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Julian Assange, naturalizado pero controvertido en Ecuador

11 de enero de 2018

El Gobierno de Ecuador, preocupado por el impacto electoral que pueda tener el caso Assange, ha intentado infructuosamente buscar una salida pronta. Pero no ha quedado nada bien parado.

Balkon-Galerie Julian Assange in der Botschaft Ecuadors
Imagen: picture alliance/dpa/C. Eckner

Las autoridades de Ecuador confirmaron que el país concedió la naturalización a Julian Assange. No ahora, sino el 12 de diciembre pasado. La prensa local había destapado el asunto cuando, tras una investigación, descubrió que el fundador de Wikileaks contaba ya con un número de identificación ecuatoriano y lo publicó con todas sus cifras. Una revelación periodística sobre la que Quito aún se había negado a pronunciarse en la víspera (10 de enero de 2018).

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"Es un caso realmente muy complicado. Y se nota por la forma como está respondiendo el Gobierno oficialmente. En una ronda de periodistas ayer, la canciller rehusó abordar el tema y lo trató casi como un rumor que se esparcía por las redes sociales", señala Daniel Gudiño, coordinador de proyectos de la Fundación Friedrich Ebert (FES) en Ecuador. Lo que queda a la vista es que el equipo del presidente Lenín Moreno está teniendo dificultades para manejar la situación, máxime cuando Londres denegó una solicitud de reconocer el estatus diplomático al huésped de la embajada ecuatoriana.

Eso deja expuesta a la Cancillería de Ecuador. "Se tiene que entender que Ecuador está próximo a una consulta popular, que se realizará el 4 de febrero, en la que se juega específicamente el nivel de aprobación y el capital político que tiene el presidente Moreno para gobernar", apunta el politólogo de la FES.

Ecuador, en campaña para el referéndum.Imagen: Getty Images/AFP/R. Buendia

¿Cuánto cuesta Assange?

El problema de Assange, heredado del Gobierno anterior de Rafael Correa, ha generado mucha controversia en el país, y puede acarrear consecuencias para las votaciones del mes entrante. "Sobre todo en los medios privados en el Ecuador, se considera que el caso Assange plantea una innecesaria problemática con el Reino Unido e indirectamente también con Estados Unidos. El sector más conservador de la opinión pública está tratando de vincular eso con un potencial bloqueo de una negociación que se podría realizar sobre un tratado de libre comercio con Estados Unidos", hace notar Gudiño, quien resume así la percepción de la opinión pública: "Lo que se siente es que el defender a Assange está trayendo más problemas internacionales que beneficios, como en un momento fue el de presentarse como el país que defiende los derechos humanos, que defiende la libertad de expresión".

En este contexto, en Ecuador se especula incluso cuánto dinero estará costando mantener al famoso refugiado en su sede diplomática de Londres. No hay cifras oficiales, pero sí conjeturas que oscilan entre los 3.500 y los 6.000 dólares mensuales. Más alto es el costo político. Molestia generaron por ejemplo las declaraciones de Assange sobre Cataluña, no solo en España, sino también en el país anfitrión. Gudiño considera que es un huésped complicado y recuerda que "durante las elecciones de Estados Unidos, Ecuador decidió retirarle el acceso a Internet. No está comprobado, pero se entiende que fue por pedido de la embajada estadounidense en Ecuador".

Diferencias geopolíticas

El presidente Moreno no ha ocultado que su visión no es necesariamente la misma que tenía Correa al otorgarle refugio en la embajada. No obstante, la canciller María Fernanda Espinosa aseguró que "el mandato que tenemos y la obligación internacional y nacional es cuidar y proteger la integridad de Julian Assange y sus derechos humanos. Mientras esas condiciones no estén dadas, nosotros difícilmente podríamos pensar en una salida del asilado de las oficinas de la Embajada de Ecuador en Londres".

Visto así, el asunto parece tener para largo. A juicio de Gudiño, la mejor solución podría ser una mediación. Pero el experto no se muestra optimista: "Yo no veo una salida fácil. Es evidente que Estados Unidos todavía tiene un interés muy grande en Assange y la información que posee. Es lo mismo que pasó con Snowden. Solo que cualquiera podrá entender la diferencia geopolítica de que Snowden esté en Rusia y Assange en Ecuador".

Emilia Rojas (VT)

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