En el escándalo por dopaje, la patinadora rusa Kamila Valieva es solo una víctima, opina Andreas Sten-Ziemons. Si se confirman las sospechas contra ella, debe haber consecuencias para Rusia.
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Cuando en el cuerpo de una deportista de 15 años se encuentra un medicamento que, por lo general, se prescribe a pacientes de más de edad con problemas cardíacos, seguro que algo no está bien. Más aún si se trata de trimetazidina, una sustancia cuyo uso no está aprobado en varias partes del mundo. En Alemania, por ejemplo, hay un preparado que la contiene. Algunos de sus efectos secundarios más frecuentes son: somnolencia, dolor de cabeza, erupción cutánea, problemas digestivos y debilidad, pero esos son solo detalles.
Si se contempla el panorama completo, el caso de sospecha de dopaje de la patinadora rusa Kamila Valieva en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, todavía por esclarecer, es otra de las muchas cuestiones extrañas relacionadas con el dopaje y Rusia. Tras el escándalo sobre el dopaje sistemático y controlado por el Estado en los Juegos de Invierno de Sochi, las revelaciones de denunciantes como el médico Grigori Rodchenkov o la atleta Julia Stepanova, la suspensión de atletas rusos, así como el veto del Comité Olímpico Internacional (COI) a la participación olímpica de Rusia como país, que sigue vigente en Pekín, los responsables del deporte ruso aún parecen no haber aprendido nada.
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Las sanciones contra Rusia son un mal chiste
Si se confirmase realmente la sospecha de dopaje y se determinara que la deportista no es la responsable, se deben tomar medidas en consecuencia. Una suspensión olímpica concreta y total para todos los deportistas de Rusia (y sus funcionarios) podría ser sanadora, aun cuando sea dolorosa, sobre todo para las y los deportistas. Lo mejor sería, en ese caso, una prohibición que incluyera varios Juegos Olímpicos, como ha sugerido Richard Pound, exjefe de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). Porque, seamos sinceros, el actual veto olímpico a Rusia todavía no ha producido cambio alguno y es, en el fondo, apenas un mal chiste.
Si bien en las entregas de premios no se toca el himno ruso, sino una pieza de Tschaikovsky, y se iza la bandera con el logo del Comité Olímpico Ruso (ROC, por sus siglas en inglés), son los atletas de Rusia los que están en el podio. Se llevan las medallas a su patria rusa. Su ropa deportiva oficialmente "neutral" está adornada en todas partes con el "blanco-azul-rojo" de su bandera, que fue oficialmente prohibida en los Juegos Olímpicos.
Incluso el presidente ruso, Vladimir Putin, asistió a la ceremonia de apertura. De hecho, al igual que otros representantes oficiales de Rusia, él también se vio afectado por la prohibición del COI. Sin embargo, este obstáculo formal fue superado fácilmente por una invitación personal a Putin de parte del jefe de Estado de China, Xi Jinping. No es de extrañar que un veto tan blando no duela.
Injusto hacia Valieva
Lo trágico en el caso actual es que la víctima, Kamila Valieva, es una menor, de hecho, todavía casi una niña. Esta batalla se juega sobre sus frágiles hombros. Es injusto. Después de todo, ella entrenó duramente durante años para poder luchar por el oro olímpico en Pekín. Si se tiene en cuenta, además, cuán pronto han caducado las carreras de las patinadoras rusas estrella en años pasados —la mayoría de ellas llegaron muy jóvenes y demasiado rápido a la cima, y poco tiempo después ya habían desaparecido del mapa—, estos podrían ser los únicos Juegos Olímpicos de Valieva.
Ahora se le permite patinar en la competición individual de los Juegos Olímpicos en Pekín, pero está bajo una presión masiva y una observación que, seguramente, no deseaba. Al mismo tiempo, Valieva sabe que, bajo ciertas circunstancias, pronto tendrá que devolver sus medallas y, posiblemente, sea suspendida durante un tiempo. Dejando a un lado la misteriosa droga para el corazón que parece haber estado en su sangre, esta es otra de las muchas razones por las que nadie querría estar en su lugar.
Momentos memorables de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022
Los JJ.OO. son un escenario deportivo importante. Y la edición de invierno de este año ya ha ofrecido alegría, desesperación y medallas. DW seleccionó algunas de las actuaciones más destacadas.
Imagen: Li Ga/Xinhua/imago images
¡Alegría alemana!
Francesco Friedrich sube los brazos tras conseguir un doble doblete. El piloto de trineo ganó el oro en bob a dos y a cuatro en Pyeongchang 2018 y repitió en Pekín. La victoria del domingo en el bob de cuatro hombres significó que Alemania ganó todas menos una de las medallas de oro que se ofrecen en los deportes de deslizamiento. Y también que terminara segunda en el medallero, detrás de Noruega.
Imagen: Edgar Su/REUTERS
Esfuerzos en vano
El disco elude el palo del portero ruso Ivan Fedotov, mientras el capitán sueco Anton Lander iguala el marcador de la semifinal de hockey sobre hielo. Rusia ganó en la tanda de penales y llegó a la final para tratar de defender el oro que ganó en Pyeongchang en 2018. Pero fue Finlandia quien se hizo con la primera medada de oro de su historia en la especialidad en la última final de estos Juegos.
Imagen: Harry How/AP/picture alliance
Desesperación total
La patinadora artística Kamila Valieva falló en el patinaje libre, que la vio pasar de favorita para el oro a no conseguir alcanzar el podio. La rusa de 15 años había estado bajo una presión increíble tras dar positivo en una prueba de dopaje, aunque se le permitió continuar compitiendo. En lugar de consolarla después del fiasco en la prueba libre, su entrenadora le pedía explicaciones.
Imagen: David J. Phillip/AP/picture alliance
Primerísimo plano de Jon Sallinen
El esquiador de eslito libre Jon Sallinen, de Finlandia, se estrelló contra un camarógrafo durante uno de sus saltos en el medio tubo. Desafortunadamente, el accidente puso fin a las posibilidades de Sallinen de obtener una medalla. La buena noticia es que tanto el esquiador como el camarógrafo salieron ilesos.
Imagen: Francisco Seco/AP/picture alliance
Quíntuple tirabuzón
El chino Qi Guangpu completó un doblete chino en esquí aéreo de estilo libre al ganar el oro individual masculino el miércoles, dos días después de que Xu Mengtao ganara la competición femenina. Qi, el ex doble campeón mundial, dio un espectacular giro quíntuple y clavó el aterrizaje en una actuación limpia. El deportista de 31 años había rozado el podio en los últimos tres Juegos Olímpicos.
Imagen: Lars Baron/Getty Images
Deslumbrante debut
Kaillie Humphries, camino de ganar el primer oro en el bob individual el 14 de febrero. La disciplina se agregó para los Juegos Olímpicos de Beijing y es exclusiva para las atletas femeninas. La versión individual de bobsleigh se une a los eventos preexistentes de bob a dos y bob a cuatro.
Imagen: Mark Schiefelbein/AP/picture alliance
Magnifique!
El dúo francés Gabriella Papadakis y Guillaume Cizeron rompieron el récord mundial al ganar la medalla de oro de patinaje artístico el 14 de febrero. La pareja se conoce desde los 9 años, cuando la madre de Papadakis, una instructora de patinaje artístico sobre hielo, los emparejó en su club de patinaje sobre hielo. Diecisiete años después, han hecho historia en Beijing.
Imagen: Anne-Christine Poujoulat/AFP
Amor fraternal
Los hermanos noruegos Boe compartieron podio en la carrera de velocidad de biatlón de 10 km el 12 de febrero. Johannes (izq.) se llevó el oro mientras Tarjei se llevó el bronce. "Es un cuento de hadas estar en el podio con Johannes", dijo Tarjei. "Esto es muy grande para mí... hay mucha alegría, pero también alivio... compartir esto juntos como equipo es ya para el resto de nuestras vidas".
Imagen: Stanislav Krasilnikov/ITAR-TASS/imago images
Se retira una leyenda
Adiós a una leyenda: Shaun White ha sido un pionero del snowboard los últimos 20 años, desde ganar oro en los Juegos de Invierno de Turín 2006 hasta inspirar a la próxima generación de estrellas. Sus quintas y últimas Olimpíadas terminaron con pesar, ya que una caída en su última carrera el 11 de febrero le hizo perder el podio. Pero se retira con tres oros y un legado que nunca se puede empañar.
Imagen: Matthias Hangst/Getty Images
Sin peso aparente
El patinador artístico Nathan Chen tuvo una actuación tan sólida técnicamente como artísticamente impresionante en el patinaje artístico masculino el 10 de febrero. El estadounidense ejecutó movimientos de la más alta dificultad, uno tras otro, y se mantuvo casi impecable en todas las partes de su rutina, por lo que obtuvo un muy merecido oro.
Imagen: Koji Ito/Yomiuri Shimbun/AP/picture alliance
Vaya sorpresa
¡Un regreso increíble! Petra Vlhova apenas podía creer que había ganado medalla de oro. Después de su primera carrera en el slalom, la eslovaca estaba solo en el séptimo lugar y parecía haber perdido la oportunidad de ganar alguna presea. Pero con una segunda carrera impecable el 9 de febrero, superó a todos sus rivales para su total sorpresa y deleite.
"En EE. UU. soy estadounidense, en China soy china". Eileen Gu repite esta frase como mantra en casi todas las conferencias de prensa. La joven de 18 años ya es el rostro de los Juegos, y lo era incluso antes de Beijing. Nacida y criada en EE. UU., la esquiadora de estilo libre ha estado compitiendo para China por algún tiempo y ganó el oro en la competencia "big air" en Beijing el 8 de febrero.
Imagen: Walter G. Arce Sr./Zuma/imago images
Extrañando a los que ya no están
Después de su temprana salida en el slalom gigante, la favorita para ganar la medalla de oro, Mikaela Shiffrin, también fue eliminada el 8 de febrero en el slalom. En este duro momento, la mente de la estadounidense de 26 años se centró en su padre, quien murió en un trágico accidente hace dos años. "Realmente me gustaría llamarlo ahora", dijo Shiffrin entre lágrimas. "Pero él ya no está aquí".
Imagen: Robert F. Bukaty/AP/dpa/picture alliance
Cuidado en la curva
Incluso antes de que comience el luge, los atletas tiemblan un poco al pensar en la curva 13. Si te desvías de la línea ideal aquí, la caída está casi asegurada. Eso es exactamente lo que le sucedió a la favorita al oro Julia Taubitz. Después de establecer un récord en la primera carrera el 7 de febrero, se estrelló en el punto clave de la segunda, y se desvaneció la posibilidad de medalla.
Imagen: Dmitri Lovetsky/AP/picture alliance
Barriendo todo por delante
"Piu, piu, piu" (más, más, más) gritaba Stefania Constantini a su compañero Amos Mosaner una y otra vez cuando quería que barriera con más fuerza. La pareja italiana estableció el estándar en curling de dobles mixtos el 6 de febrero, ganando todos los enfrentamientos en su camino hacia el oro.
Imagen: Zhou Mi/Xinhua/imago images
Victoria de calentamiento
¿Dolor o alegría? No es fácil descifrar la emoción de Therese Johaug tras su victoria en el skiatlón. En la línea de meta, la noruega, que participó en la competencia a una temperatura de -16 grados centígrados, ciertamente sufría al principio, pero la euforia llegó poco después. La victoria del 5 de febrero fue su primer triunfo olímpico individual y el primer oro en Beijing.