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Klee: el amor, pero sin kitsch

Cristina Papaleo25 de julio de 2012

Las canciones de la banda alemana Klee conquistan a un público ávido de reflejarse en temas sobre el amor y la libertad, desde un pop liviano y letras directas y poéticas que no caen en absoluto en el kitsch.

Imagen: picture-alliance/ZB


“¿Quieres quedarte conmigo? ¿Desde el comienzo hasta el final? ¿Quieres ser mi hogar hasta que caiga el telón para los dos?” “Ámame, vida, no voy a renunciar. Tengo un sueño que no puedo soñar sola”. Textos directos, y poéticos que evocan sentimientos y ayudan a encontrar luz en la oscuridad: esa parece ser la fórmula del éxito de la banda alemana Klee.

Con la voz cantante de Suzie Kerstgens, este grupo musical de Colonia comenzó su viaje en 1997 bajo el nombre de Ralley, que cambió en 2002 definitivamente por el de Klee, inspirado en el nombre del pintor Paul Klee y también en su significado en alemán: trébol. El estilo de sus canciones tomó entonces más elementos del electropop, aunque también tiene rasgos de rock y de chanson. Y la suerte parece acompañarlos.

Letras directas, emociones y utopías

En 2002 se editó Erinner dich (Recuerda) en el primer álbum de la banda, Unverwundbar (Invulnerable), y la canción permaneció una semana en el puesto 94 del Top 100 alemán. En 2004 salió el compacto Jälängerjelieber (Cuánto más dure, mejor), del cual el simple 2 Fragen (Dos preguntas) comienza a emitirse con mucha frecuencia por radio y televisión. El tema Gold (Oro) fue uno de los más exitosos de Klee hasta el 2008, superado por Zwei Herzen (Dos corazones), del disco Berge Versetzen (Mover montañas), que llegó al puesto 29 de los charts.

Klee es, sin duda, un fenómeno musical que se caracteriza por sus letras directas, su música de un pop ligero, llevadero pero, al mismo tiempo, lleno de melancolía y anhelo por la vida. Las composiciones de Sten Servaes, el tecladista, parecen ser ideales para acompañar el paso de los días y, en especial, aquellos momentos en los que las emociones se convierten en una montaña rusa. Pero Klee no ofrece solo ayuda sentimental en momentos difíciles. También propone cambios, tal vez utopías, como en Stell dir vor (Imagínate), siempre con tonos suaves y palabras ligeras, pero fuerte en el contenido y en el mensaje: “Tengo un sueño: que podamos confiar los unos en los otros, en un mundo sin mentiras ni obligaciones, lleno de esperanza y de coraje para amar”. Con una visión de la vida madura, pero sin abandonar los sueños ni la esperanza, el pop de Klee atrae a un público joven y a quienes no han perdido aún el sabor de la juventud.


Klee: textos directos y románticos, pero sin nada de kitsch.Imagen: picture-alliance/dpa

Cuando el pop habla de amor

¿Por qué el amor es tan central en la música de Klee? Según Sten Servaes, “porque el amor es nuestro motor. Decidimos que es un tema central para nosotros, y no nos cansaremos de hablar sobre sus diferentes facetas, no solo las del amor en la pareja, sino también de la pasión, del amor por lo que se hace, del amor por la vida. El amor es una fuente inagotable”, explicó el compositor en una entrevista con la emisora alemana ZDF.

Y a Klee parece estar más allá del miedo a hablar de amor por caer en el kitsch. Para Suzie Kerstgens, “la expresión de los sentimientos es algo muy individual. Es una decisión muy personal. Como músico, tampoco es muy diferente si hablas de algo que te toca de cerca.” La cantante piensa que hay que ver el tema desde otra perspectiva. “Si alguien piensa que por hablar de sentimientos soy kitsch, no lo entiendo, porque desde mí lo siento como algo muy mío, muy verdadero, muy íntimo y cercano, y nada artificial o exagerado. Tratar el tema del amor en la música pop está, en realidad, muy lejos del kitsch y de sus puestas de sol de fotomontaje para afiches”. Más claro, imposible. La búsqueda de un lenguaje propio hablando de un tema tan antiguo como la humanidad no es tarea fácil, tampoco en la música pop. Pero Klee pasa la prueba a fuerza de valentía y de creer en lo que hacen.

Suzie Kerstgens, cantante de Klee.

Homenaje a la Nouvelle Vague: cool, pero con sentimientos

En su último álbum, Aus lauter Liebe (Por puro amor), de 2011, Klee incursiona en la atmósfera del cine de la Nouvelle Vague. Canciones como “Außer Atem“ (Sin aliento) aluden claramente a las obras del cine francés de comienzo de los 60, un homenaje también palpable en las fotos, tomadas en París, y en el diseño del disco, así como en las letras, llenas de nostalgia y despedidas algo dramáticas. ¿Remedio para melancólicos? No del todo. Con Wir beide (Nosotros dos), en la que Suzie Kerstgens canta a dúo con Sten Servaes, vuelven la poesía ligera y el mensaje optimista, que intenta recordar que es posible salir de la cotidianeidad y del dictado de tener que ser siempre cool si se busca la libertad de decisión y el amor más allá de los cánones impuestos.

Es evidente que Klee no es el tipo de música que hará rugir a a un público adolescente, como lo logró Tokio Hotel, pero la banda tiene todos los ingredientes para conquistar a un gran público. Es una muestra más de la diversidad del mercado discográfico alemán y posee un toque espiritual y profundo que la hace perdurable y escuchable entre tanto sonido emitido sin pensar, solo con el objetivo de marcar un récord de ventas.

Autora: Cristina Papaleo
Editor: Enrique López

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