La decisión de la Academia Sueca de otorgar el Premio Nobel de Literatura a Kazuo Ishiguro parece ser un intento de revalorizar la narrativa clásica. Sin embargo, Ishiguro no es un autor “tradicional”.
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Silencio en un salón lleno de periodistas. Es la antesala al anuncio del Premio Nobel de Literatura 2017. Este Nobel ya venía dando mucho que hablar desde que en 2016 los dioses del Olimpo sueco posaron su dedo sobre el cantautor estadounidense Bob Dylan. "Asombro” no es una palabra que describa del todo lo que causó esa premiación en el mundo de las letras y también fuera de él.
Este jueves, 5 de octubre de 2017, la elección de la Academia Sueca de Letras se disparó en una dirección bien distinta. Una que parecería indicar un (re)conocimiento de la capacidad narrativa de una literatura más "clásica” al premiar a un autor como Kazuo Ishiguro. Este escritor británico nació en Nagasaki en 1954 y se mudó con sus padres a Inglaterra a los seis años. Estudió piano desde los cinco hasta los doce años. Más tarde, hizo una maestría en la Universidad de East Anglia y en la Universidad de Kent.
Comenzó su carrera escribiendo guiones para televisión y relatos cortos. Más tarde, una de sus novelas más japonesas, "Pálida luz de las colinas” (1988) lo acercó al público hispanohablante. "Los restos del día” – conocida por su versión fílmica "Lo que queda del día”, dirigida por James Ivory y protagonizada por Emma Thompson y Anthony Hopkins- lo hicieron acreedor al Premio Booker (1989). En ella, el escritor explora las relaciones de poder en el seno de la sociedad inglesa tradicional del siglo pasado. No es un escritor prolífico, pero su producción, como en el caso de "Un artista en el mundo flotante” o "Nunca me abandones”, le ha valido una seguidilla de premios, entre ellos, el Whitbread Literary Award, un galardón no solo al mérito literario, sino también a obras consideradas de "lectura amena”.
Historias claras, personajes vulnerables
Las herramientas literarias de Ishiguro, sus personajes apenas esbozados y sus historias de líneas claras y simples, muy comunes en la literatura japonesa, dejan al lector la posibilidad de identificarse con la vulnerabilidad de esos antihéroes, con sus impedimentos emocionales y sus represiones, que los vuelve más cercanos por sus fracasos que por sus logros. Pero el elemento narrativo clave es su manejo del pasado, que no deja de pisarles los talones a los protagonistas. "Es un novelista brillante, explora el pasado, y en el pasado, trabaja sobre lo que hay que olvidar para sobrevivir”, dijo hoy Sara Danius, la secretaria permanente de la Academia Sueca al referirse a Ishiguro.
La memoria tiende a idealizar lo vivido, y, al mismo tiempo, a veces es necesario hacerlo, u olvidar, que es otra forma de eludir, para poder sobrevivir. Los personajes de Ishiguro buscan a menudo reconstruir un pasado, como en "El gigante enterrado”, novela de aventuras en la que un matrimonio de ancianos emprende un largo viaje para intentar rearmar el rompecabezas de su vida en pareja, en una Inglaterra sombría y medieval, con caballeros, rocinantes y dragones. "Todos los países tienen gigantes enterrados”, dijo Kazuo Ishiguro en entrevista con El País, "y pasa lo mismo en una familia o en una pareja”.
Realismo maravilloso, Kafka y Proust
Mucho se ha discutido si parte de la literatura de Ishiguro es fantástica o de ciencia ficción. Él mismo dice que no tiene idea, y que esas son "categorías artificiales”. Según la Academia Sueca, el británico es "una mezcla de Jane Austen y Kafka con una pizca de Proust". Tal vez su trabajo con figuras que parecen no ser conscientes de su destino al dejar las decisiones en manos de otros, solo pretenda colocarnos un espejo en el que mirar nuestra fragilidad, más que ofrecernos una moraleja. Y su aproximación al realismo maravilloso en varios de sus libros, con elementos sobrenaturales que luego atenúa, no sea más que un enunciado de la esperanza por la supervivencia del amor, a pesar de la tristeza de la existencia.
El factor humano, la "fuerza emocional” de la que habló hoy la Academia, es lo que parece haber determinado la decisión de otorgarle el Premio Nobel. Una decisión, una vez más, inesperada, ya que Ishiguro no figuraba en listas de apuestas como Ladbrokes o Nicer Odds. La balanza se inclinaba hacia autores con un claro activismo político por los derechos humanos, como el keniano Ngũgĩ wa Thiong'o o la canadiense Margaret Atwood, e incluso hacia un autor como el japonés Haruki Murakami, un gran éxito de ventas. Al presentar su novela "Cuando fuimos huérfanos”, en 2001, Ishiguro dijo: "La memoria es el filtro a través del que creamos la historia sobre nosotros mismos”. El reconocimiento a la obra de este novelista parece intentar reavivar el interés por una literatura que permita volver a creer en la fuerza de la narración y en el valor de la memoria individual y colectiva.
Autora: Cristina Papaleo (EL)
Nobel de Literatura: el favorito y los que no fueron
La Academia Sueca recibió este año 240 propuestas para el Premio Nobel de Literatura, de los que fueron seleccionados 195 escritores. El ganador de este año, Kazuo Ishiguro, y los favoritos desde hace tiempo, aquí.
Imagen: picture-alliance/dpa/K.Nietfeld
Kazuo Ishiguro: el trabajo con la memoria
El escritor inglés Kazuo Ishiguro fue elegido por la Academia Sueca por "sus novelas de gran fuerza emocional", según anunció este 5 de octubre Sara Danius, la secretaria permanente esa institución, quien más tarde agregó que "es un novelista brillante que trabaja sobre lo que hay que olvidar para sobrevivir". Una sorpresa agradable para muchos amantes de la buena literatura.
Imagen: Getty Images/B. A. Pruchnie
Un símbolo de multiculturalidad
Kazuo Ishiguro nació en 1954 Nagasaki, Japón, y se mudó con sus padres a Inglaterra a los seis años. Estudió en la Universidad de Kent y publicó su primera novela, "Un artista del mundo flotante", en 1986. Es autor de "Nunca me abandones" (2005), y de "Los restos del día", conocida por su versión fílmica "Lo que queda del día", protagonizada por Anthony Hopkins y Emma Thompson.
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Elaborar el pasado
Luego de haber premiado a Bob Dylan el año pasado, la Academia Sueca parece haber vuelto al reconomiento del trabajo literario al elegir a Ishiguro. Muchas de sus historias hablan de un pasado que persigue a sus personajes, que intentan sobrevivir eludiéndolo. El debate sobre la memoria, también la histórica, puede ser uno de los motivos de su premiación.
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Haruki Murakami
El autor japonés Murakami (Tokio, 1949), también figura desde hace tiempo entre los primeros. Su obra se caracteriza por los giros inesperados, la mezcla de lo onírico y lo real y el humor, a veces ácido. Ha vendido millones de libros y fue traducido a 50 idiomas. Hasta el momento hay dos escritores de Japón que han recibido el premio: Yasunari Kawabata, en 1968 y Kenzaburo Oe, en 1994.
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Margaret Atwood
Este año fue la única mujer situada entre los diez primeros candidatos en listas de apuestas como Ladbrokes. Margaret Atwood nació en Ottawa, Canadá en 1939. Es una prolífica poeta, novelista y activista en derechos humanos. La adaptación a la TV de su novela distópica "El cuento de la criada" (1985) puso el foco sobre su obra y le dio gran popularidad.
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Ngũgĩ wa Thiong'o
Este escritor keniano es uno de los favoritos al Nobel. Nació en 1938, fue preso político y vivió 20 años en el exilio entre Londres y California. Actualmente escribe en kikuyu, su idioma natal. Su obra refleja su lucha por la concientización acerca de los horrores de la esclavitud y la colonización. En español se pueden encontrar: "El brujo del cuervo" y el ensayo "Descolonizar la mente".
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Yan Lianke
Es un escritor "incómodo" para el régimen chino, y sin embargo ha sido muy premiado dentro y fuera de su país. A pesar de la censura, sigue enseñando en la Universidad de Beijing. Su obra "Los cuatro libros", editado en español en 2016, sitúa al lector en la China de 1950, con el trasfondo del confinamiento de miles de personas en "campos de reeducación por el trabajo".
Imagen: DW/Man Deng
Amos Oz
Amos Oz es uno de los intelectuales más importantes de la historia de Israel. La experiencia de vida de este escritor y periodista israelí lo hizo defender una solución pacífica para el conflicto con Palestina. Nació en Jerusalén en 1939 y ganó más de 40 premio, incluido el Príncipe de Asturias, en 2007. Su libro autobiográfico "Una historia de amor y oscuridad" obtuvo el Premio Goethe en 2005.
Imagen: Imago/Star-Media
Ali Ahmad Said Esber
Es otro gran favorito al galardón de la Academia Sueca. El poeta sirio Ali Ahmad Said Esber, alias Adonis, nacido en Al Assabin, en 1930, publicó unos 20 libros de poesía y ensayo y se lo considera el fundador de la poesía árabe moderna. Su gran obra es "Árbol de oriente".
Imagen: picture alliance/dpa/Effigie/Leemage
Ko Un
Nacido en 1933, este poeta surcoreano es uno de los principales candidatos al Nobel de Literatura desde hace tiempo. La Guerra de Corea, en la que perdió a su familia, lo afectó física y emocionalmente. Se recluyó en un monasterio budista durante diez años, y después comenzó a militar, en los años 70, por la apertura democrática de su país.
Imagen: picture-alliance/attaro/Vision/Infophoto
Javier Marías
Nacido en Madrid en 1951, es autor de títulos como "Corazón tan blanco", donde mezcla la novela y el ensayo, "Los enamoramientos" (2011), y "Berta Isla" (2017). Podría haber sido el candidato de la literatura hispana, a siete años de Mario Vargas Llosa. Este año estuvo por primera vez entre los diez primeros de la lista de apuestas.
Imagen: picture-alliance/dpa/Jens Kalaene
Claudio Magris
Este autor italiano (Trieste, 1939) es además traductor y germanista. Sus narraciones de corte humanista muestran la diversidad europea "en una apuesta al diálogo de las culturas", según el jurado que le otorgó el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2004. "Utopía y desencanto. Historias, esperanzas e ilusiones de la modernidad" (1999) es uno de sus ensayos más conocidos.
Imagen: Getty Images/AFP/H. Guerrero
Ismaíl Kadaré
Es un famoso escritor albanés, galardonado con el Premio Booker y el Príncipe de Asturias de las Letras. Nació en Gjirokastra en 1936. Vivió la II Guerra Mundial y esta es parte de su narrativa. Obras como "El Palacio de los sueños" y "Réquiem por Linda B" lo ubican entre los escritores europeos más importantes del siglo XX. "Bajo el miedo no se puede crear nada", dijo a El País.
Imagen: DW
César Aira
El escritor César Aira es el único argentino en la lista de apuestas. Nació en Coronel Pringles, provincia de Buenos Aires, en 1949, y es un renovador de la literatura por su técnica y la profusión de sus temas. Escribió ya 99 libros. Su primera novela, "Ema, la cautiva", causó furor. "La literatura es un juego irresponsable que preserva la infancia", dice.