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Renacimiento de la energía nuclear

11 de agosto de 2015

Después de que Japón viviera en 2011 su peor accidente nuclear, en la planta Daiichi, en Fukushima, el país comienza a reiniciar sus reactores. Martin Fritz, corresponsal de DW, informa desde Tokio.

Imagen: picture-alliance/dpa/Kyushu Electric Power Company

Cientos de manifestantes protestan este martes ante la planta nuclear Sendai, en el sureste japonés, contra la decisión del Gobierno de reanudar el programa de energía atómica. Sus reclamos, sin embargo, no surtieron efecto y el reactor fue puesto en marcha; otra unidad nuclear comenazará a funcionar en octubre.

El programa de energía nuclear del Gobierno japonés es un tema controvertido. En una reciente encuesta llevada a cabo por el periódico japonés Mainichi, el 57% de la población rechaza la reactivación de los reactores nucleares, solo el 30% está a favor. La decisión del primer ministro, Shinzo Abe, de ignorar a la mayoría de la población se debe probablemente a la gran influencia ejercida por el lobby de las compañías eléctricas sobre los políticos, dijo Franz Waldenberger, experto en Japón del Instituto Alemán de Estudios Japoneses, en Tokio.

Tácticas inteligentes

El primer ministro japonés ha actuado contradictoriamente en términos de política energética. Al principio, prometió reducir lo más posible la dependencia de su país de la energía nuclear. Acto seguido anunció que la energía nuclear sería “una de las mayores fuentes de electricidad”, entre el 20 y 22%. En el G7, prometió una reducción del 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Imagen: picture-alliance/dpa/M. Takei

La seguridad preocupa

La seguridad de las plantas nucleares es el talón de Aquiles del Gobierno japonés, que ha dejado el tema en manos de la NRA ( Comisión Reguladora de Energía Nuclear). Una investigación llevada a cabo por el periódico Asahi arroja el siguiente dato: solo dos de las 85 instalaciones médicas y menos del 10% de las casas de acogida, en un radio de 30 km, están realmente habilitadas en caso de accidente. Así lo confirma el miembro de Greenpeace, Shaun Burnie: “El Gobierno está ignorando principios fundamentales de seguridad nuclear y sanitaria”.

Además, Sakurajima, uno de los volcanes activos de Japón, solo se halla a 50 kilómetros de distancia de la planta nuclear de Sendai. Varios vulcanólogos han contradicho a los inspectores que declaran que el volcán no supone una amenaza. Otros expertos piensan que volver a poner en funcionamiento a los reactores tras un periodo tan grande de inactividad es peligroso.

¿Una meta poco realista?

Se duda del renacimiento de la energía nuclear en Japón. “ Las energías renovables se están volviendo competitivas en el país”, comentó Waldenberger, lo que se demuestra en la diversidad energética del país.

Manifestantes en contra de la energía nuclear en Japón.Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. Hoshiko

Se necesitarían 35 reactores para poder generar la cantidad de energía nuclear planeada por el Gobierno. Incluso el jefe ecónomico del Instituto de Economía Energética, Ken Koyama, se refirió a la meta como “deseable”, pero de los 56 reactores en activo antes del accidente de Fukushima, solo 43 estarían operativos. Ya se han solicitado 25 licencias de funcionamiento; hasta ahora solo se han concedido cinco, dos fueron denegadas por un tribunal.

La energía nuclear en Japón competirá con la “energía verde” a partir de 2016, cuando los nipones podrán elegir qué tipo de energía desean y con el espacio, ya que el país no cuenta con suficiente lugar para almacenar el combustible nuclear gastado.