El Bundestag conmemoró el 70 aniversario de la fundación del Estado de Israel, en tiempos de creciente antisemitismo. Algunos parlamentarios llevaban kipás. Otros tematizaron la política de refugiados, también esta vez.
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La tensión era perceptible en el Parlamento alemán. Durante una hora, los parlamentarios hablaron sobre el septuagésimo aniversario del Estado de Israel. Durante mucho tiempo estuvo claro en debates similares el punto de consenso: defender la existencia de Israel es uno de los pilares fundamentales de la política exterior alemana tras la barbarie de la época nazi, y no debe tener cabida un nuevo antisemitismo. Andrea Nahles, la nueva jefa del partido socialdemócrata (SPD), lo formuló así: "Para los alemanes, para quienes pertenecen a la segunda o tercera generación posterior a la guerra, rige: no tenemos culpa, pero sí responsabilidad. Y esta responsabilidad no tiene punto final”. Hasta hace cinco años podría haber dicho esto mismo, y todo el Parlamento habría aplaudido.
Ahora, sin embargo, no hubo aplausos de la bancada populista de derecha de la AfD (Alternativa para Alemania). Su jefe, Alexander Gauland, comenzó con una apreciación compartida por los demás partidos: "Ese Estado surgió de una ruptura civilizatoria que estará para siempre vinculada al nombre de Alemania: la Shoa”. Pero la AfD no sería la AfD si no hubiera aprovechado la oportunidad para ligar también este tema a su principal materia de crítica: la política de refugiados de la canciller Angela Merkel. "Quien quema una estrella de David y ataca a quienes llevan kipá, abusa de la hospitalidad de este país y pierde sus derechos de huésped”, dijo Gauland, agregando que "el antisemitismo no puede convertirse en el daño colateral de una errada política de refugiados y de inmigración”. Su mensaje es claro: los antisemitas son los inmigrantes.
Antisemitismo en la AfD
Los expertos saben, sin embargo, desde hace años, que también sin inmigrantes subsiste por décadas por lo menos un antisemitismo latente. La jefa de la bancada de Los Verdes, Katrin Göring-Eckard, replicó a Gauland: "No podemos tomar en serio lo que ha dicho aquí sobre el derecho a la existencia de Israel”. En efecto, políticos de la AfD como Björn Höcke, se han referido al monumento del Holocausto en Berlín llamándolo "monumento de la deshonra”. Y líderes del partido, como Gauland, no interfieren.
Pero lo cierto es que la quema de banderas israelíes y los ataques contra judíos en Alemania, contra aquellos que llevan kipás, afligen a la mayoría de los parlamentarios. En las filas de la Unión Cristianodemócrata y Cristiano Social, por ejemplo, varios llevan en este día una kipá. Muchos de ellos tomaron parte en la víspera en una manifestación de protesta por los ataques recientes. También el jefe de la bancada de la CDU, Volker Kauder, quien señaló: "Fue impresionante la cantidad de gente que asistió, pero habríamos deseado que hubieran sido aún más. Y, sobre todo, habríamos deseado que nosotros hubiéramos hecho el evento y que no hubiera sido necesario que la comunidad judía tuviera que convocarlo”.
Solidaridad y críticas a Israel
Muchos parlamentarios hablaron de la vergüenza que sienten cuando entidades judías, como jardines infantiles, escuelas, recintos comunitarios y sinagogas, requieren protección policial en el país.
En cuanto a Israel, la mayoría de los oradores subrayó que Alemania seguirá firmemente de su lado. Andrea Nahles habló de "una historia de éxito, un país próspero, la única democracia del Cercano Oriente que tiene un clase emprendedora con mucha vitalidad”. Pero la jefa del SPD considera que está permitido criticar la política israelí de asentamientos y que la "solución de dos Estados” es una utopía lejana. También eso es parte del balance en el septuagésimo aniversario del Estado de Israel.
Sinagogas en Alemania
En 1933 había cerca de 2.800 templos judíos en Alemania. Hoy quedan solo 130 sinagogas y capillas que hablan de la historia, pero también de la cultura judía actual en territorio germano.
Imagen: dapd
Vieja sinagoga de Erfurt
Es considerada una de las sinagogas más antiguas de toda Europa. La suerte permitió que el templo, construido cerca de año 1100, sobreviviera la agitada Edad Media y las numerosas persecuciones a la comunidad judía. Fue usada como almacén y sala de baile. Solo en la última década del siglo pasado fue reconocido su origen. En 2009 reabrió sus puertas en calidad de museo.
Imagen: picture-alliance/dpa
El cementerio de Worms
Los primeros asentamientos judíos en Alemania tuvieron su sede en la ruta Norte-Sur de Reania, entre Speyer, Maguncia y Worms. En el patio de la sinagoga de Worms se ubica uno de los cementerios judíos más antiguos de Europa. Algunas de las lápidas datan del siglo XI.
Imagen: DW/Maksim Nelioubin
Plaza parroquial de Ratisbona
La primera comunidad judía de Baviera se ubicó en Ratisbona. En la Edad Media, era una de las más importantes de Europa. Esta obra en cemento blanco recuerda a la primera sinagoga, cuyos planos reproduce. El templo fue destruido en 1519. En 1995 fueron descubiertos restos muy antiguos y se hizo construir un centro de información bajo la superficie.
Imagen: picture-alliance/dpa
Sinagoga de Bayreuth
La sinagoga de Bayreuth tiene una historia muy distinta. El recinto funcionó desde 1715 como una sala de ópera. Posteriormente, la comunidad judía lo mandó adaptar para convertirlo en sinagoga. Es el único templo judío en estilo barroco en Alemania que funciona aún como sede religiosa.
Imagen: picture-alliance/dpa
Sinagoga de Celle
En esta parte de lo que hoy es la Baja Sajonia, la comunidad judía recibió apenas en 1737 los primeros permisos para construir sinagogas. De ese tiempo data la edificación, de exterior aparentemente austero. Los interiores fueron construidos en estilo barroco tardío. Como muchas otras sinagogas, la de Celle fue destruida en 1938. Dese 1974 sirve de nuevo como templo de la fe judía.
Imagen: CC0 1.0
Sinagoga de Fráncort del Meno
El inicio del siglo XX trajo consigo una ola liberal dentro de la comunidad judía de Alemania, De esa época data esta edificación en estilo egipcio-asirio. Ni los pogromos ni la Segunda guerra Mundial pudieron destruirla por completo. Hasta la fecha, sirve como símbolo de una época dorada en la vida de la comunidad judía en Alemania.
Imagen: CC BY-SA 3.0
Vieja sinagoga de Essen
La vieja sinagoga de Essen fue construida entre 1911 y 1913. Era una de las edificaciones judías más relevantes de Alemania. En 1938 fue severamente dañada por los nazis. Luego de la guerra sirvió como Casa del Diseño Industrial y, luego, como monumento y centro de documentación. Hoy es la Casa de la Cultura Judía.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nueva sinagoga de Dresde
En muchas ciudades alemanas, las sinagogas fueron destruidas por completo en 1938. Eso mismo sucedió en Dresde, cerca del famoso Semperbau. En 2001 se construyó un nuevo templo judío, en el sitio original de la antigua sinagoga. El cubo ligeramente inclinado garantiza la orientación del templo hacia Jerusalén, según los preceptos de la Torá.
Imagen: picture-alliance/dpa
Sinagoga principal de Múnich
En Múnich se escribió también un nuevo capítulo en la historia germano-judaica. En 2006 fue inaugurada la sede de la comunidad, con su nueva sinagoga Ohel Jakob, así como el Nuevo Museo Judío, financiado por la propia ciudad. La comunidad judía de Múnich está compuesta por 9.000 personas y es una de las más grandes de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa
Sinagoga principal de Berlín
Con 10.000 miembros, la comunidad judía de Berlín es de nuevo la más grande de Alemania. Su templo principal se ubica en la calle Rykestraße, un edificio de ladrillo en estilo neo-románico construido entre 1903 y 1904. Cuenta con lugar para 2.000 personas y es, junto con la Gran Sinagoga de Budapest, la más grande de su tipo en Europa.