Jimena Rojas, una mujer que sabe de fútbol
19 de julio de 2015 Cuando Jimena Rojas cumplió 18 años, un amigo de su familia descubrió que la joven cumplía con los requisitos para convertirse en una futbolista. Convencido, el hombre habló con el padre de Jimena no una ni dos, sino varias veces, hasta que finalmente lo logró: Jimena, su hermana gemela Evelyn y la más pequeña, Melissa, jugaron en las eliminatorias para los Juegos Deportivos Nacionales de Costa Rica. “Así empieza la aventura que se convertiría en mi vida”, cuenta a DW la misma Jimena Rojas, hoy la primera mujer en trabajar en la división de honor del fútbol costarricense masculino.
La joven, de 31 años, revela que cuando era niña su padre argumentaba que el fútbol “era un juego para hombres, por eso toda mi infancia jugué baloncesto”. Pero cuando el destino está escrito, no hay nada que pueda contradecirlo. Casualmente en los Juegos Deportivos Nacionales había veedores de la selección nacional de fútbol femenino sub-19 y las tres chicas Rojas fueron nominadas. Jimena jugó cinco años tanto en esa categoría como en la selección mayor. El largo camino de la “profe”, como le dicen hoy los jugadores, hacia su actual condición de asistente técnica del equipo de fútbol de la Universidad de Costa Rica (UCR) incluso tuvo un paso por Alemania. La misma “profe” lo cuenta:
“Tuve la oportunidad de estudiar en Alemania gracias a una beca que recibí del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán. Un profesor de la UCR me contó que existía esa posibilidad y, bueno, fui la única seleccionada de mi país para participar en ese curso en 2011. Estuve seis meses en Leipzig. Es una ciudad histórica, llena de estudiantes de todo el mundo, lo que hizo inolvidable la experiencia, así como la exquisita gastronomía y el buen trato de los alemanes. Alemania es un país hermoso”.
¿Cómo calificaría la experiencia?
Como una de las mejores de mi vida, ya que me dio la posibilidad de especializarme en lo que tanto amo, el fútbol, bajo una escuela de formación que ha dado frutos a lo largo de los años. Alemania es una de las potencias mundiales tanto en femenino como en masculino, y eso me permitió ampliar mis horizontes, tener una nueva perspectiva y adaptar dichos conocimientos a mi filosofía de trabajo como entrenadora. Además tuve profesores altamente calificados en diversas ramas y estudié con 21 entrenadores de Latinoamérica, lo que enriqueció aún más mi aprendizaje y forma de ver la vida y el mundo del fútbol.
Tras su paso por la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Leipzig, ahora trabaja como asistente técnica. ¿Cuál es su sueño, hasta dónde le gustaría llegar en su carrera profesional?
Efectivamente soy entrenadora asistente y preparadora física del equipo de la Universidad de Costa Rica, y ante todo deseo hacer un buen papel para seguir creciendo a nivel profesional y en un futuro cercano tener el honor de dirigir la Selección Nacional Femenina de mi país. También me gustaría dirigir en Europa.
En otras entrevistas usted ha dicho que el machismo no le quita el sueño. ¿Hay mucho de eso en el fútbol?
Con el paso de los años el fútbol ha cambiado, ahora los cuerpos técnicos están conformados por profesionales especializados, lo que ha permitido maximizar el potencial de nuestros futbolistas. Yo llegué a formar parte de dicho equipo de trabajo gracias a una evaluación objetiva de mis méritos académicos y profesionales. El machismo es algo que está en el medio, pero no me preocupa porque vine a trabajar duro y con mucha humildad.
Hace poco finalizó el Mundial Femenino de Canadá. Una delicia para una amante de la táctica futbolística como usted.
Vi los partidos del Mundial y es evidente el crecimiento que ha tenido el fútbol femenino en todo el mundo. Por primera vez jugaron 24 selecciones en lugar de 16, lo que nos dio la oportunidad de ver el debut de 8 selecciones, entre ellas Costa Rica. Estados Unidos se proclamó campeón por tercera vez, demostrando cómo se debe marcar un cambio generacional dentro del equipo. El nivel mostrado por las jugadoras ha sido muy bueno tanto en el aspecto físico, como técnico y táctico, lo que ha dado como resultado partidos de gran calidad.