Fujimori sería presidenta del Perú, tras segunda vuelta
10 de marzo de 2016
Las preferencias por Keiko Fujimori subieron a 37% y las de Pedro Pablo Kucyznski a 14% en encuesta de intención de voto, de la que se excluyó a Guzmán y Acuña, apartados por la JNE de los comicios del 10 de abril.
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Según el sondeo de Pulso Perú, difundido por el diario Gestión, Fujimori crece en el sector económico más bajo (48,9 %), así como en el oriente (52%) y norte del país (45,6%), en un escenario en elque ya no figuran Guzmán, que era segundo en las encuestas, ni Acuña.
Por su parte, Kuczysnki creció en el sector económico más acaudalado (32,5%) y en el centro del Perú (13%), con lo cual se posiciona del segundo lugar. No obstante, cerca de él figura el candidato de Acción Popular, Alfredo Barnechea, con 9 %, que tiene un electorado similar al de Kuczynski, y la postulante del izquierdista Frente Amplio, Verónika Mendoza, con 8 % que tiene un mayor arraigo en Lima.
Hija de Fujimori, sería la ganadora, en segunda vuelta
En una probable segunda vuelta, Keiko Fujimori vence a todos sus rivales: por 46% a Kuczynski, por 49% a Barnechea, por 50% a Mendoza y García. En tanto, el expresidente Alan García (1985-1990, 2006-2011) obtiene el 7% de intención de voto en la nueva encuesta, solo un punto más tras la salida de Guzmán y Acuña.
Un 74% opinó que el Jurado Nacional de Elecciones debía exigir a los partidos cumplir con las reglas de juego en estos comicios, a raíz de las tachas, impugnaciones y exclusión declaradas procedentes contra Guzmán y Acuña. La encuesta se aplicó a una muestra de 1.200 personas a nivel nacional, entre el 4 y 7 de marzo, con un nivel de confianza de 95% y un margen de error de 2,8%.
JOV (efe, dpa)
Indígenas amazónicos amenazados por la exploración petrolífera
La petrolera colombo-canadiense Pacific Rubiales explora tierras habitadas por los matsés y sus vecinos "no contactados" en Perú y Brasil. El proyecto amenaza la vida indígena, denuncia Survival International.
Imagen: Christopher Pillitz
El "pueblo del jaguar"
Cerca de 2.500 indígenas matsés (llamados “mayorunas” en Brasil) viven en la ribera del río Yaquerana, en la frontera entre Brasil y Perú. Junto con el pueblo indígena matis –al que los une un cercano parentesco, así como el modo en que decoran sus rostros evocando los bigotes y dientes de un gran felino– se les conoce como “el pueblo del jaguar”.
Imagen: Christopher Pillitz
Sin fronteras, con vecinos ''aislados''
Para los matsés, la frontera peruano-brasileña no existe: sus arroyos, planicies aluviales y selvas de arena blanca conforman un solo territorio ancestral. En él viven también pueblos indígenas en situación de “aislamiento voluntario”, tanto en Perú como Brasil.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Cazadores y recolectores
Son expertos en el uso de arcos y flechas para la caza de monos araña, pecaríes o puercos almizcleros de hocico blanco, tapires, monos lanudos y armadillos. Decoran las varillas de sus flechas de caña con hilo de algodón y un tipo de hierba dorada. En la estación seca, recolectan huevos de tortugas fluviales.
Imagen: Christopher Pillitz
''No comemos alimentos de la fábrica''
Los matsés cultivan además una amplia variedad de vegetales en sus huertos, entre ellos, alimentos esenciales en su dieta como plátanos y yuca. “No comemos alimentos de la fábrica (…), por eso necesitamos espacio para cultivar nuestra propia comida”, explica Antonina Duni, una mujer matsés, a los visitantes de Survival International.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Elíxir... de plátano
Las mujeres matsés se encargan de preparar el chapo, una bebida dulce de plátano. La fruta madura siempre está hirviendo en el hogar de los matsés. Luego, su masa se exprime a través de un colador hecho con hojas de palma. La bebida resultante se sirve caliente, junto al fuego. Muchos la beben mientras se mecen sobre una hamaca.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Pescadores precavidos
Para proteger sus tierras, evitan agotar el suelo y las poblaciones de animales y peces alternando los lugares donde cazan y pescan.
Imagen: Alison Wright
Fuerza de rana
Para provocar un sentimiento de claridad, visión y fuerza que puede durar varios días, los matsés se aplican veneno de rana antes de sus partidas de caza. Recogen el fluido de una rana verde conocida como "acate" frotando la piel del animal con un palo y se lo aplican luego a sí mismos en pequeños agujeros quemados en la piel.
Imagen: James Vybiral/Survival International
Energía de tabaco
Los hombres matsés soplan también tabaco, o polvo de “nënë”, por la nariz de otros hombres para darles mayor fuerza y energía.
Imagen: James Vybiral/Survival International
Contacto y enfrentamiento
Los matsés fueron contactados por primera vez en 1969 por un grupo misionero estadounidense, que llegó a la región tras enfrentamientos violentos entre los indígenas y colonos locales que pretendían construir una carretera a través de este territorio. Desde el primer contacto, muchos matsés han muerto por enfermedades como malaria, tuberculosis, desnutrición y hepatitis.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Amenaza para la supervivencia
Desde 2012, la petrolera canadiense Pacific Rubiales explora tierras habitadas por los matsés y sus vecinos no contactados. La construcción de cientos de líneas sísmicas y la excavación de pozos a través de 700 kilómetros cuadrados de selva amenazará las cabeceras de tres ríos esenciales para la supervivencia de los matsés y sus vecinos, denuncia la organización Survival International.