucho tiempo estas virtudes de "burguesas". Especialmente la generación de sus padres les parecía "demasiado aburguesada" y se registró una verdadera rebelión por parte de la juventud.

Hoy, por el contrario, el 94 % de los jóvenes entre 18 y 29 años opina que debería dársele más importancia a la cortesía, la decencia y el orden. Casi todos los jóvenes alemanes concuerdan en que hay momentos importantes en los que resulta necesario vestirse bien. Para esas ocasiones estarían dispuestos a gastar un poco más de dinero que usualmente.

La moda de camisetas y faldas cortas, igual que piercings y tatuajes, provoca a los padres y profesores. El look desaliñado, en cambio, no parece ya muy popular. Para estar en casa es cómodo, pero en la calle no llevarían esta ropa, opinan los jóvenes cuando se les pregunta. Si bien, pueden haber agujeros en los pantalones, estos no deben ser desaliñados, tiene que corresponder a la moda.

¿Quién debe entrar primero?

En institutos y en asociaciones privadas se ofrecen cursos para aprender a mejorar el comportamiento. También en internet existen ofertas, como por ejemplo la página de "Jump" que describe reglas del buen comportamiento en situaciones embarazosas. Estos cursos son muy concurridos por los jóvenes. También se registra un gran interés por cursos de baile de salón y de buen comportamiento.

No pocos explican las causas de este fenómeno atribuyéndolo a la crisis económica en Alemania. En momentos caracterizados por un desempleo masivo, los buenos modales y una presencia agradable ayudan a abrir puertas a los jóvenes que buscan trabajo.

"Nadie echa de menos el pasado, pero muchos piensan que la serenidad con la que las antiguas generaciones superaron las dificultades de su época, es atractiva y útil", señala Der Spiegel en su artículo. No obstante, los adolescentes no se preocupan mucho por eso. No son ellos los encargados de resolver la crisis económica por el momento, y su poder adquisitivo asciende todavía a 7.500 millones euros al año. Una situación financiera bastante saludable.