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Juegos Olímpicos de París: ¿natación en aguas del Sena?

17 de julio de 2024

¿Está el agua lo suficientemente limpia? ¿La corriente es demasiado fuerte? ¿Cuál es el “plan B”? Los vaivenes en torno al río Sena como sede olímpica en París, están causando problemas a los nadadores de aguas abiertas.

Triatletas mujeres en una competición en las aguas del Sena.
Triatletas mujeres en una competición en las aguas del Sena, en 2023.Imagen: Aurelien Meunier/Getty Images

Natación de larga distancia en el pintoresco Sena con vistas a la Torre Eiffel: en teoría, suena ideal. Pero, para muchos expertos, es una pesadilla de planificación. "Es desesperante para los atletas y los supervisores, que deben prepararlo todo", afirmó el entrenador nacional alemán de natación, Bernd Berkhahn, poco antes de los Juegos Olímpicos de París (del 26 de julio al 11 de agosto). El mayor obstáculo en este momento es la velocidad aún muy alta del río.

"Nadar con la corriente no es un problema, el problema es el camino de vuelta", explica a DW Florian Wellbrock, campeón olímpico en Tokio 2021 en la distancia de 10 kilómetros. "En las condiciones actuales es imposible celebrar una competición en el Sena."

Nadar contra la corriente

El recorrido previsto del maratón de natación comienza en el Puente Alejandro III y llega al Puente del Alma, para regresar al punto de partida. La distancia entre los dos puentes del centro de París, entre los que hay que nadar de ida y vuelta, es de aproximadamente un kilómetro.

La única competición olímpica en aguas abiertas o maratón de natación es la de 10 kilómetros para mujeres y hombres. Si realmente se realiza en el Sena, la mitad del recorrido, es decir, cinco kilómetros, tendría que hacerse contra la corriente. Basándose en los tiempos ganadores en Tokio (1:48 horas para los hombres, 1:59 horas para las mujeres), los atletas nadarían contra la corriente durante unos 50 o 60 minutos.

Actualmente, el Sena fluye con una velocidad de 1,2 metros por segundo. Un nadador de aguas abiertas recorre, en promedio -sin corriente en contra- cerca de 1,6 metros por segundo. Es decir que, con la velocidad actual del agua, y contra la corriente, solo adelantaría 40 centímetros por segundo. Las nadadoras de larga distancia con una velocidad media "normal” de 1,4 metros por segundo, solo recorrerían 20 centímetros.

En las carreras en aguas abiertas en corrientes más o menos tranquilas -como en Tokio en 2021- las condiciones son más fáciles.Imagen: picture alliance/dpa

La calidad del agua del Sena es mejor que hace un año

Durante mucho tiempo, la mala calidad del agua del Sena fue un gran problema. En el verano boreal de 2023, se canceló una carrera del campeonato mundial que en realidad estaba planeada como una prueba para los Juegos Olímpicos. En aquella época, el Sena estaba demasiado contaminado por bacterias intestinales. Sin embargo, hay esperanza en este punto. Un portavoz de la ciudad de París dijo, dos semanas antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Verano, que el Sena ya estaba lo suficientemente limpio como para acoger competiciones de natación en "once o diez" de los últimos 12 días.

Las autoridades francesas invirtieron alrededor de 1.400 millones de euros en nuevas plantas de tratamiento de aguas residuales. Si la calidad el agua no es suficiente durante la competición, las carreras podrían postergarse durante algunos días.

Ruta de regata como alternativa

En un comienzo, se explicó a los nadadores que no había un lugar alternativo al Sena, dijo el seleccionador alemán Berkhahn. Pero parece que ya existe: se trata del campo de regatas de remo en Vaires-sur-Marne, a unos 20 kilómetros de las puertas de París. "La comunicación era como una montaña rusa, con muchos altibajos”, dijo la estrella de la natación Wellbrock, quien se alegra de que exista una alternativa al Sena y de que ahora se pueda celebrar definitivamente la competencia.

Tras el oro en Tokio (foto), Florian Wellbrock quiere conseguir su segunda victoria olímpica en París,Imagen: Leonhard Foeger/REUTERS

El entrenador Berkhahn, sin embargo, indica que una carrera en el río y una carrera por una ruta de regata son "dos cosas completamente distintas”. La temperatura del agua, el viento y las limitaciones son diferentes. El titular olímpico alemán Oliver Klemet, de 22 años, dijo a DW que preferiría el recorrido de remo: "Nadar en un río es mucho más difícil que en el mar” [donde se celebran muchas carreras de larga distancia].

Pantalones de freno y paracaídas en el agua

El campeón olímpico Wellbrock dice que le da lo mismo dónde nadar. Pero "esta carrera será la carrera de 10 kilómetros más difícil que hubo jamás. Todo depende de la preparación”, señaló. Y esta no es fácil. Debido a las condiciones que se esperan en París, Berkhahn entrenó a los competidores justamente para nadar contra la corriente: "La fuerza y la resistencia son el punto central en el entrenamiento. Por eso se debe nadar más con los brazos”.

Para simular la contracorriente, los atletas se vistieron con los llamados pantalones de freno, bañadores con una superficie similar a una red, que se colocan sobre los pantalones de baño ajustados, para reducir la capacidad de deslizamiento. Como alternativa, los nadadores tiraron de un paracaídas a través del agua.

En las próximas semanas quedará claro si este tipo de preparación era realmente necesaria. Si la lluvia amainara, el Sena fluiría más lentamente. Así que, probablemente, serán los dioses del tiempo los que tengan la última palabra.

(cp/ers)

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