Jamenei dice que no habrá negociaciones con EE. UU.
17 de septiembre de 2019
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, insistió este martes en que su país no entablará negociaciones con EE. UU. "a ningún nivel", coincidiendo con una escalada de la tensión entre Teherán y Washington.
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Jamenei apuntó en un discurso que negociar con Washington significaría "la victoria de la campaña de 'máxima presión' de Estados Unidos" contra Irán, en alusión a las sanciones y las amenazas de ataques.
"Ofreciendo un nuevo diálogo a Irán, EE. UU. busca imponer su voluntad a la nación persa e ir más allá en su política de 'máxima presión' contra este país”, subrayó.
"Esto es una muestra del desorden político en la Casa Blanca o es un truco para confundir a la contraparte, aunque con Irán no funciona", agregó.
Jameneí recordó que tanto el presidente Hasan Rohaní como el jefe de la diplomacia Mohamad Yavad Zarif han expresado su rechazo a esas negociaciones.
Ayer, lunes (16.09.2019), el Ministerio de Exteriores de Irán negó que vaya a producirse a finales de mes en la Asamblea General de la ONU en Nueva York una reunión entre Rohaní y el presidente estadounidense, Donald Trump.
La Administración Trump ha impuesto duras sanciones a Irán y en los últimos días ha amenazado con represalias tras acusar al país persa de perpetrar el ataque del pasado sábado contra la petrolera saudí Aramco, pero al mismo tiempo se dice abierta al diálogo.
El presidente estadounidense aseguró este lunes que no quiere ir a la guerra con Irán y que la vía diplomática no se ha agotado, pero advirtió de que EE. UU. está "mejor preparado" en caso de que surja un conflicto entre ambos países.
Las autoridades iraníes han negado su implicación en los ataques contra Aramco, reivindicados por los rebeldes hutíes del Yemen, que cuentan con el respaldo de Teherán.
No obstante, según imágenes de satélite difundidas por la CNN, al parecer los drones que lanzaron el ataque procedían del noroeste, donde se ubican tantoIrán como Irak, y no del Yemen,al sur de Arabia Saudí.
CP (efe, afp)
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Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.