A la hora de evaluar el legado político de Néstor Kirchner, y más allá de los aspectos polémicos de su trayectoria, resalta su esfuerzo por acabar con la impunidad de los crímenes cometidos durante la época de la dictadura militar. Al respecto, Deutsche Welle conversó con el abogado alemán Wolfgang Kaleck, secretario general del European Center for Constitutional en Human Rights y autor del libro Lucha contra la impunidad: militares argentinos ante la Justicia.

¿Pasará Kirchner a la historia por la defensa de los DDHH?

“Ningún jefe de gobierno se libra por completo de las críticas en materia de derechos humanos, y eso vale también para el ex presidente Kirchner, en lo que respecta a la situación actual en Argentina. Lo que pasará a la historia fue la forma en que abordó el pasado dictatorial de su país. Por lo pronto, desde el inicio de su presidencia en 2003, sentó precedentes importantes, por ejemplo al invitar a las Madres de la Plaza de Mayo al Palacio Presidencial. Y luego, junto con el aparato de Justicia y con el Parlamento, veló porque se derogaran las leyes de la impunidad, lo que fue confirmado luego por la Corte Suprema. A partir de entonces fue la política del gobierno velar por encarar ampliamente el pasado dictatorial entre 1976 y 1983.

¿Qué influencia tuvo eso en los restantes países de América Latina?

Todavía estamos esperando... Argentina es en cierta medida un modelo para toda Latinoamérica; quizá habría que mencionar también a Chile; a fin de cuentas, después de la detención de Pinochet, hubo allí algunos procesos judiciales, también algunos torturadores fueron encarcelados. En cierto modo se registraron algunos procesos paralelos en Argentina y Chile, en ambos casos también tuvieron un papel importante los procesos en Europa. Igualmente hay que citar a Perú, donde el ex presidente Fujimori y su jefe de inteligencia están en la cárcel por atropellos a los derechos humanos. Pero Argentina puede considerarse como precursor. Y, como señalaba, estamos esperando aún que otros países como Uruguay, Paraguay, Brasil y Colombia sigan esa huella.

¿Cómo calificaría la situación actual de derechos humanos en Argentina?

Como siempre, cuando uno observa con mayor detenimiento un país, hay luces y sombras. Las sombras en este caso son la persistente violencia policial, sobre todo en los barrios pobres, la forma en que se trata allí a los jóvenes y niños. Otro tema recurrente es la forma como se actúa ante las protestas. Por otra parte, como en casi toda América Latina, las condiciones de reclusión son un problema y en ocasiones también la tortura. Naturalmente también hay que tener en cuenta los derechos humanos sociales, como el acceso al agua, a viviendas dignas, etc. Eso también constituye un gran problema en Argentina. No obstante, hay que decir que ambos gobiernos Kirchner han trabajado en eso. Pero hay también muchas críticas que hacer.

¿Continuará Argentina por la senda de Kirchner?

Nosotros creemos que entretanto la Justicia ha asumido la posta. La Justicia, que durante años estuvo supeditada a la política, en parte corrupta, jalonada de elementos afines a los militares y a la dictadura, se emancipó. Los procesos han adquirido una dinámica propia,- eso es lo que esperamos- de manera que ya no es tan decisivo qué gobierno esté en el poder. Esa es nuestra tesis y nuestra esperanza.

Autora: Emilia Rojas

Editora: Cristina Papaleo