Zuma da su último gran discurso como líder del CNA
16 de diciembre de 2017
El partido, ganador de todas las elecciones presidenciales desde la llegada de la democracia (1994), se concentra hasta el próximo 20 de diciembre en Johannesburgo para elegir al sucesor de Zuma.
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El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma (foto), se despidió hoy (16.12.2017) del liderazgo de su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), con un discurso en el que abogó por profundizar en el avance de la población negra pese a la fragilidad de la economía y las "tendencias negativas" internas del movimiento.
"A pesar de los desafíos, hoy el CNA aún representa los sueños, aspiraciones y esperanzas de millones de personas que están marginadas y que están en la periferia de nuestra economía", afirmó Zuma, en su intervención en la jornada de apertura de la 54ª Conferencia Nacional del CNA.
Asimismo, en el largo discurso de despedida, Zuma repasó la situación del antiguo movimiento de liberación, el estado de la economía y los retos que deberá afrontar el próximo aspirante presidencial. "El CNA debe promover el avance y el éxito negro y luchar contra los intentos de frustrarlo y socavarlo", recalcó.
Congreso Nacional Africano
El congreso del que fue el partido del expresidente y luchador contra el apartheid Nelson Mandela durará hasta el martes, pero la votación para elegir al nuevo líder, podría celebrarse mañana domingo. La elección es decisiva de cara a los comicios presidenciales de 2019.
Siete candidatos aspiran a suceder a Zuma, siendo su ex mujer Nkosazana Dlamini-Zuma, de 68 años, y el vicepresidente Cyril Ramaphosa, un empresario millonario de 65 años, quienes parecen tener más opciones. Muchos sudafricanos temen que una victoria de Dlamini-Zuma perpetúe una dinastía y proteja a Zuma de tener que responder ante la Justicia.
El CNA sigue siendo muy popular en todo el país y todo apunta que ganará los comicios de 2019, aunque ha perdido apoyo en algunas áreas urbanas clave.
FEW (EFE, dpa)
Parque Nacional Gorongosa: guerra, muerte y esperanza
Esta verdadera joya enclavada en Mozambique vio diezmada su diversidad animal por los enfrentamientos y el abandono. Pero ahora revive gracias a un exitoso proyecto de restauración.
Imagen: Gorongosa National Park/Clive Dreyer
Nunca más solo
El Parque Nacional Gorongosa, en Mozambique, tiene una larga y turbulenta historia. En algún momento, este león pudo ser el único, el último quizás. Ya no: hoy la población de este felino se recupera a buen ritmo. El parque cubre actualmente más de 4.000 kms. cuadrados, más una zona oficial de amortiguamiento de 3.300 kms. cuadrados. Se trata de una joya en un país de 25 millones de personas.
Imagen: Gorongosa National Park/Ticky Rosa
Tan lejos como llega la vista
El parque está ubicado en un punto estratégico, en el extremo sur del sistema del Gran Valle del Rift que abarca Etiopía, Kenia y Tanzania hasta llegar a Mozambique. Esta fractura geológica única genera un enorme valle rodeado por mesetas. Cerca de dos tercios del parque está cubierto por sabana y un 20 por ciento, por pastizales. El resto es bosque.
Imagen: Gorongosa National Park/James Byrne
Una historia en portugués
Aunque parte del territorio que compone el parque había sido utilizado como coto de caza por una compañía privada en 1920, en 1960 el gobierno portugués que llevaba las riendas del país designó oficialmente al recinto "parque nacional". Tras la larga guerra independentista, Mozambique consiguió guiar su destino en 1975, aunque el portugués sigue siendo el idioma oficial.
Imagen: Gorongosa National Park/Jean Paul Vermeulen
Los años de la guerra civil
En 1977, dos años después de la independencia, una larga guerra civil se desató en el país. Para el parque esto fue devastador, pues el movimiento Resistencia Nacional Mozambiqueña tenía su puesto de mando justo dentro de los límites de la reserva. Ambas partes en conflicto arrasaron con la fauna para alimentarse o mataron elefantes para vender marfil. En 1983, el parque fue cerrado y abandonado.
Imagen: Gorongosa National Park/Jean Paul Vermeulen
Sean todos bienvenidos
Cuando en 1992 la guerra terminó, el parque era una triste sombra de sí mismo y siguió cerrado. Se estimaba entonces que entre el 90 y el 95 por ciento de la vida salvaje del lugar se había perdido. Estudios de esa época contaron 15 búfalos, 5 cebras, 6 leones, 100 hipopótamos y 300 elefantes. Los primeros animales en retornar fueron las aves. Ahora el parque es el hogar de más de 400 especies.
Imagen: Gorongosa National Park/Piotr Naskrecki
Clima especial para circunstancias especiales
Debido a sus características topográficas, el parque tiene muchos microclimas y un ciclo anual de estaciones húmedas y secas que crea condiciones especiales que explican su rica biodiversidad. En un esfuerzo por revitalizar el parque, en 1994 se contrató personal con la asistencia financiera del Banco Africano de Desarrollo y la Unión Europea. Lentamente el parque se recuperó.
Imagen: Gorongosa National Park/Paul Kerrison
Grandes, pequeños y todos los otros
En 2004, la Fundación Carr, de Estados Unidos, se unió al gobierno de Mozambique en un proyecto para reconstruir el parque y reintroducir animales, en un esfuerzo por restaurar la vida salvaje del lugar. Este proyecto piloto fue tan exitoso que en 2008 la fundación y su creador, Gregory Carr, apoyaron la idea de seguir trabajando y coadministrando el parque por otros 20 años.
Imagen: Gorongosa National Park/Piotr Naskrecki
Un final feliz
El Gorongosa pasó de ser una reserva de caza a un parque nacional, luego a un campo de batalla y nuevamente un parque nacional. En los últimos años, varios millones de euros se han invertido en el recinto e, igualmente importante, en las comunidades locales. Ésta es una prueba tangible de que las áreas salvajes puede revivir por más profunda que haya sido su destrucción.