Jair Bolsonaro destituye a la cúpula del Ejército de Brasil
30 de marzo de 2021
El presidente brasileño lleva a cabo una reforma ministerial tras las críticas por su gestión de la pandemia. Después del cese ayer del ministro de Defensa, el cambio llega la víspera del aniversario del golpe de estado.
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El gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, siguió este martes con la remodelación que comenzó con el cambio de seis ministros y anunció la "sustitución" de los jefes de los tres cuerpos de las Fuerzas Armadas, que son uno de los pilares de su gestión. La víspera se anunciaron cambios en seis de los 23 ministerios, lo que supone casi la cuarta parte, y que incluyeron la cartera de Defensa, hasta entonces en manos del general Fernando Azevedo e Silva.
La salida del general, que no se ha aclarado si fue por dimisión o destitución, generó una creciente ola de rumores que hablaban de la inminente renuncia de los jefes del Ejército, la Aviación y la Marina, en un gesto de "solidaridad" con Azevedo e Silva. Sin embargo, en una escueta nota de dos párrafos, el Ministerio de Defensa anunció que los tres jefes de las Fuerzas Armadas serán "sustituidos" y que eso fue "comunicado" en una reunión con el general Walter Braga Neto, hasta ahora ministro de la Presidencia y quien asumirá el cargo que ocupaba Azevedo e Silva.
De ese modo, Bolsonaro deberá reemplazar al almirante Ilques Barbosa Junior, de la Marina; al teniente de brigada Antonio Carlos Moretti, de la Aviación, y al general Eduardo Pujol, del Ejército, con quien había tenido diversas fricciones en los últimos meses. La "sustitución" de los jefes militares es algo inédito en Brasil y ocurre en un Gobierno que, paradójicamente, está presidido por un capitán de la reserva del Ejército en cuyo gabinete casi la mitad de los ministros procede del sector castrense.
Todos esos movimientos se han dado en vísperas del 31 de marzo, un día importante para la ultraderecha, pues en esa fecha, en 1964, ocurrió un golpe de Estado que originó una dictadura que se prolongó durante 21 años y que Bolsonaro ha enaltecido siempre como modelo. El mandatario ultraderechista está perdiendo popularidad en los sondeos a medida que las condiciones económicas se agravan y la vacunación avanza más lentamente de lo esperado.
En los seis cambios anunciados este martes en su gabinete, el mandatario parece haber buscado un cierto equilibrio entre las fuerzas más extremas que constituyen su base y los conservadores más moderados, que le apoyan con algunas resistencias. Un cambio significativo fue en la cartera de Exteriores, ocupada hasta ahora por Ernesto Araújo, visto por muchos como un agitador de ultraderecha y que será sustituido por el embajador Carlos Alberto Franco França, un diplomático con poca experiencia pero considerado más moderado y de talante negociador.
Otro movimiento importante será en el Ministerio de la Secretaría de Gobierno, que pasa a manos de la diputada Flavia Arruda, esposa de un exgobernador de Brasilia destituido y preso en su momento por corrupción y que se ocupará de las relaciones entre el Gobierno y el Parlamento.
lgc (efe/afp)
Virus verbal: 10 expresiones de Bolsonaro sobre la pandemia
"¿Y qué?", "Gripecita", "No soy enterrador", "¿A qué le tienen miedo?": Desde que llegó el coronavirus a Brasil, Bolsonaro ha desestimado públicamente la crisis con estas expresiones.
Imagen: Reuters/A. Machado
"Sobredimensionado"
El 9 de marzo, en un acto durante una visita a Estados Unidos, Bolsonaro dijo que el "poder destructivo" del coronavirus estaba "sobredimensionado". Hasta entonces, la epidemia había matado a más de 3.000 personas en todo el mundo. Después de regresar a Brasil, más de 20 miembros de su séquito dieron positivo por COVID-19.
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"Europa se verá más afectada que nosotros"
Esta declaración fue hecha el 15 de marzo. Exactamente, dijo: "La población de Europa es más vieja que la nuestra. Entonces, más personas se verán afectadas por el virus que nosotros". Según la OMS, los grupos de riesgo, como los ancianos, tienen las mismas posibilidades de contraer la enfermedad que los jóvenes. La diferencia está en la gravedad de los síntomas.
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"Gripecita" y "antecedentes de deportista"
Al menos dos veces, Bolsonaro se refirió al COVID-19 como "gripecita". El 24 de marzo, en cadena nacional, afirmó que, teniendo "antecedentes de deportista", "no sentiría nada" si contrajera el nuevo coronavirus o, como máximo, sufriría un "resfriado o una gripecita". Días después, dijo: "Para el 90% de la población, será una gripecita o nada".
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"Todos vamos a morir algún día"
Tras visitar comercios en Brasilia, desatendiendo las recomendaciones dadas por su propio Ministerio de Salud y la OMS, Bolsonaro dijo el 29 de marzo que era necesario enfrentar el virus "como hombres". "El empleo es fundamental, esta es la realidad. Enfrentaremos el virus con la realidad. Es la vida. Todos moriremos algún día".
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"La hidroxicloroquina está funcionando"
Bolsonaro ha defendido repetidamente la cloroquina como tratamiento contra el COVID-19. El 26 de marzo dijo que el fármaco contra la malaria "está funcionando", aunque ya no había ninguna base científica para defender la sustancia. En junio, la OMS dejó de realizar pruebas con hidroxicloroquina después de que la evidencia sugiriera que el fármaco no reduce la mortalidad por COVID-19.
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"El virus ya se está yendo"
El 10 de abril, Brasil superó la marca de 1.000 muertes por coronavirus. En el mundo, ya había 100 mil muertos. Dos días después, Bolsonaro dijo que "parece que este problema de virus está empezando a desaparecer". Meses después, Brasil se convertiría en un epicentro mundial de la pandemia, con decenas de miles de muertes.
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"No soy un enterrador"
Así reaccionó el mandatario, frente al Planalto, cuando un periodista le hizo una pregunta sobre las cifras del COVID-19 en Brasil. “Mira, mira, mira, hombre. Quién habla de ... yo no soy enterrador, ¿estamos? ”, dijo Bolsonaro el 20 de abril.
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"¿Y? ¿Qué quieres que haga?"
Fue una de las declaraciones del presidente que más indignó. Con más de 5.000 muertes, Brasil acababa de superar a China en número de muertes. Era el 28 de abril y nuevamente se le preguntaba al presidente sobre las cifras del virus. "¿Y? Lo siento. ¿Que quieres que haga? Soy Mesías (su segundo nombre), pero no hago milagros ... ”
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"Voy a hacer un asado"
El 7 de mayo, Brasil ya tenía más de 140 mil contagiados y 9 mil muertos. Metrópolis como Río y São Paulo estaban en cuarentena. El presidente anunció que haría una pequeña fiesta. "Estoy cometiendo un crimen. Voy a hacer un asado el sábado aquí en casa...". Días después, regresó diciendo que la noticia era "falsa".
Imagen: Reuters/A. Machado
"¿A qué le tienen miedo? ¡Enfréntenlo!"
En julio, el presidente anunció que tenía COVID-19. Dijo que se "curó" 19 días después. Fuera del aislamiento, comenzó a viajar. En Bagé, el 31 de julio, sugirió que la propagación del virus es inevitable. "Desafortunadamente, creo que casi todos ustedes lo atraparán algún día. ¿A qué le tienen miedo? ¡Enfréntenlo!"