El exjefe de Estado entre 2007 y 2012 apeló la acusación de la Fiscalía Nacional Financiera, que había reclamado que fuera juzgado, pero la sala de instrucción de esa corte consideró su petición "mal fundada".

El exmandatario también ha presentado una cuestión prioritaria de constitucionalidad y otro recurso por el hecho de que, el pasado marzo, los jueces decidieran llevarle a juicio siguiendo la postura de la Fiscalía pero sin esperar a tener la resolución contra el recurso presentado por Sarkozy contra ella, que llegó hoy.

El eventual juicio sigue pendiente de las futuras resoluciones judiciales sobre esas apelaciones. Junto a Sarkozy, está previsto que también se sienten en el banquillo su abogado Thierry Herzog y el antiguo magistrado Gilbert Azibert.

Escuchas

Los magistrados habían pinchado el teléfono de Sarkozy ante las sospechas de que pudo recibir financiación del régimen libio de Muamar Gadafi (1969-2011) durante la campaña que en 2007 le llevó al Elíseo, algo por lo que fue imputado el pasado 21 de marzo.

En las escuchas se descubrieron conversaciones entre el expresidente y su abogado de las que se deducía que trataban de obtener, a través del juez Azibert, información secreta de otro sumario que investigaba si Liliane Bettencourt, heredera del imperio cosmético L'Oréal, financió ilegalmente su campaña de 2012.

Algunas de esas conversaciones fueron publicadas en la prensa y dejaban entrever que Sarkozy estaba dispuesto a ayudar al juez a obtener un puesto en Mónaco a cambio de que les revelara informaciones del caso Bettencourt cubiertas por secreto de sumario.

En marzo de 2016, el Tribunal Supremo validó de forma definitiva la casi totalidad de las escuchas al expresidente sobre las que se sustenta su inculpación, lo que dejó abierta la vía para el juicio anunciado en marzo (efe, dpa).

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