Kerry asegura que EE.UU. no planea invadir Siria
3 de septiembre de 2013 En una maratónica sesión en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, el secretario de Estado, John Kerry, desplegó su mejor artillería argumentativa intentando convencer a los parlamentarios de la necesidad de lanzar un ataque contra Damasco, a cuyo régimen se acusa de haber empleado armas químicas en un ataque contra los rebeldes lanzado en agosto, donde habrían muerto más de 1.400 personas.
Kerry aclaró que la intención del presidente Barack Obama no es enviar tropas estadounidenses a territorio sirio, sino más bien lanzar un ataque a distancia que aminore la capacidad de acción de Al Assad. Se habló en reiteradas ocasiones del concepto “no habrá botas militares sobre el terreno”. “Cerremos esa puerta ahora, no habrá tropas en el terreno para fines de combate”, reiteró Kerry ante una consulta del senador Bob Corker.
Kerry afirmó además que el uso de la fuerza, pese a ser limitado y con el objetivo de mermar la capacidad de reacción del régimen sirio, de todas maneras también impactará con el tiempo en las capacidades militares del Gobierno. El secretario de Estado añadió que Estados Unidos no quiere derrocar al régimen de Al Assad, sino no dejar impune un crimen como es el uso de armas químicas.
Horas antes, dos importantes representantes republicanos, John Boehner y Eric Cantor, manifestaron su intención de apoyar un ataque limitado sobre Siria. “Solamente EE.UU. tiene la capacidad de detener a Assad y de prevenir a otros alrededor del mundo de que este tipo de comportamiento no será tolerado. Creo que mis colegas deberían apoyar este llamado a la acción”, dijo Boehner.
ONU duda de legalidad de plan de EE.UU.
Pese a esa aparente seguridad en que la operación no supondrá la utilización de tropas sobre el terreno, Kerry señaló ante los senadores que no quería “dejar fuera ninguna opción de la que pudiera llegar a disponer o no el presidente de Estados Unidos para que nuestro país fuese seguro”, y puso como ejemplo el caso de que las armas químicas cayeran en manos de grupos terroristas. Aclaró, además, que no se estaba pidiendo ir a una guerra.
Por su parte, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, aseguró que una eventual intervención militar en Siria cuenta con fuerte respaldo en la zona, y mencionó que Francia, Turquía, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos están dispuestos a apoyar a Estados Unidos en la misión. Hagel añadió que las fuerzas estadounidenses están listas para actuar apenas el presidente Obama dé la orden.
“Un rechazo a la idea de actuar minaría la credibilidad de Estados Unidos en torno a otros compromisos relacionados con la seguridad, incluyendo el compromiso del presidente de prevenir que Irán acceda a un arma nuclear. La palabra de Estados Unidos debe significar algo”, agregó Hagel.
Mientras, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que el uso de la fuerza sólo es legal cuando se utiliza en defensa propia o con la autorización del Consejo de Seguridad, lo que podría interpretarse como un cuestionamiento de la legalidad de los planes de Estados Unidos de atacar Siria sin el apoyo del organismo. Asimismo, Ban sostuvo que si los inspectores de la ONU confirman el uso de armas químicas, el Consejo de Seguridad deberá superar sus diferencias.
“Si se confirmara, cualquier uso de armas químicas por cualquiera bajo cualquier circunstancia será una violación grave de la ley internacional y un crimen de guerra intolerable”, declaró a periodistas. “Cualquier perpetrador debe ser llevado ante la justicia. No debe haber impunidad”, agregó.
DZC (AP, dpa, Reuters)