Pero el partido tiene aún más pimienta, y eso lo pone picantísimo: ambos equipos necesitan urgentemente ganar. El Bayern para poder aspirar a un cupo en la Champions League de la próxima temporada terminando de tercero el campeonato (en estos momentos es cuarto); el Leverkusen para mantener vivas las esperanzas de hacerse al título alemán (hoy ocupa la segunda posición) recortando distancias al líder, el Dortmund, al que tiene a 5 puntos faltando 5 fechas para el cierre del torneo.

“Saltaré de alegría”

Heynckes, en contravía a todos los que intentan ponerse en su lugar en la difícil situación en la que él se encuentra, parece no tener problemas en este importante partido con el dilema para su presente y su futuro. “Vamos a ganar 2-1 y voy a saltar de alegría hasta el techo” pronosticó el entrenador del Leverkusen en declaraciones a la revista futbolística Kicker, reconociendo de paso que por el hecho de enfrentar a su futuro club “el interés en mi persona será aún mayor que lo usual”.

De todas formas es bastante discutible que la alegría de un triunfo en Múnich sea algo más que transitoria para Heynckes, en primer lugar porque el Bayern aterrizaría en una crisis mayor a la que actualmente atraviesa, la misma que llevó a la destitución fulminante del holandés Louis van Gaal el pasado fin de semana, lo cual significaría que el trabajo del nuevo entrenador empezaría en el verano básicamente recogiendo los restos de un enorme desastre.

En segundo lugar, porque Heynckes mismo se vería obligado a conducir al Bayern en una competencia que esta temporada disputó con Leverkusen, y sobre cuya exigencia física y mental se quejó abiertamente: la Liga de Europa. El veterano técnico de 65 años tendría que emprender los largos viajes a los más escondidos rincones de Europa que demanda la competencia, cuyo calendario es, además, mucho más largo que el de su hermana mayor, la señorial Champions League.

Perdiendo sí o sí

Sea cuál sea el resultado hay analistas de la opinión que Heynckes será el único perdedor: gana el Bayern Múnich las maliciosas suspicacias brotarán como flores primaverales; gana el Leverkusen y su futuro equipo tendrá por delante, junto a su nuevo entrenador, una temporada dura y empezando prácticamente de cero.

Fuentes consultadas por DW-WORLD en Múnich revelaron que el vital partido de este domingo contra el Leverkusen fue una de las principales razones del tira y afloje entre el Bayern y Heynckes en la negociación del cierre de su contrato, pues desde ya hace varias semanas era claro que llegado el momento este sería clave para ambos clubes, lo cual hacía la situación más espinosa.

Regreso a casa

El Bayern se había propuesto desde hace tiempo que como reemplazo de van Gaal quería a un entrenador “de sus entrañas”, por ello la designación recayó en Jupp Heynckes, quien por tercera vez asume ese puesto en el club de Múnich (1987-1991 y 2009).

El Leverkusen le había extendido una oferta para quedarse y esperaba desde el otoño pasado por una señal del entrenador para sentarse a las mesa de negociaciones, la cual no llegó pues en su lugar el pasado 25 de marzo se publicó oficialmente la noticia que al final de temporada abandonaría el equipo tras firmar con el Bayern, su rival del domingo.

Autor: Daniel Martínez

Editor: José Ospina-Valencia