Jürgen Klopp, el artífice del triunfo
22 de abril de 2012Pocos entrenadores se sienten tan cómodos ante las cámaras como Jürgen Klopp. Pero incluso para un carácter desinhibido como el suyo puede resultar excesivo el furor que está provocando con su equipo, el Borussia Dortmund. Este sábado, el club defendió el título y se consagró campeón alemán por octava vez en su historia.
Tras el éxito de 2011, muchos aseguraron que Klopp era un ejemplo más de gloria efímera. Lo compararon con Armin Veh, que hizo campeón al Stuttgart en 2007 y luego pasó a un segundo plano. El bicampeonato demuestra que se equivocaron.
Contagiosa locura por el fútbol
Con su melena rubia despeinada, una sonrisa abierta y expresiva y un carácter tan pasional en la alegría como en la ira, Klopp logró transmitir su locura por el fútbol a la jovencísima plantilla que está sacudiendo las normas del fútbol alemán.
"Las ganas con que el equipo busca los tres puntos son increíbles. Casi no logro concebir la suerte que tengo de que me haya sido permitido trabajar con un equipo como éste", repite.
Con su segundo título consecutivo el sábado, Klopp se sumó a la ilustre lista de entrenadores que lograron un bicampeonato en Alemania (sólo siete antes que él): Hennes Weisweiler, Udo Lattek, Pal Csernai, Ernst Happel, Jupp Heynckes, Ottmar Hitzfeld y Felix Magath.
Convertido ya en una figura de culto entre los hinchas, los directivos del Dortmund prolongaron su contrato hasta 2016 a principios de año. Si lo cumple, Klopp relevará a Ottmar Hitzfeld (1991-1997) como el entrenador que más tiempo sirvió al Dortmund.
Forjador de estrellas
Klopp tiene algo más que carisma para silenciar a sus críticos. También es un experto en el fútbol que supo sacar lo mejor del equipo y convertir a jóvenes promesas en estrellas de selección. Jugadores como Mats Hummels, Kevin Grosskreutz, Marcel Schmelzer, Mario Götze y Sven Bender son ya referentes del fútbol alemán, y con su paciencia y conocimientos logró este año que recién llegados como Ilkay Gündogan y Moritz Leitner encontraran su lugar en el equipo.
Las cosas eran bien diferentes en 2008, cuando Klopp, hasta enconces sólo técnico de equipos medianos como el Mainz, llegó a un Dortmund en plena crisis financiera. Junto con el director ejecutivo Hans-Joachim Watzke y el mánager Michael Zorc, el club dio vuelta las cosas y hoy es inimaginable que alguno de los jugadores cuestione su filosofía de trabajo, basada en la predisposición al sacrificio y el espíritu de equipo.
Pero la historia de Klopp sigue escribiéndose y sumará un nuevo capítulo el 12 de mayo: el Dortmund jugará la final de la Copa Alemana contra el Bayern Múnich, teniendo ya el título en el bolsillo. (dpa)
Editora: Emilia Rojas