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Juan Guaidó: gira en busca de apoyo

Nicole Frölich
22 de enero de 2020

El autoproclamado presidente interino de Venezuela está de gira por el extranjero, incluyendo el foro de Davos, en busca de apoyo para encontrar una salida a la crisis de su país.

Kolumbien Anti-Terror-Konferenz in Bogota | Juan Guaido
Imagen: AFP/R. Arboleda

Hace un año, los principales diarios del mundo le dedicaban sus portadas a Juan Guaidó. La lucha por el poder en Venezuela era una noticia de primera plana. En ese país plagado por la crisis, parecían que las cosas al fin avanzaban. La dividida oposición venezolana había encontrado un líder que podía aglutinarla.

Con menos apoyo en su país

Juan Guaidó, que entonces tenía solo 35 años, parecía contar con las herramientas necesarias para vencer a Nicolás Maduro y a sus seguidores: carisma, elocuencia, intrepidez. Se presentó hábilmente como el héroe del pueblo, un pueblo que buscaba desesperadamente a un héroe. Cuando se autoproclamó presidente interino de Venezuela el 23 de enero de 2019, y más de 50 naciones democráticas lo reconocieron como jefe legítimo de Gobierno, la salvación parecía estar cerca.

Sin embargo, un año después, el país sigue esperando ser salvado. Según ACNUR, 4,6 millones de personas ya han abandonado Venezuela. En este año, la cifra incluso podría aumentar a 6,5 millones. ¿Ha desperdiciado Juan Guaidó su oportunidad?

Por momentos parece que sí, porque mientras el mundo dirigía su atención hacia otros temas, el presidente interino perdía apoyo en su propio país. En tan solo unos meses, su popularidad cayó en las encuestas de un 63% a un 42%. Los expertos le recriminan que no tiene una estrategia clara. A los ciudadanos les prometió cosas que no puede cumplir.

Encuentro de Juan Guidó con Mike Pompeo, secretario de Estado, en Colombia.Imagen: Imago-Images/Agencia EFE/M. Duenas

Sin deserción en masa

A finales de abril de 2019, Guaidó animó al Ejército venezolano a darle la espada a Maduro y unirse al "lado correcto de la historia”. La llamada "Operación Libertad” no dio frutos, la esperada deserción en masa no se produjo. En la actualidad, muchos de los alrededor de 1.500 militares desertores viven como refugiados en Colombia.

Al final, las partes se sentaron a mediados de 2019 a negociar una salida para Venezuela. Pero, ni siquiera con la ayuda de Noruega lograron llegar a un acuerdo.

Desde entonces han pasado muchas cosas en Venezuela, pero Guaidó solo logró aparecer en las portadas de los medios mundiales cuando se produjo el enfrentamiento en el día de su reelección como presidente de la Asamblea Nacional. La Guardia Nacional impidió que él y otros opositores accedieran al Parlamento. Mientras Guaidó y sus diputados trataban de traspasar vallas y barricadas, los chavistas votaron, en un reducido círculo -según observadores, sin cuórum- y eligieron al adversario de Guaidó, Luis Parra, como presidente del Parlamento. Guaidó, por su parte, fue confirmado en el mismo cargo por 100 de sus diputados. Y fue investido nuevamente como presidente interino dos días después.

De vuelta en el escenario político internacional

Las últimas semanas han demostrado una cosa: la situación en Venezuela sigue siendo caótica e impredecible. Pero los objetivos de Guaidó son claros como el cristal: está aprovechando el momento para volver a atraer la conciencia internacional.

Para ello, desobedeció la prohibición de abandonar el país y apareció por sorpresa en Bogotá este 19 de enero. Después de reunirse con dos de sus aliados más cercanos, el presidente colombiano, Iván Duque, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, el viaje continuó, para reunirse con Boris Johnson en Londres y con los principales líderes políticos en Davos.

En este caso no se trata solo de ver y ser visto. Reconocerlo como el gobernante legítimo de Venezuela no debe seguir siendo un mero acto simbólico. Guaidó pide una mayor presión sobre Maduro, más respaldo para su movimiento opositor y apoyo más generoso para los principales países receptores de refugiados venezolanos.

Para él y sus aliados, la solución a la crisis son elecciones justas y libres. Las elecciones parlamentarias de Venezuela están programadas para este año. En un intento por apaciguar a la comunidad mundial, el gobierno chavista incluso invitó a "compañeros internacionales" de la ONU y la UE. Sin embargo, después de las escenas de las últimas semanas, es difícil imaginar elecciones justas o libres en un futuro cercano.

Un año después de autoproclamarse presidente, la situación de Guaidó es inestable. Independientemente de lo carismático, elocuente y valiente que sea, no es tarea nada fácil intentar librarse del tenaz Nicolás Maduro. El camino de regreso a una Venezuela democrática promete ser difícil y largo. Si el joven político logra allanar dicho camino dependerá en gran medida de cuánto apoyo internacional le brinde su gira por el mundo.

(rmr/er)

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