Justicia admite demanda de campesino peruano contra RWE
30 de noviembre de 2017
En un comunicado, la Audiencia Territorial de Hamm, Alemania, calificó la demanda de Saúl Luciano Lliuya de "concluyentemente justificada", por lo que ordena que se proceda a recabar las pruebas pertinentes.
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El campesino peruano Saúl Luciano Lliuya responsabiliza a la compañía eléctrica alemana RWE del deterioro del entorno natural andino.
La decisión del Tribunal de Hamm responde al recurso presentado por el agricultor, quien vio desestimada su demanda en primera instancia en un juzgado de Essen (oeste), el año pasado.
Entre las pruebas que se solicitan del demandante se incluyen informes periciales sobre el volumen de agua de la laguna de Palcacocha, bajo la cual se encuentra la ciudad peruana de Huaraz.
En ella vive el querellante, que denuncia el riesgo de inundación de la casa familiar por el progresivo deshielo de los glaciales que la rodean.
Asimismo se le solicita información sobre los efectos de las emisiones de CO2, tanto a escala global como sobre ese entorno y, concretamente, sobre el glacial de Palcaraju.
Para los peritajes y recogida de pruebas, el demandante deberá aportar un pago previo de 20.000 euros, según el comunicado de la Audiencia.
Lliuya ha llevado el caso a la justicia alemana asesorado por la ONG medioambiental alemana Germanwatch, tanto en lo que concierne a la primera demanda civil formalizada en Essen como al recurso.
Huaraz está situado bajo una laguna a 4.400 metros de altura que, según Lliuya, amenaza con inundar su casa y la de su familia como consecuencia de la desglaciación, por efecto del calentamiento global.
Elsa Galarza Contreras en la COP23
07:48
El campesino, de 37 años y padre de tres hijos, presentó su caso a la justicia alemana y también lo expuso en la pasada Cumbre del Clima de Bonn, cuya celebración, a mediados de noviembre, coincidió con la formalización de su recurso en Hamm.
Para el agricultor, Huaraz es un ejemplo claro en medio de una catástrofe global, exponente de las cuestiones que a escala teórica se analizaron en la cumbre climática de la antigua capital federal alemana.
En la demanda se estima que RWE es responsable del 0,47 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y se reclama que pague 17.000 euros para proteger debidamente las casas que se ven amenazadas por el deshielo en la zona.
El tribunal de Essen desestimó hace aproximadamente un año su demanda de compensación económica por considerar que la querella era en parte inadmisible y en parte injustificada, por lo que el hecho de que la Audiencia Territorial de Hamm admitiera el recurso fue catalogado ya por la ONG de "histórico".
Hoy volvió a usar la misma expresión, al considerar que la Audiencia ha puesto de manifiesto que "se puede exigir responsabilidades a los grandes causantes de los gases de efecto invernadero" para poner en marcha medidas que palíen los efectos del cambio climático.
Germanwatch considera que el proceso puede sentar jurisprudencia y argumenta que aproximadamente la mitad de la población de Huaraz, una ciudad de 100.000 habitantes a 450 kilómetros de Lima, está amenazada en caso de que se desborde esa laguna como consecuencia del derretimiento de los glaciales superiores.
CP (efe, kna)
Glaciares de los Andes: gigantes en extinción
El cambio climático está haciendo desparecer los hielos de Sudamérica. Con las actuales condiciones climáticas, el fenómeno es irreversible y trae consigo graves consecuencias para las comunidades andinas.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Reserva de agua
Los glaciares son amortiguadores en períodos de sequía. En un año en que no nieva mucho o en los meses más secos y de baja precipitación, gran parte del agua que baja por los ríos proviene del derretimiento de los hielos. Si éstos desaparecen, la única fuente de abastecimiento es el agua que cae. En tiempos de sequía, esto supone problemas económicos, sociales y de calidad de vida.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Investigadores en alerta
A lo largo de todos los Andes, desde las zonas tropicales a Tierra del Fuego, la tendencia es que el área cubierta por hielo está disminuyendo. Éste es el tema que reunió a los principales investigadores de la región en un grupo de trabajo de cinco años congregado por la UNESCO, que acaba de finalizar con un encuentro en Mendoza, Argentina. Allí analizaron la situación de los Andes.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Antes y después
Las fotos del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), con sede en Mendoza, muestran el cambio que ha sufrido el glaciar Frías, en el sur de Argentina, en un lapso de 70 años. A la izquierda, una imagen de 1938 y a la derecha una de 2008. Situaciones similares se observan en otros glaciares de los Andes.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
¿Por qué están retrocediendo?
La respuesta está asociada al cambio climático. En las últimas décadas se registra una tendencia al aumento de la temperatura del planeta, que explica el retroceso generalizado de los glaciares en el mundo. “En Campo de Hielo Sur se observa una aceleración de la pérdida de hielo, sobre todo desde la década del 50”, afirma Lucas Ruiz, investigador del IANIGLA. Glaciar Viedma en 1930 y 2014.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
No todos a la misma velocidad
Estudios de IANIGLA muestran que otros hielos, en tanto, tienen otro comportamiento. En Patagonia norte, glaciares asociados al Tronador, un volcán extinto, perdieron menos masa en la última década que en la anterior. Esto se debe a que la morfología del glaciar se ha ajustado al cambio del clima. Al achicarse, ya no sigue perdiendo tanta masa y se encuentra en un equilibrio con el clima.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Adiós a los últimos glaciares
En los Andes, el caso de Venezuela es el más extremo. Los hielos de las cumbres más altas, el pico Bolívar y el Pico Humboldt, están destinadas a desaparacer. En las últimas décadas el retroceso constante ha sido tal, que algunos estudios científicos indican que Venezuela será el primer país en perder todos sus glaciares, lo que podría ocurrir en los próximos años.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Ismar
Retroceso seguro
“Todas las proyecciones climáticas indican que las temperaturas van a seguir aumentando. Incluso si pudiéramos bajar la cantidad de emisiones de dióxido de carbono y mejorar la eficiencia de nuestras industrias, la temperatura aumentaría por unos 50 ó 60 años más y después recién empezaría a disminuir o a establecerse”, asegura Lucas Ruiz.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
¿Cuántos glaciares perderemos?
Aun cuando los pronósticos tienen un amplio margen de incertidumbre, en los próximos 100 años la temperatura debiera aumentar entre 1 y 4 grados, asegura el experto. Modelos predictivos indican que dentro de 20 a 30 años del lado argentino de Campos de Hielo Sur los grandes glaciares retrocederán, pero no del todo, y entre los más pequeños de alrededor algunos desaparecerán.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Los mayores gigantes
La superficie de hielo de los Andes es de unos 30 mil kilómetros cuadrados. El 75% está en Chile, el 15% en Argentina y el resto distribuido por Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia. Los glaciares más grandes, también de todo el hemisferio sur, son el Pío XI, chileno, y Viedma, argentino. Con unos mil kilómetros cuadrados de superficie cada uno, se ubican en la zona de Campos de Hielo Sur.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Distintos tipos de glaciares
A lo largo de Sudamérica los glaciares son diferentes. En los Andes tropicales principalmente hay glaciares de montaña y algunos de valle, y especialmente en Colombia y Ecuador están asociados a volcanes. En Argentina y Chile hay una gran diversidad de tipos de glaciares, que van desde montaña y de valle hasta los grandes glaciares de descarga.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Peligro para las comunidades andinas
En los Andes de Perú y Bolivia habita mucha población cercana a los glaciares, que usa el agua para beber, regar o generar energía eléctrica. Al desaparecer el glaciar, no sólo pierden el recurso hídrico. Muchas veces se forman lagos y las laderas donde se apoyaba el hielo se vuelven inestables, con riesgo de deslizamiento, aludes y aluviones por el derretimiento.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Mejia
Reservas que se agotan
En Argentina y Chile, en general las ciudades, los poblados y las zonas cultivadas están más lejos de los glaciares y la dependencia de ellos es menor, pero sobre todo se siente en los años de sequía. “En años como éste, en que no hay mucha nieve en la cordillera, el caudal del río en todos los oasis irrigados de Mendoza y San Juan depende en un 40% de los glaciares”, explica Lucas Ruiz.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Ecosistemas dependientes
Los glaciares no sólo aportan agua para la población, sino también para los ecosistemas. En las cuencas en que hay glaciares hay mayor cantidad de vegas o humedales de altura, que se verían afectados si los hielos desaparecen. A nivel de la población, la educación ambiental, toma de conciencia, uso más eficiente del suelo y del riego, pueden mitigar las consecuencias.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Desafío científico
Con estrategias compartidas, los países andinos están reuniendo información trascendente para enfrentar los desafíos. Además de mantener un inventario actualizado de glaciares, monitorean algunos representativos para saber cuánta nieve acumulan en el invierno y cuánta nieve y hielo se derrite en el verano. Datos meteorológicos e hídricos ayudan también a evaluar y tomar decisiones a futuro.