“Yo asumo la responsabilidad de lo ocurrido” dijo Joachim Löw en Fráncfort luego de que la selección alemana aterrizara de regreso a casa tras su eliminación de la Eurocopa. Así reaccionó al consenso que parece reinar en el país a la hora de señalarle como responsable de que su selección de fútbol haya perdido la oportunidad de disputar el título continental, luego de ser vencida en la semifinal del torneo por el equipo italiano, al cual históricamente nunca se le ha ganado en partidos oficiales.

Joachim Löw tiene la culpa. El entrenador alemán adorado por las multitudes, el mismo al que la afición le expresaba constantemente su agradecimiento por reformar el fútbol nacional, aquel al que la crítica y los analistas le adjudicaron el talento de tener “el toque del Rey Midas” porque de donde metía la mano sacaba un “tesoro”, es ahora el chivo expiatorio, el que se equivocó, el que sacrificó a la selección a la eliminación en la Eurocopa.

Fuertes críticas

“¡Confundido! ¿Es Löw el culpable de la eliminación?” titula en su edición electrónica el popular diario Bild, apuntando los cambios en la formación titular de Alemania como la principal razón de la debacle ante el equipo italiano.

Bild, además, enfatiza que con él como entrenador la selección fue segunda en la Eurocopa del 2008, tercera en el mundial 2010, y nada en la Eurocopa 2012. “La curva del éxito, que no existe, claramente está en bajada”, concluye, esta vez sin hacer mención a aquello que dominó las noticias antes de la semifinal de la Eurocopa: que Alemania impuso un récord internacional de 15 victorias consecutivas en partidos oficiales.

Por su parte el diario Süddeutsche Zeitung comentó que la selección estaba “carente de plan” e incluso afirmó que “Löw fracasa en la Eurocopa” para recalcar que quien falló fue el entrenador y no el equipo. El periódico deportivo “kicker” tampoco dejó dudas sobre el funesto papel jugado por el seleccionador en la derrota, el cual desglosa en un análisis al que llamó “Fin del sueño: la apuesta equivocada de Joachim Löw”.

El artículo argumenta que con “su alineación, que fue hecha sólo pensando en la forma de juego de los italianos, se cambió tanto a los futbolistas como el sistema táctico y al final, pese a los esfuerzos, ninguno logró adaptarse. Fue una apuesta mal hecha”.

El mundo del fútbol en su contra

Personajes del fútbol alemán también expresaron su decepción en torno al entrenador, entre ellos el ex portero de la selección en el Mundial de 1982, Toni Schumacher, quien dijo “pues esta vez sacó del sombrero de copa a los que no eran, a Gómez y Podolski” haciendo referencia irónica a los elogios recibidos por Löw de tener un “toque mágico” al hacer cambios.

Al respecto también se pronunció el ex capitán de la selección alemana Michael Ballack, cuya carrera en el equipo nacional terminó luego de que Löw decidiera no volver a convocarlo. “El entrenador realizó un par de cambios de más, pero ese es el problema de tener una plantilla de lujo y creer que todos pueden jugar”, dijo el jugador que durante la Eurocopa fue comentarista de la cadena ESPN.

Incluso el legendario Franz Beckenbauer encontró que contra Italia “no jugó la verdadera selección alemana”. Eso sí, el “Kaiser” fue uno de los pocos que se negó a revertir toda la culpa en el entrenador, a quien defendió con las palabras “no fueron los cambios de Joachim Löw los culpables del fracaso”.

Futuro asegurado

Muy a pesar de las críticas, que han sido muchas en Alemania, no ha habido una sola voz que se eleve pidiendo la renuncia del entrenador, cuyo contrato se extiende hasta el Mundial de Brasil 2014.

El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Nierbasch, enfatizó que “el camino aún no termina, apenas está empezando”, y el mismo Löw sostuvo que “no hay que poner todo lo hecho en duda, no hay que olvidar el progreso que hemos tenido en los último años. Contra Italia no resultaron las cosas, pero tendremos otras oportunidades”.

Autor: Daniel Martínez

Editor: Emilia Rojas