Jóvenes alemanes, golpeados en el bolsillo por la pandemia
3 de agosto de 2020
Según un nuevo estudio, los menores de 30 años en Alemania han sido particularmente afectados financieramente por la pandemia del coronavirus. Asimismo, las mujeres sufren mentalmente más que los hombres.
Publicidad
Las conclusiones se desprenden de un estudio publicado este domingo (02.08.2020) por la Asociación Alemana de Fabricantes de Medicamentos (BAH). Las personas de entre 18 y 29 años fueron las más afectadas por los efectos de la pandemia. Un 50 por ciento de los encuestados en ese grupo de edad dijeron que habían sufrido una pérdida de ingresos.
Los problemas de dinero todavía eran pronunciados para aquellos en sus 30. Un 38 por ciento de los encuestados que pertenecen a ese rango etario expresó que había sentido un golpe financiero. Contrariamente, solo el 15 por ciento de los mayores de 60 años dijeron que habían sido afectados negativamente. El resto no experimentó diferencias.
En general, casi un tercio de los encuestados de todas las edades dijeron que había habido un efecto notable en sus ingresos o los de su pareja. Mientras las personas solteras y las que viven en pareja tenían menos probabilidades de notar una caída en los ingresos, la encuesta encontró que los hogares con tres o más personas tenían más probabilidades de sentir los efectos en sus billeteras.
Sentir el estrés mental
La encuesta también reveló que las mujeres habían sentido un mayor efecto negativo en su salud mental como resultado de la pandemia. Seis de cada 10 mujeres en todos los grupos de edad dijeron que habían sentido estrés psicológico en comparación con solo 38 por ciento de los hombres en la encuesta.
Los niveles de estrés no parecieron verse significativamente afectados por si un individuo pertenecía o no a un grupo de alto riesgo que era particularmente susceptible al coronavirus, como los ancianos o aquellos con problemas de salud preexistentes.
El grupo de investigación de mercado Nielsen, que realizó la investigación en nombre de la BAH, detalló que la encuesta se realizó en una muestra representativa de 1.000 adultos entre el 9 y el 16 de julio.
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
Base antártica: la vida libre de coronavirus
¿Cómo viven los científicos que pasan el invierno en la Antártida, aislados, pero lejos de la pandemia? El trabajo y las reflexiones de una investigadora argentina desde la base Carlini.
Imagen: Francisco Pinto
Confinamiento natural
La base Carlini, en la isla 25 de mayo, es la principal base científica de las 13 que administra Argentina en la Antártida y una de las seis permanentes. Aquí se trabaja durante todo el año y el aislamiento en invierno es algo natural. Mientras el resto del mundo está azotado por la pandemia, el continente blanco es el único sin casos de coronavirus.
Imagen: DNA/Maximiliano Rodríguez
Seguros en la Antártica
Jazmín Fógel llegó el pasado 27 de enero y es la segunda mujer en ocupar el rol de jefa científica técnica invernante en la base Carlini. La bioquímica del Instituto Antártico Argentino permanecerá poco más de un año, dedicada a proyectos de ciencias del mar y apoyando otras investigaciones. Argentina continental sigue en cuarentena, pero aquí el trabajo no se detiene.
Imagen: DNA/Maximiliano Rodríguez
Invierno en la base Carlini
Los primeros casos de COVID-19 se presentaron en Argentina cuando el personal de la Base Carlini ya estaba en la Antártida. Una vez que regresaron los miembros de la campaña de verano, quedaron 25 personas cumpliendo labores permanentes en el invierno: cinco del Instituto Antártico Argentino y la Dirección Nacional del Antártico (foto), dos del servicio meteorológico nacional y 18 militares.
Imagen: Francisco Pinto
A pesar del frío
Las temperaturas invernales, que por estos días bordean los -3 grados Celsius, aunque han llegado a -15, no son problema para las tareas científicas. "Hago salidas en bote y sobre tierra caminando, en las que junto muestras y datos. Además del trabajo en terreno, en laboratorio hay que procesar y conservar las muestras que mayoritariamente se analizarán en el continente", dice Jazmín Fógel.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Buceo científico
En las navegaciones se toman muestras de agua en diferentes puntos y a diferentes profundidades para determinar la cantidad de sedimento y clorofila y evaluar el fito y zooplancton y la cantidad de luz que llega a las diferentes profundidades, entre otros factores. Por medio del buceo también recolectan animales como moluscos y lapas, que serán estudiados.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Sin temor, pero con precauciones
"Nuestra vida cotidiana no cambió en absoluto con el coronavirus, pues aún no llegó a este continente. Lo único que está restringido y regulado es el contacto con otras bases. La carga debe ser desinfectada en el lugar desde donde sale y también al llegar acá", dice la investigadora argentina, quien cumple su tercera campaña antártica y la primera de invierno.
Imagen: DNA/Maximiliano Rodríguez
Desafío conjunto
Mantener la Antártida libre de coronavirus es un desafío de todos los países que realizan trabajo científico en este continente, donde existe un fuerte clima de cooperación internacional, que en el contexto de la pandemia será clave. Alemania trabaja estrechamente con Argentina en proyectos conjuntos y gracias al laboratorio Dallmann en la base Carlini.
Imagen: DNA/Maximiliano Rodríguez
La importancia de seguir investigando
"En muchos sentidos, Antártida es un lugar desconocido para la humanidad, un gran misterio, y una zona muy importante. Lo que suceda aquí podría llegar a repercutir al resto del mundo. Continuar con estos trabajos implica sostener líneas de investigación, que en muchos casos son históricas, de más de 20 años, y nos permite conocer mejor nuestro Planeta", destaca Fógel.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Ecosistema en estudio
La mirada del mundo está puesta en la Antártida y el notorio aumento de las temperaturas, lo que ha motivado variados estudios sobre los efectos del calentamiento global. También la ecología costera es un tema de interés. Entre otros proyectos, en la base Carlini se hacen investigaciones sobre macroalgas y se realizan censos de aves y mamíferos marinos.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Confinados, pero no solos
¿Cómo se sostiene el aislamiento por tanto tiempo lejos de familiares y amigos? El poder seguir trabajando en los proyectos y cumplir las tareas para las que vinieron a la Antártida es la principal motivación. Aquí se disfruta de la vida al aire libre en medio de hermosos paisajes y una nutrida fauna local, en la que destacan elefantes marinos, lobos marinos y focas.
Imagen: IAA/Jazmín Fógel
Abrazos pendientes
Mientras el trabajo en la Antártida continúa, los investigadores siguen atentos el desarrollo de la pandemia en el resto del mundo, que impactará también en la organización de la próxima campaña antártica. Probablemente regresen a un mundo muy distinto al que dejaron cuando arribaron al continente helado. "Yo al menos espero abrazar a la gente a la vuelta", confiesa Jazmín Fógel.