El jefe de Estado alemán no interviene en la política cotidiana, sino que tiene funciones representativas y de representación nacional, como elemento aglutinante del país.

En su mensaje, Köhler resalta: "Nuestro objetivo es claro, durante décadas fuimos líderes en Europa. Y a esa posición queremos volver. Ello crea puestos de trabajo y seguridad".

"En la Navidad miramos hacia atrás y constatamos que 2005 fue año pleno de sucesos. En la política alemana se ha registrado una tormenta, pero ahora tenemos un gobierno formado por los dos mayores partidos políticos, con capacidad de actuar. Y nuestro país tiene por primera vez una canciller federal", subraya Köhler, haciendo alusión a la inusitada coalición de conservadores y socialdemócratas, tradicionalmente adversarios, pero que ahora, juntos, cuentan con una cómoda mayoría en el Parlamento y el Bundesrat, la representación de los Estados federados.

"Una montaña de tareas"

Al país espera "una montaña de tareas", destaca Köhler, "y los políticos tendrán que realizar un buen trabajo". A comienzos de 2005 se registraron por primera vez en la posguerra más de 5 millones de desocupados. En caso de que el invierno sea severo, esa marca podrá ser alcanzada pronto nuevamente.

En vista de ello, dice Köhler: "Debemos tener claro que nadie puede hacer magia, pero sí trabajar. Necesitaremos tiempo. Pero el país se ha puesto en marcha." Y en ese camino es necesario "recurrir a las viejas virtudes: algo más de honradez, decencia y honestidad en el trato cotidiano no nos puede hacer mal".

La "gran coalición" de conservadores y socialdemócratas en el gobierno "supera poco a poco las diferencias políticas partidarias", lo que puede abrir al país "nuevas sendas para la solución de los problemas".

Alemania campeón mundial 2006

En cuanto a las perspectivas para 2006, Köhler, tiene grandes ambiciones deportivas: "queremos ser campeones mundiales de fútbol". Y, en una retrospectiva, recordó la muerte del papa Juan Pablo II y agregó: "nos alegramos con seres humanos en todo el mundo por la elección de su sucesor, nuestro compatriota el papa Benedicto XVI".

Köhler destaca también el fin de la reconstrucción de la iglesia Frauenkirche de Dresde y agradece en su mensaje el apoyo de ciudadanos de todo el mundo. La iglesia Frauenkirche había sido destruida por bombardeos aliados hacia el final de la II Guerra Mundial, en un mar de llamas que devastó toda la ciudad.

Las donaciones para su reconstrucción han llegado de todo el globo. Las nuevas campanas, por ejemplo, fueron financiadas y hechas en Inglaterra: un signo de reconciliación en la nueva Europa.

"Humildad ante las fuerzas de naturaleza"

El Jefe de Estado alemán hace un repaso también de las catástrofes del año 2005: "La naturaleza nos recordado que debemos ser humildes: en el sur de EEUU y América Central, en Pakistán y sobre todo en el Océano Índico. EL tsunami nos demostró cuán frágiles son el mundo y el ser humano."

Por último, el presidente Federal apela en su mensaje a la nación: "Sabemos que juntos somos fuertes. Si trabajamos unidos, nos abrimos a nuevas ideas, nos escuchamos y ayudamos mutuamente, entonces podremos traer de vuelta al seno de la sociedad a quienes hoy se hallan marginados y se sienten desgraciados".