Se levantaron de sus butacas, aplaudieron por minutos enteros, y otros coreaban su nombre: Jhon Córdoba disfrutó abiertamente ese momento, pese a que salía de recambio en el minuto 81 del partido contra Friburgo. El colombiano abrazó a su entrenador Markus Gisdol, se puso su ropa de entrenamiento, y vio distendido los últimos 10 minutos del encuentro en el Rhein Energie Stadion.

En el minuto 55, cuando el portero Alexander Schwolow rechazó un disparo de Jonas Hector, Córdoba estaba en el lugar justo para anotar. El colombiano de 26 años marcó así su séptimo gol de la temporada. Todos los ha conseguido jugando como local.

"El estadio Rhein Energie es como mi casa. Me siento bien ahí”, declaró Córdoba este fin de semana al diario Kölner Express. "Me encanta jugar ante nuestros hinchas, y hacerlos felices. El ambiente es único.”

El aprecio mutuo fue cuestión de trabajo. Córdoba llegó al Colonia en 2017, procedente del Maguncia. Su traspaso costó 17 millones de euros. Pero al principio, tanto él como la hinchada sufrieron una etapa de decepción, frustración y enojo. En su primera temporada, Córdoba no logró anotar, y esta sequía fue tan solo un símbolo de un equipo que a la postre descendería a la segunda división.

El segundo torneo en Colonia fue mejor para el colombiano. Con 20 anotaciones, jugó un papel muy importante en el regreso del club a la primera división. Los hinchas, incluso, lo nombraron como el mejor jugador de toda esa temporada. Córdoba, además, fue padre por primera vez.

Espíritu de lucha

De regreso en el máximo circuito del fútbol alemán, Córdoba pareció caer de nuevo en una crisis. El delantero que antes de llegar a Alemania jugó dos años en España, no anotó en las primeras diez jornadas del torneo. El regreso de Anthony Modeste incrementó la competencia en el ataque del equipo.

Pero Córdoba es un luchador, dentro y fuera de la cancha. Los días difíciles le han dado fuerza, como él mismo dice. Modeste no ha recuperado su forma de antaño, y el otro delantero, Simon Terodde, lucha por nivelar su desempeño. En la jornada 12, llegó al club un nuevo entrenador: Markus Gisdol le ha dado a Córdoba mucha confianza, y minutos de juego. El balance: siete goles en nueve partidos.

El colombiano parece entenderse muy bien sobre la cancha con Mark Uth, llegado en la pausa invernal. En el triunfo del equipo sobre el Wolfsburgo, ambos fueron protagonistas. Y contra Friburgo, Uth consiguió crear espacios importantes para los ataques de Córdoba.

Aunque su gol del domingo pudiera sugerir otra cosa, Córdoba no es un "cazagoles” que se dedica a esperar balones a modo. Él contribuye también en tareas defensivas, y crea recorrido por los costados. Es ágil y rápido, pese a su estatura de 1,88 metros y su tipo de juego robusto. Estas características lo convierten en un jugador interesante, incluso para clubes de la Premier League. El contrato del colombiano con el Colonia expira el año próximo.

Esto lo saben bien tanto los hinchas como los directivos del Colonia. Por eso, luego de que en algún momento se hubieran querido deshacer de él rápidamente, ahora temen perder el pundonor de este colombiano que, si algo ha demostrado, es que el trabajo y la constancia acaban dan buenos resultados en una liga como la alemana.

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