El jefe del Deutsche Bank, Josef Ackermann, tendrá que comparecer ante el tribunal regional de Düsseldorf a partir del 21 de enero del año próximo, por sospechas de malversación de fondos. El presidente del principal banco de Alemania se ve enfrentado a un proceso que gira en torno a las indemnizaciones y bonos pagados a altos ejecutivos y miembros del Consejo de Personal después de que la empresa Vodafone se hiciera cargo de la firma Mannesmann. La fiscalía considera que los citados ejecutivos intentaron enriquecerse a costa de Mannesmann. Ackermann no es acusado de haber desviado dinero a su propio bolsillo, pero se le reprocha haber descuidado sus obligaciones como miembro del Consejo de Supervisión, al haber autorizado tales pagos.