Rusia ocupa la región de Jersón, en el sur de Ucrania, desde principios de marzo. Al parecer, Moscú intenta declarar allí una pseudo-república, similar a lo que hizo en 2014 en las regiones de Luhansk y Donetsk. Los métodos son los mismos: se pretende legitimar una supuesta "República Popular de Jersón" con un falso referéndum.

Así lo informan los diputados del consejo regional de Jersón. Los invasores les pidieron por teléfono que colaboraran con ellos y que aceptaran la creación de esa "república popular" en una reunión del consejo.

Llamadas de presión de la "nueva administración"

"Los que nos llaman se autodenominan 'la nueva administración de la región de Jersón'", dice Serhiy Khlan, líder del grupo parlamentario del partido Solidaridad Europea. Según él, los rusos llamaron primero a los jefes de los grupos parlamentarios.

"Informé inmediatamente a la oficina presidencial ucraniana al respecto. Entonces, convocamos inmediatamente una sesión especial del consejo regional y subrayamos, en una declaración a todas las autoridades ucranianas, que la región de Jersón es parte integrante de Ucrania", dice Khlan. Los diputados del ayuntamiento también respaldaron por unanimidad la declaración.

Mientras tanto, la fiscalía de la región de Jersón abrió una causa penal por atentar contra la integridad territorial de Ucrania. La autoridad también confirmó que los ocupantes estaban planeando un referéndum ilegal sobre la proclamación de una pseudo-república.

Intimidación y amenazas

Sin embargo, hasta ahora, los ocupantes rusos no han conseguido celebrar un referéndum, ya que miles de habitantes de Jersón, así como de otras ciudades de la región, acuden a las concentraciones pro-ucranianas para protestar contra la ocupación rusa.

"Las manifestaciones no tienen líderes. La gente sale a la calle, aunque los soldados rusos les apunten con sus ametralladoras. De este modo, la gente quiere demostrar que todos los intentos de crear una 'república popular' en la región de Jersón son ilegales y vanos", dice un activista que no quiere dar su nombre por razones de seguridad.

Según él, los ocupantes rusos empezaron a organizar rápidamente un falso referéndum. Ahora intimidan a los activistas sociales, a los defensores de los derechos humanos y a los representantes de las autoridades locales, para imponer su pseudo-república.

Queman la casa de la alcaldesa de Jersón

En la ciudad de Kakhovka, por ejemplo, ha desaparecido el conocido periodista Oleh Baturyn, miembro de la plantilla del periódico regional Novy Den. Además, unos desconocidos quemaron la casa de Halyna Luhova, jefa del ayuntamiento de Jersón. "Ahora estoy sin hogar. Debo estar en su lista de muertos", dijo la política a la radio pública ucraniana.

Mientras tanto, debido a la intimidación y las amenazas, los periodistas locales están borrando los artículos y posts publicados anteriormente. Uno de los principales periódicos de la ciudad de Henichesk ha dejado de funcionar por completo.

Dirigida por el alcalde Oleksandr Tulupov, la administración pública de Henichesk se ha negado a cooperar con los ocupantes rusos y a celebrar el previsto pseudo-referéndum. Todos los representantes de la ciudad han dimitido de sus cargos al unísono.

"El día más difícil de nuestras vidas"

"Este es el día más difícil de nuestras vidas, para mí y para mi equipo. Tenemos que llegar a la conclusión de que, en tales condiciones, no podemos seguir desempeñando nuestras funciones como representantes del Gobierno local ucraniano", reza una declaración de Tulupov en el sitio web del ayuntamiento de Henichesk.

Tulupov es miembro de la "Plataforma de Oposición - Por la Vida". De hecho, el partido se considera una fuerza política prorrusa en Ucrania. El líder de la facción del partido en el consejo de la ciudad de Kherson, Yuriy Stelmashenko, teme que la región pueda verse afectada por una crisis humanitaria, ya que, desde hace quince días, no se entregan medicamentos, combustible, productos industriales ni alimentos.

Sitiados desde hace más de 15 días

Hasta ahora, solo los habitantes aislados de Jersón han aceptado la "ayuda humanitaria" de los militares rusos. Pero si la situación se deteriora aún más, los ucranianos podrían verse obligados a aceptarlo y, de este modo, verse empujados a un pseudo-referéndum", teme Stelmaschenko.

"Estamos haciendo todo lo posible para evitarlo, pero la ciudad lleva quince días aislada", dice el concejal. "La economía está mal, los comercios están cerrados. No tenemos ninguna conexión con otras regiones de Ucrania. No se permite el paso de convoyes de ayuda, aunque hay constantes negociaciones sobre corredores humanitarios. Aguantaremos hasta el final, pero ¿cuántas personas sobrevivirán en estas condiciones?"

(jov/rml)