El periódico berlinés Die Tageszeitung analiza el impacto del éxito preliminar de Javier Milei en las primarias argentinas (PASO) en un comentario: "Las réplicas sísmicas alcanzaron el lunes los mercados financieros de Argentina. El gobierno devaluó la moneda nacional, y luego el Banco Central elevó la tasa de interés anual del 97 al 118 por ciento. Lo que se concibió como una forma de atenuar la huida del peso hacia el dólar, no tuvo resonancia en casas casas de cambio clandestinas. El precio de la moneda estadounidense subió de un golpe 80 pesos, llegando a los 685.

Pero el verdadero terremoto se había producido el domingo, en las primarias para los comicios presidenciales de octubre. En forma absolutamente sorpresiva, el autodesignado 'anarco-capitalista' Javier Milei emergió como el precandidato mejor posicionado, con un 30 por ciento de los votos. Cualquier resultado habría tenido impacto en los inseguros mercados financieros, pero el anuncio de Milei de que se propone cerrar el Banco Central e instaurar el dólar como única moneda, causó ajetreo y nerviosismo. (…)

Lo que el resultado de las primarias podría cambiar en materia de política exterior se verá en la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), dentro de una semana. El Gobierno argentino se esfuerza hasta ahora por ingresar a la alianza de países emergentes, con buenas perspectivas de éxito. Si en diciembre llega al poder un presidente de derecha, esos esfuerzos probablemente cesarán y se producirá una mayor orientación hacia Estados Unidos”.

"Baila con dólares”

El diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, de la metrópoli financiera alemana Fráncfort del Meno, destaca la alta inflación de Argentina, un país donde el 40 por ciento de la población se considera hoy en día pobre. "La propuesta de Milei para controlar la inflación es tan simple como controvertida: quiere eliminar el peso y reemplazarlo por el dólar. Cree que entonces no se necesitará más un Banco Central. (…) El plan de Milei contempla dolarizar la economía argentina lo más rápido posible. Originalmente habló de dos años y medio. Antes habrían de aplicarse una serie de reformas liberales, para abrir la economía argentina y liberalizar el mercado laboral. También piensa en una ‘competencia entre las monedas” en un paso posterior.

Una dolarización no podría efectuarse, en consecuencia, de la noche a la mañana. Entretanto, Milei y sus asesores están conscientes de eso. Por otra parte, muchos economistas dudan de si la medida sería posible y sensata. Porque, por ejemplo, semejante paso estaría ligado a una extrema devaluación, una fuerte inflación, y a un derrumbe de los sueldos.

Otro problema sería la dependencia de decisiones de política financiera de otro país. Además, los problemas de Argentina no solo obedecen al peso, sino también a un déficit presupuestario crónico y excesivo. Y hay aún otro obstáculo evidente: para una dolarización se necesitan dólares. Pero Argentina no los tiene”.

Atractivo y contradictorio

El rotativo suizo Neue Zürcher Zeitung analiza, por su parte, las causas del atractivo de Milei para los votantes: "Con Javier Milei, la permanente crisis argentina catapultó a un político difícil de definir, y en parte también contradictorio, a una posición de liderazgo. En materia de política económica, Milei es un seguidor del economista austriaco Friedrich August von Hayek. Apunta contra el intervencionismo estatal omnipresente en Argentina, responsable de las crisis cíclicas permanentes, y propone reformas radicales. En cuanto a la política social, oscila entre puntos de vista libertarios y conservadores. Por ejemplo, encuentra que cada cual debería poder consumir drogas a su antojo o vender sus órganos. En cambio, en lo tocante al aborto, tiene una postura muy restrictiva: solo quiere permitirlo si la vida de la madre corre peligro. (…).

Milei debe su popularidad al hecho de que no habla con rodeos, como los otros candidatos. Eso vale sobre todo para la política económica. Ningún otro candidato o candidata se atreve a argumentar que se debe recortar los altos gastos fiscales. Ellos son la causa de que la inflación haya superado el 118 por ciento anual. El gobierno financia el sobregasto imprimiendo billetes. (…)

Una de las consignas de su campaña es que no entró en la política para conducir corderos, sino para despertar leones. La cosa es, qué pensarán sus adeptos si realmente recortara las pensiones y las ayudas sociales de las que vive casi la mitad de la población”.

(cp)