Aumento de la pobreza y descenso de la inflación: los 100 primeros días del presidente de Argentina, Javier Milei, son motivo de esperanza, pero también de preocupación. El Observatorio de la Deuda Social Argentina, un centro de investigación de la Universidad Católica (UCA), ha registrado un aumento de la pobreza -que antes rondaba el 45 por ciento-, hasta el 57 por ciento. Mientras, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) prevé que la pobreza infantil y juvenil aumente del 62 por ciento al 70 por ciento. Este es, probablemente, el mayor problema para el nuevo Gobierno: las crecientes tensiones sociales lo hacen vulnerable.

Primeros éxitos de la política fiscal

La inflación bajó del 25 por ciento en diciembre al 20 por ciento en enero, y nuevamente al 13,2 por ciento en febrero. El portal Perfil, un semanario argentino, pronosticaba incluso una nueva reducción de aproximadamente el 7 por ciento en julio.  La "fuerte desaceleración" de la inflación es "el resultado del trabajo del Gobierno nacional para aplicar una estricta disciplina presupuestaria", comentó Milei al respecto. Pero, aunque haya bajado, una inflación del 13,2 por ciento es también un duro golpe para la población.

"El éxito más importante es el descenso de la inflación, que hasta ahora ha superado las expectativas", sostiene el consultor económico Carl Moses, residente en Buenos Aires, en una entrevista con DW. "A pesar de la grave recesión, los precios de las acciones y los bonos argentinos han subido mucho. Esto está en consonancia con el estado de ánimo de la población, que es mejor de lo que cabría esperar, dado el dramático deterioro de la situación económica y social."

Las reformas se atascan

No obstante, hasta el momento Milei ha sido incapaz de sacar adelante sus ambiciosas reformas económicas, principalmente por las derrotas en el Congreso, donde su partido, La Libertad Avanza, no tiene mayoría, así  como en el Senado. Esto, según Moses, ha provocado el estancamiento de las reformas.

"El equilibrio a corto plazo de las finanzas públicas, del que tanto se enorgullece el Gobierno, se ha basado hasta ahora en la devaluación real de las pensiones y los salarios, así como en otras medidas provisionales que no pueden sostenerse a largo plazo", indica.

En una entrevista con DW, el economista Agustín Etchebarne, de la fundación Libertad y Progreso, en Buenos Aires, pide que se apliquen las reformas: "Este proceso de ajuste y transformación económica es fundamental para sentar las bases de un crecimiento sostenido y la estabilidad a largo plazo. Esperamos una recuperación de la economia para la segunda mitad del año."

Duras medidas de ahorro

Mediante severas políticas de austeridad, el Gobierno de Milei intenta reorganizar el presupuesto fiscal heredado, que permanece muy endeudado. Por un lado, se busca cerrar la agencia estatal de noticias Télam, que según las cifras oficiales funciona con pérdidas, y además, no se han prorrogado innumerables contratos temporales en la emisora de radio nacional. Se han clausurado instituciones estatales y se ha recortado la financiación de los gobiernos provinciales.

"No hay dinero", dijo Milei sobre las arcas del Estado al principio de su mandato.

No obstante, y a pesar de perder algunos puntos en las encuestas, el apoyo a Milei es relativamente estable. De hecho, una parte de la población está convencida de que estos sacrificios merecen la pena, mientras que la otra mitad ve la evolución con gran preocupación.

Críticas de las organizaciones sociales

Oposición y organizaciones sociales critican duramente la actuación del Gobierno, como es el caso de la Iglesia católica. Los sacerdotes de las clases sociales más desfavorecidas recalcan que el número de personas que piden ayuda en los comedores sociales ha aumentado notablemente.

Emilio Pérsico, secretario general del Movimiento Evita, sospecha que la presidencia podría terminar prematuramente ante el aumento de la pobreza: "Sería un milagro que el Gobierno de Javier Milei dure cuatro años".

(aa/ms)