Un ex guardia de las temidas SS nazis, de 94 años, enfrenta desde hoy un juicio en Alemania por complicidad en el asesinato de cientos de personas en un campo de concentración.
Publicidad
La Audiencia Provincial de Münster, en el oeste de Alemania, juzga desde hoy a un exguardia de las SS hitlerianas, de 94 años, por su presunta complicidad en centenares de muertes en el campo de concentración nazi de Stutthof, en territorio polaco, entre junio de 1942 y septiembre de 1944.
El acusado, Johann R., nacido en Rumania, reconoció haber trabajado como guardia en ese campo, situado cerca de la ciudad de Gdansk, pero afirmó no saber nada de los asesinatos que allí se cometieron.
Los fiscales sostienen que el acusado tuvo conocimiento de la forma brutal en la que morían los prisioneros y afirman que también posibilitó los asesinatos en su calidad de guardia.
Sentado en una silla de ruedas, el acusado escuchó impávido las descripciones de los fiscales de cómo cientos de prisioneros encontraron la muerte en las cámaras de gas o por disparos durante presuntos exámenes médicos.
Las víctimas
En el juicio participan además del Estado alemán un total de 17 querellantes particulares, algunos de Israel y de Estados Unidos.
El Comité Internacional de Auschwitz saludó el comienzo del proceso. "Agradecemos especialmente a los sobrevivientes del campo y a sus familiares por el valor y la determinación de declarar como querellantes en Münster", cita un comunicado al vicepresidente de la asociación, Christoph Heubner.
Más de 27.000 personas perdieron la vida en Stutthof hasta el final de la guerra en 1945. Fueron asesinadas en las cámaras de gas, a tiros o envenenadas. Murieron de frío, de hambre, de agotamiento por los trabajos forzados y también por falta de atención médica.
El castigo de los crímenes nazis es hoy en día una carrera contra reloj. "Debido a que los hechos ocurrieron hace más de 70 años, es cada vez es más difícil encontrar sospechosos vivos y sanos", dijo Jens Rommel, de la Oficina Central para la Investigación de Crímenes Nazis, a DW. Y agregó que "muy pocos sospechosos fueron llevados ante la justicia, otros recibieron castigos leves y muchos procedimientos llegaron demasiado tarde".
Concretamente en el caso del acusado de Stutthof, se cuestiona si, a sus 94 años, Johann R. podrá enfrentar una sentencia de cárcel.
ER (dpa, efe)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
"Adiós, queridos míos": últimas cartas de víctimas del Holocausto
Internados en campos de concentración o guetos, muchos judíos escribieron cartas a sus seres queridos. Poco después, fueron asesinados. El Museo del Holocausto Yad Vashem recuerda a estas personas en una exposición.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Un niño como cualquier otro
¡Qué foto! A través de la reflexión múltiple, Salman Levinson parece estar mirándonos desde diferentes ángulos. Fue tomada en 1937. El pequeño Salman, llamado Sima, todavía es un niño como cualquier otro. Vive con su madre, Frieda, y su padre, Selig, en Riga. En 1936, su tía emigró a "Eretz Israel", el territorio palestino bajo mandato británico. Él le escribe cartas regularmente.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Una casa en Riga
Poco después de su noveno cumpleaños, Salman agradece a su tía Agnes el regalo que le envió con un dibujo. "Bait" -"casa" en hebreo- se lee en el dibujo. Poco después, la Wehrmacht alemana ocupa Riga. Agnes no vuelve a saber de su sobrino. Apenas después de la guerra se entera: Salman y sus padres fueron deportados al gueto de Riga y asesinados.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Contar las historias de las víctimas
En una exhibición online, el Museo del Holocausto Yad Vashem, en Israel, muestra las últimas cartas de las víctimas del Holocausto, sus últimas palabras antes de que fueran asesinadas por los nacionalsocialistas. Además: fotos de los que escribieron las cartas y de sus familias. En la imagen se ve a los hijos de la familia Keller-Moses en los años veinte. Ellos vivieron en Aquisgrán.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Una jota marcaba a los judíos
En 1938, los nazis sellaron con una "J" el pasaporte de Sigfried Keller, para muchos una sentencia de muerte. Sigfried fue el único de su familia que sobrevivió. En 2013, entregó la carta de su madre Berta a Yad Vashem. En 1942, ella había escrito desde Theresienstadt: "Adiós queridos hijos y oren por nosotros para que Dios sostenga su mano protectora sobre nosotros y también sobre ustedes."
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Diez cartas cuidadosamente seleccionadas
De entre miles de cartas guardadas en el archivo, Yad Vashem seleccionó diez para la exposición. La mayoría de los que las escribieron no sabían que sería su última carta antes de su muerte. Especialmente los judíos alemanes que, como Sigfried Bodenheimer (arriba en uniforme de ejército), lucharon en la Primera Guerra Mundial, no podían imaginarse que los nazis los iban a matar.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Última carta antes de la deportación
Muchos intentaron ocultar su situación real. Anne Meininger escribió a sus hijos: "Desde el miércoles estamos en el campamento y estamos muy bien. No tienen que preocuparse. […] Si solo pudiéramos seguir en contacto […] Los besa con todo el cariño su madre que los quiere mucho".
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Éxodo hacia la Tierra Sagrada
Desde el gueto de Varsovia, Perla Tytelman le escribió a su esposo, Josef, y su hija, Rachel: "Concentro todas mis fuerzas para sobrevivir para ustedes... Nuestro anhelo mutuo no tiene límites". Perla fue asesinada. Rachel y Josef, sin embargo, sobrevivieron y emigraron en el barco "Éxodo" a Israel en 1947.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
El tren a Auschwitz
El dibujo "Transporte No. 2", de Paul Kor, muestra el tren que llevó a su padre a Auschwitz, hacia la muerte. Con motivo del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, la exposición online "Adiós, mis queridos. Últimas cartas del Holocausto 1941-1942" recuerda el destino de algunos de los seis millones de judíos asesinados en Europa.