Una semana después de haber sido arrestado en Londres, acusado de supuestos abusos sexuales por la Justicia sueca, un tribunal británico concedió al fundador de Wikileaks, Julian Assange, libertad bajo fianza. El activista de 39 años de edad, que rechaza las acusaciones, levantó el pulgar en señal de triunfo al escuchar el veredicto.

Su liberación fue pospuesta durante 48 horas para permitir a la fiscalía que apelara la decisión. La justicia sueca tuvo un plazo de dos horas para hacerlo y lo hizo cinco minutos antes de que expirara el plazo. La representante de la fiscalía sueca, Gemma Lindfield, presentó la apelación argumentando que las acusaciones de la Justicia sueca contra Assange son serias. Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales tiene un plazo de 48 horas para decidirse.

Júbilo dentro y fuera de la corte

El juez de distrito Howard Riddle pidió una fianza consistente en 240.000 libras esterlinas, equivalentes a 283.000 euros, y ordenó a Assange que entregue su pasaporte, lleve consigo un localizador electrónico y se reporte a la comisaría todos los días a las seis de la tarde. “Me satisface que las condiciones que voy a imponer serán certeras en lo que respecta al riesgo de fuga”, dijo Riddle. El anunció fue recibido con júbilo dentro y fuera de la corte.

Frente al juzgado londinense de Westminster se produjeron escenas de tumulto cuando el vehículo en el que era trasladado Julian Assange desde prisión, llegó al recinto y fue custodiado hasta el tribunal. Un enjambre de camarógrafos y fotógrafos se agolpó a la entrada del tribunal para obtener una imagen del ex hacker australiano que se ha convertido entre tanto en una celebridad.

Las cámaras captaron la llegada de la madre del detenido, Christine, y de algunos famosos como el cineasta Ken Loach y la ex modelo nicaragüense Bianca Jagger. Los simpatizantes de Assange, entre ellos, activistas defensores de derechos humanos, ofrecieron pagar una fianza en efectivo para liberarlo, mientras un grupo de manifestantes ridiculizaban con pancartas la justicia de Suecia y del Reino Unido.

Protestas de activistas

“Exponer crímenes de guerra no es un crimen”, se leía en una pancarta que aludía a las revelaciones realizadas por la plataforma Wikileaks sobre cables confidenciales de Estados Unidos. En una declaración al australiano Canal 7, enviado a través de su madre, Christina Assange, el acusado dijo que Wikileaks no dejará de publicar información. “Mis convicciones son inflexibles y si este proceso ha logrado algo es que ha aumentado mi determinación”, dijo. El ex hacker llamó a la resistencia contra presuntas acciones para destruír la plataforma Wikileaks.

Christina Assange, que viajó a Londres para ver a su hijo, no ha podido verlo, pero habló con él por teléfono durante diez minutos. Assange contó a su madre que se encuentra en una celda bajo régimen de aislamiento. El australiano fue separado del resto de los presos debido al gran interés y revuelo que despertó su presencia.

Assange se entregó en una comisaría británica el pasado día 7 y manifestó temor de que su detención en Londres pudiera ser el preámbulo de su extradición a Estados Unidos, donde el presidente Barack Obama ha condenado las filtraciones calificándolas de “deplorables” y potencialmente peligrosas para diplomáticos estadounidenses. Washington sigue una investigación para encontrar el origen de las filtraciones. A nivel mundial unas 600.000 personas han apoyado una petición de apoyo a Wikileaks a través de la página avaaz.org.

Imitaciones de Wikileaks

Entre tanto, la idea Wikileaks ha cundido y generado imitaciones. Ex activistas de la plataforma anunciaron en una entrevista con el diario alemán Sueddeutsche Zeitung que lanzarán esta semana un nuevo proyecto. Openleaks, a diferencia de Wikileaks, no divulgará la información, sino que la pondrá a disposición de medios, sindicatos y organizaciones de derechos humanos.

Openleaks recibirá de manera anónima documentos confidenciales, el remitente decidirá por sí mismo quien deberá tener acceso a la información. Uno de los fundadores y ex segundo de a bordo de Wikileaks, el alemán Daniel Domscheit- Berg, señaló que el nombre Openleaks, hace alusión a la transparencia a la que aspira el portal, que promete incluso que dará a conocer los salarios de las personas que trabajan en ella. Los socios y medios que adquieran la información deberán pagar, dependiendo del paquete, entre 200 y 500 euros.

También el grupo mediático alemán WAZ ha abierto un portal en el que se puede enviar a la redacción documentos de manera anónima. La página fue lanzada el lunes pasado. En Indonesia ha surgido una página de revelaciones llamada Indoleaks, sin embargo el clon asiático de Wikileaks ha tenido problemas técnicos, según reporta el diario “The Jakarta Globe”, pues una buena parte de los documentos ligados al portal no pueden ser bajados.

Autora: Eva Usi/ Dpa/Afp/Spiegel

Editor: Pablo Kummetz