Johnson revela que se diseñó un plan para afrontar su muerte
3 de mayo de 2020
"Fue un momento muy duro, no lo voy a negar. Tenían una estrategia para lidiar con un escenario del tipo muerte de Stalin", dijo Johnson.
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El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ha revelado que el deterioro de su salud por la COVID-19 a principios de abril llevó a su Gobierno a diseñar una estrategia para afrontar su posible muerte.
"Fue un momento muy duro, no lo voy a negar. Tenían una estrategia para lidiar con un escenario del tipo muerte de Stalin", afirma el jefe de Gobierno en una entrevista que publica este domingo el tabloide The Sun On Sunday.
Johnson, de 55 años, estuvo tres días ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital St Thomas de Londres, donde los médicos le administraron "litros y litros de oxígeno", explicó.
Johnson aseguró que en los primeros momentos no reconocía la gravedad de su estado y se negaba ir al hospital: "No me parecía un buen movimiento, pero fueron bastante inflexibles. Mirando atrás, hicieron lo correcto obligándome a ir", sostuvo.
"Los malditos indicadores seguían yendo en la mala dirección y pensé 'no hay medicina para esta cosa, no tiene cura'. En ese momento fue cuando pensé '¿cómo voy a salir de esta?'", relató Johnson al tabloide británico.
Según su narración, se hizo cargo de la gravedad de su situación cuando le trasladaron desde la planta del hospital a la unidad de intensivos. "Me había roto la nariz, me había roto un dedo, la muñeca, una costilla. Me he roto casi todo, en algunos casos varias veces, pero nunca me había enfrentado a algo tan serio como esto", explicó Johnson en su primera entrevista desde que abandonó el hospital, el 12 de abril.
Tras dos semanas de convalecencia en la residencia campestre de Chequers (centro de Inglaterra), el primer ministro regresó la semana pasada a su despacho de Downing Street, desde donde diseña estos días la hoja de ruta para la desescalada de las medidas de confinamiento contra la pandemia de COVID-19. (EFE)
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Ramadán en tiempos del coronavirus
En tiempos difíciles la fe es un apoyo. Pero, ¿a quién dirigirse cuando las mezquitas e iglesias están cerradas? Los musulmanes celebran ramadán, pese a las dificultades por COVID-19.
Imagen: Reuters/M. P. Hossain
Arabia Saudí: limpieza reluciente
Ni pensar qué pasaría si en La Meca se apretujaran, como de costumbre, masas alrededor de La Kaaba. La pandemia del coronavirus también ha puesto límites a este evento. El primer día del mes de ramadá, unos pocos creyentes llegaron a la gran mezquita. Sin embargo, la mayoría de las personas en la imagen forman parte del personal de limpieza, cuyo trabajo es especialmente valioso en estos tiempos.
Imagen: Getty Images
Sri Lanka: ruptura del ayuno, pese al virus
Según criterios europeos, la reunión de esta familia en Malwana, Sri Lanka, no ayuda precisamente a combatir el coronavirus. En lugar del distanciamiento social, aquí lo que importa es el ritual de la ruptura del ayuno. Una última oración y después la familia compartirá los alimentos que cada uno ha traído.
Imagen: Getty Images/I. S. Kodikara
Israel: rezando con distancia
Se dice que, en Israel, se acatan estrictamente las medidas para contener la propagación del virus. También estos hombres palestinos, que se reunieron para rezar en un estacionamiento junto a la playa de Jaffa, respetan las reglas. Las marcas en el piso les ayudan a mantener la distancia necesaria entre todos.
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Indonesia: con mascarilla e Internet
La capital indonesia de Yakarta no funcionaría sin teléfonos móviles e Internet. Desde la mezquita Sunda Kelapa, el imán Bambang Suprianto se dirige a los fieles a través de los medios sociales. Su lectura del Corán y sus rezos son transmitidos en vivo. Además, cumple una función ejemplar usando mascarilla.
Imagen: Reuters/W. Kurniawan
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En el centro comunitario musulmán de Daerborn, en el estado de Michigan, el ramadán se anuncia con grandes letras. "Ramadan Kareem" se lee enfrente del centro que alberga la mezquita Masijd-Al-Salaam. Esto se podría traducir como "Les deseamos un generoso ramadán".
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Imagen: Reuters/D. Liyanawatte
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Benjamín Idriz es imán del foro musulmán en la ciudad bávara de Penzberg. También él usa su teléfono móvil para transmitir por Internet los versos que recita del Corán. La mezquita que se ve en el fondo fue inaugurada en 2005 y ha sido distinguida por su arquitectura.
Imagen: Reuters/A. Uyanik
Turquía: iluminada en la soledad
La Torre de Gálata, en Estambul, está completamente vacía. Pese a ramadán, las autoridades ordenaron cerrar todas las mezquitas en el país. También los turcos luchan contra la pandemia de la COVID-19. Si bien la capital iluminada en la noche luce hermosa, también se siente una cierta angustia al apreciar las calles vacías.
Imagen: Getty Images/B. Kara
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Imagen: Getty Images/P. Mathema
Singapur: reunidos en un recinto ferial
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