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Batalla dialéctica

12 de agosto de 2011

50 años después de que empezara a construirse el Muro de Berlín, en torno al partido alemán La Izquierda se desata la polémica y políticos de todos los colores en Alemania se baten en una batalla dialéctica.

Die Bundesvorsitzende der Linkspartei, Gesine Lötzsch, hält am Montag (10.01.2011) in Berlin beim Politischen Jahresauftakt der Partei Die Linke ihre Rede. Mitglieder der Parteispitze kamen zu einer Auftaktsitzung zusammen, um die politischen Ziele für das Jahr 2011 zu definieren. Foto: Robert Schlesinger dpa/lbn
Gesine Lötzsch, presidenta de La Izquierda.Imagen: Picture-Alliance/dpa
Walter Ulbricht, presidente de la RDA, en 1963.Imagen: picture-alliance / KPA/TopFoto
“Nadie tiene la intención de erigir un muro”: esta frase, pronunciada el 15 de junio de 1961 por Walter Ulbricht, entonces presidente de la República Democrática Alemana (RDA), resuena estos días con frecuencia en los medios de comunicación germanos. Sólo dos meses más tarde de que fuera dicha, el 13 de agosto de 1961, se iniciaban los trabajos de construcción de la barrera de cemento que durante casi 30 años separaría Berlín y sería el símbolo del mundo dividido en dos bloques. El medio siglo del principio de aquella vergonzosa partición se cumple ahora, y los alemanes hacen memoria.
El proceso de enfrentarse a este pasado es para algunos grupos políticos más difícil que para otros. El partido La Izquierda nació en 2007 de la fusión de los descontentos con la socialdemocracia en el oeste de Alemania con los herederos del Partidos Socialista Unificado (el oficialista de la dictadura comunista) en el este del país. En consecuencia, cuenta entre sus filas con personajes que pertenecieron al sistema de la RDA, colaboraron con él e incluso de algunos se sospecha que espiaron para él. Un pesado lastre.
Dos fechas, los 70 años del intento de invasión de la Unión Soviética por parte de las tropas nazis y los 50 años de la edificación del Muro de Berlín, se cumplen en 2011 y ambas están estrechamente relacionadas, dijo la presidenta de La Izquierda, Gesine Lötzsch, al diario Saabrücker Zeitung. “La división de Alemania fue una consecuencia de la II Guerra Mundial”, concluyó, y desató la polémica. Conservadores y liberales interpretan esta tesis como un intento de justificación y piden que se someta a examen la fidelidad democrática del partido que dirige Lötzsch.
“La última portavoz de la RDA”
Christian Lindner, secretario general del Partido Liberal Alemán.Imagen: dapd
“La señora Lötzsch se comporta como la última portavoz del Gobierno de la RDA”, opinó el secretario general de los liberales alemanes, Christian Lindner, en el periódico Passauer Neue Presse. La Izquierda sigue sin adaptarse a la nueva realidad política y demuestra con su programa que aspira a implantar un sistema completamente diferente, añadió Lindner. Por eso, exige el liberal, el Departamento Federal para la Protección de la Constitución debería vigilar su actividad; una demanda con la que coincide Alexander Dobrindt, el secretario general de la Unión Cristianosocial bávara (CSU), tradicional socia de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller, Angela Merkel, desde cuyas filas también se oyeron críticas.
“Es vergonzoso y escandaloso que políticos de La Izquierda sigan tratando de justificar la construcción del Muro de Berlín”, dijo el secretario general democratacristiano, Hermann Gröhe. Los “esfuerzos de la señora Lötzsch por encontrarle explicación a este hecho”, continuó el conservador en el rotativo Berliner Morgenpost, “son una bofetada para los familiares de las víctimas”. Este 13 de agosto, Gröhe acudirá a la Puerta de Brandeburgo a leer los nombres de quienes murieron pasando de un Berlín al otro. De esta historia, dijo el político, La Izquierda sigue sin haber aprendido.
Un poco estrambótico
“Hemos aprendido de la historia”, aseguró por su parte Lötzsch en la entrevista concedida al Saabrücker Zeitung. El objetivo declarado de este partido situado a la siniestra del espectro político alemán es la superación del capitalismo y la instauración de un socialismo democrático –así lo expone en sus principios- pero “una sociedad más justa sólo puede alcanzarse si la mayoría quiere”, indicó la presidenta.
El Muro de Berlín separó la ciudad alemana hasta 1989.Imagen: picture alliance/dpa
“Pensar que La Izquierda pretende establecer una nueva dictadura del proletariado es absurdo”, le dijo el socialdemócrata y primer ministro del Estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Erwin Sellering, al diario Hamburger Abendblatt. Los conservadores se oponen a que se suspenda la actividad política del Partido Nacionaldemocrático Alemán (NPD), una agrupación de extrema derecha, “y ahora viene Dobrindt y propone que se prohíba La Izquierda”, se quejo Sellering. “Todo esto es un poco estrambótico”, añadió.
En el norteño Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Sellering gobierna formando coalición con la CDU. Sin embargo, entre 1998 y 2006 lo hizo con La Izquierda y no descarta volver a hacerlo tras las elecciones del próximo 4 de septiembre, lo que no cabe duda que juega un papel en esta ruptura de lanza a favor de los izquierdistas, como probablemente también influye en las duras palabras del liberal Lindner el hecho de que su agrupación y la de Lötzsch compiten en muchos lugares por los preciados porcentajes de voto que permiten la entrada en Parlamentos regionales y consejos municipales.
Autor: Luna Bolívar/ dpa/ afpd
Editor: Pablo Kummetz
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