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Japón cambia de rumbo: ayuda a Kiev y se distancia de Moscú

14 de abril de 2024

Sin que muchos se den cuenta, Japón se ha convertido en uno de los principales financiadores de Ucrania y de su campaña contra Rusia. ¿Qué hay detrás de esto y hasta qué punto Tokio se ha distanciado realmente de Moscú?

Fumio Kishida y Volodimir Zelenski en Kiev.
Fumio Kishida y Volodimir Zelenski en Kiev.Imagen: Alina Yarysh/REUTERS

Cuando Europa habla de ayuda a Ucrania, mira hacia sí misma y hacia Estados Unidos, el principal donante. Pero en Washington, republicanos y demócratas llevan meses sin ponerse de acuerdo sobre un nuevo paquete de ayuda para Kiev. En vista de ello, Japón, al igual que otros países, ha aumentado su participación mediante apoyo financiero. Según el Ministerio de Finanzas ucraniano, Tokio se ha convertido en uno de los donantes más importantes de Kiev, e incluso en su principal donante en los primeros meses de 2024, sin hacer grandes anuncios.

Millones en ayuda, pero sin armas

En una conferencia celebrada en Japón en febrero, el primer ministro ucraniano, Denis Shmyhal, declaró que la ayuda proporcionada y prometida ascendería a más de doce mil millones de dólares. Según el Instituto de Economía Mundial de Kiel, Japón ocupó en enero el sexto lugar en ayuda internacional a Ucrania, con más de siete mil millones de euros.

El dinero japonés está ayudando a mantener a flote la economía ucraniana. El Banco Nacional calcula que Ucrania ha perdido un tercio de su producto interno bruto desde la invasión rusa. Por razones históricas y debido a restricciones legales nacionales, Tokio no puede suministrar armas letales a Kiev. Por lo tanto, los suministros incluyen alimentos, medicinas, generadores, coches, chalecos antibalas y equipos de desminado.

Entrega de misiles a EE.UU.

Sin embargo, lo más importante para Kiev es conseguir armas. A pesar de su pacifismo consagrado constitucionalmente, Japón podría ayudar. La prensa japonesa escribió sobre una posible entrega a EE.UU. de misiles fabricados bajo licencia en Japón para los sistemas de defensa antiaérea Patriot estadounidenses, de modo que Washington pueda pasar sus misiles a Ucrania. Representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso declararon que la aparición de misiles japoneses en Ucrania tendría "consecuencias" para las relaciones de Moscú con Tokio.

Atsuko Higashino, profesora de la Universidad de Tsukuba, está a favor de dicha entrega, ya que los misiles "no son un arma para matar, sino para proteger al pueblo ucraniano". Sin embargo, Higashino no cree que pueda esperarse una entrega de este tipo "en un futuro próximo", ya que Japón tiene un "grave déficit" de sistemas de defensa. James Brown, profesor de la Universidad Temple de Tokio, cree que las entregas de misiles Patriot a EE.UU. ya están "acordadas en gran medida" y que los retrasos se deben a la normativa japonesa. Para Japón es muy importante que los misiles japoneses no aterricen en Ucrania.

Un "cambio radical" en las relaciones con Rusia

Pero, ¿cómo es que Japón se ha convertido en uno de los socios más importantes de Ucrania? "Al ayudar a Ucrania y contrarrestar la agresión rusa, Japón está pensando en cómo puede proteger el sistema internacional de un cambio violento del statu quo", afirma Brown. Japón está intentando "disuadir a China de realizar intentos similares contra Taiwán". El primer ministro nipón, Fumio Kishida, también habló de ello con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una cumbre tripartita sobre el Indo-Pacífico celebrada en Washington.

Durante una visita a Japón, Zelenski rindió tributo a las víctimas de la bomba atómica lanzada por Estados Unidos en Hiroshima.Imagen: Naoya Azuma/The Yomiuri Shimbun/AP/picture alliance

Según Atsuko Higashino, la actitud de Japón hacia Ucrania y Rusia ha "cambiado radicalmente". Mientras que Japón "aceptó la anexión ilegal de Crimea" y la "propaganda rusa" en 2014, todo cambió con la invasión a gran escala de Ucrania, afirma. Higashino cree que esto se debe, entre otras cosas, a "la clara violación de la Carta de la ONU" y a la "brutalidad" del ejército ruso en Bucha, cerca de Kiev.

Japón sigue implicado en proyecto de GNL

A ello ha contribuido también un cambio en la cúpula del gobierno. "Bajo el liderazgo anterior, con el primer ministro Shinzo Abe, Japón estaba muy interesado en acercarse a Rusia y se había fijado el objetivo de establecer asociaciones, resolver la disputa territorial (sobre las islas Kuriles) y firmar un tratado de paz", dice James Brown. "Pero después de 2022, el gobierno japonés se dio cuenta de que estos esfuerzos no funcionarían. En su lugar, se dio prioridad no a construir una asociación con Rusia, sino a garantizar el fracaso de la agresión rusa contra Ucrania".

A diferencia de Abe, el primer ministro Kishida ha pasado a "sanciones de gran alcance contra Rusia", afirma Atsuko Higashino. "Antes eso era sencillamente impensable", afirma la analista política. Sin embargo, Japón no ha decidido romper completamente las relaciones con Moscú. Hay excepciones para algunas áreas de la economía, sobre todo en el sector energético. Las empresas automovilísticas japonesas se han retirado del lucrativo mercado ruso, pero Japón sigue participando en el proyecto de petróleo y gas Sajalín-2, aunque otras empresas occidentales ya no participan. El proyecto abastece a Japón de gas natural licuado (GNL). Japón, que prácticamente carece de combustibles fósiles propios, obtiene alrededor del 9 por ciento de su GNL de Rusia. Japan Tobacco también sigue operando en Rusia.

Como gesto de apoyo a Tokio, el Parlamento ucraniano aprobó en octubre de 2022 un decreto en el que Kiev se ponía del lado de Tokio en el contencioso ruso-japonés por las islas Kuriles. El decreto reconoce que los "Territorios del Norte", como se denominan las islas en Japón, "siguen estando ocupados por la Federación Rusa". El Presidente Volodimir Zelenski también firmó un decreto similar.

(mn/dz)

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