`

Jurista de 53 años, el punto cumbre de la carrera de Rüttgers fue su nombramiento como ministro de Educación, Ciencia, Investigación y Tecnología en 1994, en el último gabinete de Helmut Kohl.

Rüttgers responde punto por punto a todas las características del político conservador alemán. La familia, en su concepción más tradicional, tiene para Rüttgers tanto valor como la religión y no pierde ocasión de expresar su compromiso con los valores católicos.

En la precampaña, poco después de la elección del Papa alemán, un presentador televisivo le tendió una trampa al preguntarle si consideraba que el catolicismo es superior a otras religiones.

Rüttgers cayó, arrastrado por su entusiasmo indomable de expresar las propias opiniones, y la anécdota le brindó titulares negativos durante unos días, algo que podría haberle costado algún punto.

"Kinder statt Inder"

Los verdes -socios menores de la coalición gubernamental en Düsseldorf y en Berlín- tienen la culpa de la falta de inversiones en Alemania, Turquía no debe ser miembro de la UE y hay que dejar de subvencionar el carbón en Renania: con esa mezcla de temas Rüttgers quiere ganar las elecciones.

Su partido lleva meses encabezando las encuestas en coalición con los liberales y, a pesar de la tímida recuperación socialdemócrata y al gran número de indecisos, la victoria se antoja casi segura.

Pero, ésas eran también las expectativas hace cinco años, cuando acabó perdiendo por no distanciarse lo suficiente de Kohl en pleno escándalo de las cuentas negras de su partido.

Y también porque, víctima una vez más de su entusiasmo, formuló la desafortunada expresión "Kinder statt Inder" (niños en lugar de indios) para decir que lo que necesita Alemania son niños, y no los ingenieros y expertos en tecnología que el gobierno de Gerhard Schröder quería atraer de India con su política de inmigración.