Jair Bolsonaro juró como nuevo presidente de Brasil
1 de enero de 2019
Bolsonaro tomó posesión del cargo en el Congreso y anunció "grandes cambios". Luego se dirigirá al Palacio de Planalto, sede del Gobierno, donde recibirá la banda presidencial de manos del saliente, Michel Temer.
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Bolsonaro, junto a su esposa Michelle, había arrivado al Parlamento tras una breve desfile en un automóvil Rolls Royce "Silver Wraith" sin capota, en el que recorrió unos 1.000 metros hasta la sede del Congreso, donde cientos de diputados le ovacionaban mientras seguían las imágenes por televisión.
El nuevo presidente y su esposa hicieron ese recorrido en pie dentro del Rolls Royce, cercado por guardaespaldas y seguido por soldados a caballo del regimiento Dragones de la Independencia, responsable por la guardia de honor de la Presidencia brasileña.
Sin capota, rumbo a la presidencia
En el breve trayecto que realizaron en el vehículo sin capota, Bolsonaro y su esposa fueron aclamados por miles de personas que se han acercado a la Explanada de los Ministerios, una céntrica avenida en la que concentra todo el poder público, para presenciar los actos de investidura.
En la ceremonia se esperaba la presencia de los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera; Honduras, Juan Orlando Hernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Perú, Martín Vizcarra; y Uruguay, Tabaré Vázquez.
Asimismo, asisten los primeros ministros de Israel, Benjamín Netanyahu; Hungría, Viktor Orbán; y Marruecos, Saadedine Othmani; así como los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza; y Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca, entre otras autoridades.
Bolsonaro hasta 2023
Una vez que jure el cargo y pronuncie su primer discurso ante el Parlamento como nuevo mandatario, Bolsonaro se dirigirá al vecino Palacio de Planalto, sede del Gobierno, donde recibirá la banda presidencial de manos del gobernante saliente, Michel Temer.
Pronunciará entonces un segundo discurso ante las personas que se congreguen frente al palacio presidencial, donde recibirá el saludo de las autoridades extranjeras y encabezará la ceremonia en la que asumirán sus cargos los 22 miembros de su Gabinete.
Los actos concluirán al caer la noche, con una recepción de gala ofrecida en la sede de la Cancillería por el nuevo presidente, cuyo mandato concluirá el 1 de enero de 2023.
jov (efe, globo)
Brasil: los capítulos de una elección polarizada
Trece candidatos se presentaron en la disputa por el Planalto, en las elecciones que ganó, en segunda vuelta, el ultraderechista Jair Bolsonaro. Vea aquí los principales episodios de esta disputa.
Imagen: Agencia Brasil/R. Rosa
Entra en escena el financiamiento de las campañas
Ante la prohibición a las donaciones hechas por empresas, el Congreso creó en octubre de 2017 un nuevo fondo de 1,7 mil millones de reales para financiar candidaturas políticas. El 60 por ciento de fondo quedó en las manos de seis partidos: MDB, PT, PSDB, PP, PSB Y PR, dejando a los candidatos independientes con menos recursos.
Imagen: Reuters/A. Machado
Lula es condenado y arrestado
Cuando anunció, en 2016, su intención de disputar la elección presidencial, Lula se convirtió en el líder en las encuestas. En enero, sin embargo, su situación se complicó tras una condena en segunda instancia que lo dejó virtualmente inelegible. En abril, fue arrestado, con la posibilidad de que su candidatura fuera anulada. El PT comenzó a tener dificultades para formar alianzas.
Imagen: Reuters/L. Benassatto
Los "outsiders" salen de la escena
La posibilidad de que Lula quedara fuera y el sentimiento antipolítico entre la población, indicaban que ésta sería la elección de los "outsiders". El exministro del Supremo Joaquim Barbosa y el presentador Luciano Huck llegaron a aparecer en las encuestas. El empresario Flávio Rocha anunció su candidatura. Sin embargo, en julio todos habían desistido.
Imagen: Imago/ZUMA Press/M. Chello
Candidaturas descartadas
La elección de 2018 parecía destinada a superar el número de candidatos de 1989, cuando 22 aspirantes disputaron la Presidencia. En abril había 23 nombres interesados en aparecer en la papeleta, entre ellos el presidente Michel Temer, el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, y el expresidente Fernando Collor. Pero pronto desistieron. En agosto se llegó al número de 13 candidatos en carrera.
Imagen: Marcelo Camargo/Agência Brasil
Los candidatos aislados
La jugada de Alckmin con el "centrón" acabó aislando a otros candidatos. Jair Bolsonaro (PSL) intentó negociar con el PR, pero tuvo que contentarse con el PRTB. Ciro Gomes (PDT) también vio naufragar sus intentos de coalición. Los tres terminaron la fase de convenciones con poco apoyo y tiempo de TV.
La novela de los vices
La fase de convenciones comenzó a finales de julio sin que la mayoría de los precandidatos tuviera un compañero de fórmula. Bolsonaro recibió tres rechazos hasta cerrar con el general Mourão (PRTB). Henrique Meirelles (MDB) y Ciro Gomes (PDT) se contentaron con nombres del propio partido. Alckmin fue rechazado por el empresario Josué Alencar antes de optar por Ana Amélia (PR).
Imagen: Agência Brasil/F.Frazão
El "plan B" del PT
Con Lula virtualmente inelegible, la elección de su vicepresidente pasó a ser un trampolín para el candidato sustituto. A principios de agosto, el PT acabó eligiendo a Fernando Haddad, que desde el inicio del año era visto como "plan B". Manuela D'Ávila (PCdoB) quedó con la curiosa posición no oficial de "vice del vice", asumiendo la posición una vez que se supiera si Lula era candidato o no.
Imagen: Agência Brasil/F.Rodrigues Pozzebom
Ataque a Bolsonaro
El candidato del PSL, Jair Bolsonaro, fue apuñalado durante un acto de campaña en Juiz de Fora. Sus adversarios condenaron la agresión, y algunos llegaron a cambiar el tono de la campaña. Pero no hubo un impacto decisivo en el electorado, pues sigue liderando las encuestas aunque casi con el mismo porcentaje, mientras que el rechazo hacia él aumentó.
Imagen: picture-alliance/dpa/Agencia O Globo/A. Scorza
El intercambio de Lula por Haddad
Después de meses de suspenso y con el aval de Lula, Fernando Haddad fue oficializado candidato a la Presidencia por el PT el 11 de septiembre, a menos de un mes de la primera vuelta, lo que ocurrió una vez que se agotaron todas las posibilidades de que el expresidente participara en la carrera presidencial. El desafío desde entonces fue transferir los votos de Lula a Haddad.