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Jóvenes latinoamericanos preparados ante el cambio climático

Judit Alonso
4 de noviembre de 2017

La Conferencia de la Juventud sobre cambio climático (COY13) congrega en Bonn, Alemania, a más de mil de jóvenes de 114 países.

COY13 Bonn Jugend Klimawandel Konferenz Aktion
Imagen: COY13

Más de mil de jóvenes de 114 países participan en la XIII Conferencia de la Juventud desde el jueves (02.11.2017) y hasta este sábado en Bonn. Este evento precede la celebración de la cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas, la COP23, que se llevará a cabo del 6 al 17 de noviembre en la ciudad alemana. En el evento se llevan a cabo talleres específicos y se intercambian experiencias.

Más información:

-América Latina y el cambio climático: una carrera de fondo

-  COP23 en Bonn: solidaridad frente al cambio climático

Los jóvenes latinoamericanos participantes coinciden en varios aspectos. La falta de recursos es uno de los principales obstáculos a los que tienen que hacer frente para llevar adelante sus objetivos, así como la situación social de la región y la falta de confianza en el colectivo. “A nivel latinoamericano todavía hay una concepción que que el joven no sabe”, criticó Danaé Espinoza Coordinadora del Movimiento de Jóvenes Latinoamericanos y Caribeños frente al cambio climático (CLIC!).

Fundado en 2013 por 40 jóvenes de Bolivia, Perú, Argentina, El Salvador, México, República Dominicana, Ecuador, Haití, Venezuela, Costa Rica y Colombia, el movimiento surgió debido a “la poca incidencia de los jóvenes en los procesos” de las negociaciones climáticas explicó.

Entre sus tareas se encuentra hacer más entendibles los complicados documentos técnicos de las negociaciones climáticas a través de infografias. Este tipo de actividades han permitido que el colectivo logre mayor incidencia en el debate y que se incorporen jóvenes a las delegaciones de los países. Es el caso de Espinoza, que aportó sobre la cuestión de adaptación al cambio climático en la propuesta de México.

De lo global a lo local

“Cada día los conflictos ambientales en el mundo son mayores”, denunció Jean Carlos Jiménez, Director Ejecutivo Nacional Fundación Red Colombiana, una organización de Santa Marta (Colombia) que pretende promover los Derechos Humanos y fomentar un escenario de paz con un enfoque ambiental.

“Hemos brindado asesoría a comunidades de base, mediante consultas populares que intentan definir si la minería es viable o no en el territorio”, explicó Jiménez, y lamentó el actual rol del Estado. El colombiano consideró que esta situación debe hacer reflexionar sobre el papel de la industria extractiva.  

Santiago Aldana, estudiante universitario de administración ambiental en Bogotá, es miembro de La Ciudad Verde, un movimiento que lleva a cabo actividades como charlas (Jueves de Ciudad), un programa sobre los gases de efecto invernadero (Low Carbon City) y visitas guiadas llamadas "rutas de la sostenibilidad" como la que realizaron hace dos semanas a la Reserva Natural Van der Hammen.

Aldana recordó que uno de los logros fue la próxima puesta en marcha de una mesa técnica ciudadana para la calidad del aire de Bogotá con la participación de los responsables gubernamentales. Se pretende que esté constituida para antes de fin de año y que pueda servir para ayudar para terminar con los problemas del aire que sufre la ciudad, una de las más contaminadas del país.

La Ciudad Verde de Bogotá lleva a cabo rutas de sostenibilidad en la ciudad para visibilizar espacios desconocidos, como la reserva Thomas Van Der Hammen, a los ciudadanos.Imagen: La Ciudad Verde

Pequeños gestos que suman

Milton Arce, miembro del Centro de Investigación Socioambiental de Jaén (Perú), destacó el proyecto llamado ‘Tres litros de lectura’. La iniciativa, que se llevó a cabo el pasado agosto, busca la sensibilización ambiental a través del reciclaje. Se busca generar hábitos de lectura y así promover el pensamiento crítico. Por este motivo, se propuso entregar un libro a todas las personas de la localidad, que cuenta con una población de 11.000 personas, que dieran tres botellas de litro para reciclar.

Según Arce,”una persona produce 0,63 kilogramos de residuos diarios. Del total, el 26% son llevados al verterdero y el 59,3% van al ambiente”, subrayó. Hasta ahora se entregaron 150 libros y se reciclaron 500 botellas de plástico.

Según Arce sirvió para “sensibilizar a las personas para que realicen buenas prácticas de consumo y romper la brecha del analfabetismo”. Por este motivo, aseguró que “desde nuestras realidades podemos aportar para un solo propósito: reducir los gases contaminantes y fortalecer a nuestros pueblos del impacto del cambio climático en el futuro”.

El paraguayo Armin Elixeno Gonzalez Torres, cofundador junto a su hermano de Fundación Paraguay Katupyry Rekavo, también trabaja con el reciclaje de basuras y su separación (en orgánico y no orgánica) mediante talleres educativos.

La organización está focalizada en actividades de mitigación al cambio climático entre las que destacan la limpieza de arroyos y cauces de la región y la reforestación. “Hay mucha tala de árboles a causa de la agricultura y el cultivo de soja”, denunció. Por este motivo, desde 2014, una vez al año, se lleva a cabo una actividad de reforestación con plantas nativas, de las que ya se han conseguido plantar 15.000 ejemplares.

Los talleres temáticos sirven como punto de intercambio de experiencias entre los jóvenes participantes. Imagen: COY13

González espera que durante la COP23 su país consiga mayor financiamiento. “Paraguay no tiene mucho apoyo, el Gobierno cuenta con pocos recursos", lamentó.

La reforestación también es la actividad principal de Jóvenes Proactivos, una organización hondureña creada hace un año y medio. En Honduras “ha habido desarrollo pero no es sostenible, se han cortado miles de árboles”, criticó Humberto José Fuentes, uno de los cofundadores.

Por ese motivo lamentó que aunque “hay bastantes leyes que cuidan el medio ambiente, incluso especificamente la tala de árboles, de nada sirve crear grandes iniciativas si no hay seguimiento”. “Lo que buscamos es plantar la semilla en los jóvenes, que no esperen a que el Estado mejore la realidad”, agregó.

Por este motivo, además de conseguir un acuerdo con el Parque Nacional de Picacho de Tegucigalpa para llevar adelante tareas de reforestación con la plantación de 200 árboles mensuales, la organización ha ofrecido talleres para aproximadamente 2.500 niños de entre de 8 a 17 años. También se dictan cursos sobre el racionamiento de recursos naturales ya que “el racionamiento de agua es uno de los principales problemas que tiene Honduras”, explicó.

Autora: Judit Alonso (DG)

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