Hiroshima conmemoró el ataque nuclear que sufrió hace 73 años con una ceremonia en la que las autoridades de la ciudad alertaron sobre las nuevas tensiones nucleares globales.
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"Cuando la humanidad deja de ver la realidad y se olvida de la historia puede repetir un terrible error", afirmó este lunes (06.08.2018) el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, en los actos que se desarrollaron en esa ciudad del oeste de Japón.
A las 8:15 hora local del 6 de agosto de 1945 una bomba de uranio, "Little Boy", fue arrojada por un bombardero B-29 estadounidense, y tres días después un segundo artefacto destruyó la ciudad de Nagasaki.
Las bombas nucleares que fueron lanzadas en Hiroshima y Nagasaki convirtieron a Japón en la única nación que ha sido atacada con armas atómicas, y forzaron poco después la capitulación del país en la II Guerra Mundial.
El alcalde de Hiroshima dijo que hay más de 14.000 armas nucleares en el mundo y alertó sobre el rebrote del nacionalismo y las nuevas tensiones nucleares que recuerdan las que había durante la Guerra Fría.
Importancia de tratado para prohibir armas nucleares
Por ello, Matsui destacó la importancia del tratado para prohibir las armas nucleares adoptado por la Asamblea General de la ONU el 7 de julio de 2017, pero que no ha sido ratificado por las potencias atómicas, tampoco por Japón.
Ese tratado fue descrito como un "hito histórico" por el alcalde de Hiroshima, quien ensalzó los esfuerzos para acabar con los tensiones generadas por las pruebas atómicas y balísticas de Corea del Norte.
"Esperamos que la paz en la península coreana se consiga a través del diálogo", agregó Matsui.
La bomba de Hiroshima causó unos 140.000 muertos el mismo día y en las fechas posteriores. Actualmente hay más de 150.000 supervivientes a ese ataque, con una edad media de 82 años.
VT (efe, dlf)
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Hiroshima y Nagasaki: recuerdos del horror
En cada aniversario de los bombardeos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en 1945, el mundo entero recuerda a las víctimas y se reflexiona sobre las terribles consecuencias de la guerra.
Imagen: Kazuhiro Nogi/AFP/Getty Images
Primer ataque
El 6 de agosto de 1945, el bombardero "Enola Gay“ arroja sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica empleada en una guerra. El artefacto tenía un seudónimo que parecía inocuo: “El pequeño”. De los 350.000 habitantes de esa localidad murió en unos cuantos segundos la quinta parte, según se estima. La enorme presión desatada por la detonación destruye por completo Hiroshima.
Imagen: Three Lions/Getty Images
El “Enola Gay”
Originalmente se tenía programado el 1 de agosto de 1945 como fecha para el ataque. Sin embargo, éste fue postergado a causa de un tifón. Cinco días más tarde despegaba el bombardero “Enola Gay” con una tripulación de 13 personas a bordo. Los militares se enteran solo en pleno vuelo que deben arrojar la bomba atómica.
Imagen: gemeinfrei
El segundo ataque
Tres días después del bombardeo a Hiroshima, el ejército estadounidense arroja una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. En un principio el objetivo era Kyoto. Pero algunas consideraciones hechas por el secretario de Defensa de EE.UU. se cambia el punto donde habrá de caer la segunda bomba atómica. Ésta lleva el seudónimo de “Gordo” y tiene una potencia equivalente a la de 22.000 toneladas de TNT.
Imagen: Courtesy of the National Archives/Newsmakers
Objetivo estratégico
En Nagasaki se ubicaba la sede principal del consorcio Mitsubishi, que fabricaba armamento. En sus muelles se ubicaban enormes astilleros militares. Ahí fueron producidos los torpedos con los cuales Japón atacó la base militar estadounidense de Pearl Harbor. La poca visibilidad hizo imposible un ataque directo a los astilleros.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las víctimas
Meses después de las explosiones, miles de personas fallecían aún a causa de las secuelas. Hasta finales de 1945 se registraron 60.000 víctimas mortales más a causa de la radiación, quemaduras o lesiones graves. Cinco años más tarde, el número total de víctimas por los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki era estimado en 230.000.
Imagen: Keystone/Getty Images
Capitulación y terror
Tras el lanzamiento de las dos bombas atómicas, los japoneses temían que viniera una tercera sobre la capital, Tokio. Japón capituló y con ello terminó la Segunda Guerra Mundial en Asia. Los bombardeos fueron ordenados por el presidente Harry S. Truman. Muchos historiadores consideran que ambos bombardeos constituyen crímenes de guerra.
Imagen: AP
Reconstrucción
El destruido casco de Hiroshima fue reconstruido por completo, y sólo una isla en el río Ota permanece a manera de santuario de la paz. Ahí se encuentran hoy algunos monumentos, así como el Museo de la Paz, el Monumento Infantil a la Paz y las ruinas de la antigua cámara de Industria y Comercio. Arde ahí una llama que sólo se extinguirá cuando el mundo esté completamente libre de armas atómicas.
Imagen: Keystone/Getty Images
Cultura de la conmemoración
En Nagasaki se ubica desde 1955 un museo en el que se recuerda a las bombas atómicas, así como un Parque de la Paz dedicado a las víctimas y las consecuencias de los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki. Ambas localidades son símbolo del potencial destructivo de las armas atómicas y nucleares.
Imagen: Getty Images
Contra el olvido
Desde los ataques de 1945, en todo el mundo se conmemora a las víctimas de los bombardeos atómicos. En Hiroshima hay ceremonias cada año. Sobrevivientes, familiares de las víctimas y políticos se congregan para guardar un minuto del silencio. Muchos japoneses luchan activamente contra el armamentismo nuclear.