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¿Harris o Trump?¿ A quién prefiere México en la Casa Blanca?

30 de octubre de 2024

Migración, seguridad y comercio son temas clave entre México y Estados Unidos. ¿Qué significaría una victoria republicana o demócrata para las estrechas relaciones bilaterales a ambos lados del Río Bravo?

La Casa Blanca.
La Casa Blanca, residencia de los presidentes estadounidenses. Imagen: Olin Dozier/NurPhoto/picture alliance

"Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos", es una popular frase histórica que suele escucharse en el país latinoamericano y que pone de relieve la fatídica dependencia del vecino norteño.

El próximo cinco de noviembre, el Gobierno mexicano de Claudia Sheinbaum seguirá con atención el desenlace de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en las que se definirá el nuevo inquilino de la Casa Blanca: Donald Trump o Kamala Harris.

¿Qué significaría una victoria republicana o demócrata para las estrechas relaciones bilaterales a ambos lados del Río Bravo?

México, "piñata" de Trump

De asegurarse un segundo mandato, Donald Trump "seguiría golpeando a México como una piñata, usándolo para objetivos de política interna", cree Isidro Morales, del Centro de Estados Unidos-México del Instituto Baker de la Universidad Rice.

En entrevista con DW, el doctor en Relaciones Internacionales señala que Trump probablemente "endurecería su discurso xenófobo y antinmigrante", y convertiría a México en un tercer país seguro de facto, obligándolo a aceptar a una buena parte de los deportados no mexicanos sin obtener nada a cambio.

Asimismo, ante la creciente amenaza de la droga fentanilo, que se ha convertido en una pesadilla estadounidense, Morales teme que Trump pueda declarar a los narcotraficantes mexicanos como terroristas, a fin de justificar una intervención militar en el país vecino para eliminar "las bases terroristas".

Revisión del T-MEC

A nivel comercial, el Gobierno mexicano podría enfrentar fuertes presiones por parte de una posible Administración republicana en cuanto a la revisión del T-MEC, el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.

Trump, por ejemplo, ha señalado que no permitirá importaciones de productos con insumos chinos provenientes de México. Además, se opone a la nueva legislación mexicana que da preferencia a las compañías energéticas estatales sobre las privadas, explica Isidro Morales.

Sin embargo, debido a las cadenas de valor altamente articuladas entre los tres países, el académico está convencido de que el T-MEC seguirá adelante bajo Trump.

Con el expresidente Andrés Manuel López Obrador, México se posicionó como el principal socio comercial de Estados Unidos, incluso delante de China. De ahí que no debiera sorprender que el exmandatario modificara la frase inicial en: "Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos".

En México se observa con expectación las elecciones en Estados Unidos, donde Kamala Harris y Donald Trump se disputan la presidencia.Imagen: Matt Bishop/Sipa USA/Charlie Neibergall/AP/Picture Alliance

Dos mujeres presidentas

Con una victoria electoral de Kamala Harris, "no podríamos desconocer el momento histórico que estaríamos viviendo al contar al mismo tiempo con la primera presidenta de México y la primera presidenta de Estados Unidos", subraya, por su parte, Stephanie Brewer, directora para México de la organización de derechos humanos estadounidense WOLA.

Puesto que una victoria de Harris significaría cierta continuidad en la política exterior con México, Brewer destaca la necesidad de "superar la dinámica actual, en la que las relaciones bilaterales giran en torno al control migratorio a costa de otros temas y muchas veces sin enfocarse en soluciones estructurales centradas en los derechos humanos".  

La experta de WOLA recuerda a DW que, tanto con Trump como con Biden, el Gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador acordó con Estados Unidos una serie de acciones de contención migratoria, "que incentivaron el uso de las personas migrantes como moneda de cambio". Es decir, ante la presión de Washington, que realizó deportaciones masivas, aumentaron las detenciones de migrantes irregulares en México. 

Asimismo, "el narcotráfico está en la agenda de Harris", agrega Morales, del Instituto Baker, quien espera que una Administración demócrata pueda mostrarse dispuesta a realizar operaciones conjuntas de inteligencia y de detección de lavado de dinero para combatir al crimen organizado en ambos países.

Sheinbaum, ¿más cercana a Trump?

Si bien el discurso de Claudia Sheinbaum pareciera coincidir más con el proyecto del demócrata Joe Biden, "en la práctica, es un gobierno más estatista, nacionalista, y, en ese sentido, se identificaría más con Trump", observa el experto en relaciones internacionales.

"López Obrador", prosigue, "consideró a los demócratas como injerencistas, a Trump como su amigo": pese a que Trump usaba a México para golpearlo y apuntalar sus políticas al interior de Estados Unidos, no se metía en la política interna de México, ha sido muy indiferente a lo que sucede en el país, agrega Morales. 

El entrevistado cree que, si Claudia Sheinbaum sigue los pasos de su antecesor, López Obrador, estaría apostando a que Donald Trump se mude a la Casa Blanca.

(ms)

 

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