El proceso por el naufragio del crucero, ocurrido en enero de 2012 ante la isla de Giglio, comenzó la semana pasada, pero quedó interrumpido de inmediato por una huelga de abogados en Italia.

Schettino, de 52 años, enfrenta cargos de homicidio por imprudencia y lesiones corporales, por interrumpir la comunicación con las autoridades y abandonar el barco durante su evacuación, mientras aún había pasajeros a bordo.

Schettino, que se presentó en la corte bronceado y con un traje oscuro, escuchó la lectura de los cargos de brazos cruzados y de pie.

Largo proceso

El capitán, de 52 años, enfrenta cargos de homicidio por imprudencia y lesiones corporales, por interrumpir la comunicación con las autoridades y abandonar el barco durante su evacuación, mientras aún había pasajeros a bordo. Sus abogados volvieron a solicitar una negociación de una pena de tres años y cinco meses, algo que fue rechazado.

La fiscalía pide para el acusado una condena a varios años de prisión, ya que lo considera el principal responsable de la catástrofe. Más de 400 testigos han sido citados a declarar en este gigantesco proceso, en el que pasarán varios meses hasta que se dicte una sentencia.

Otros cinco acusados y la naviera Costa Crociere ya llegaron antes a un acuerdo económico con la fiscalía y por ello no se encuentran hoy en el banquillo de los acusados.

El “Costa Concordia“ se encuentra todavía varado ante la isla de Giglio. Los trabajos para intentar reflotar el barco y remolcarlo están en curso.

er (dpa, afp)