Alemania se jugaba su honra en el partido amistoso contra EEUU en el Signal Iduna Park de Dortmund. Tras las críticas recibidas por la selección al perder por 4:1 contra Italia en Florencia, Klinsmann tenía ahora la ocasión de reafirmar su fama como entrenador nacional.

Consciente de su responsabilidad, la selección anfitriona salió a ganar desde el primer minuto del partido jugando a la ofensiva. Ya en los primeros 15 minutos, Alemania había provocado peligro en dos ocasiones. En la primera, Klose recogió la bola en la línea de fondo a pase de Ballack y retrasó para Podolski, que llegó forzado enviando la pelota fuera. La segunda ocasión fue obra de Ballack con un remate de cabeza tras recibir el centro de Friedrich.

Pese a la euforia inicial, el ánimo alemán fue decayendo en el transcurso del primer tiempo. Corriendo tras la pelota por todo el campo, sin ideas y sin ataque ofensivo, la selección anfitriona no se hacía con el juego pese a los intentos de Ballack de organizar a su escuadra. Estados Unidos seguía aguantando logrando contener a Alemania con el mínimo esfuerzo. Los anfitriones se retiraron al banquillo con su honor todavía mancillado.

Las tornas cambiaron en la segunda parte y tan solo 45 segundos le bastaron al equipo local para alentar a la afición que les acompañaba en el estadio. Schweinsteiger, recién incorporado al juego en sustitución de Podolski, disparó una falta desde la derecha a 16 metros batiendo al guardameta Keller, completamente despistado por el intento de remate de Klose en el punto de penalti.

Con un gol de ventaja, Alemania continuó jugando una segunda parte bastante mediocre sin jugadas destacables. Sin embargo, fue haciéndose poco a poco con el juego mientras EEUU daba muestras de poder levantar el marcador.

La sorpresa llegó en el minuto 73 con el primero de tres tantos sucesivos que elevaron a los de Klinsmann al podio. Friedrich colocó la pelota en el campo rival hacia Klose, que dejó con la cabeza al recién incorporado Neuville, y con un cañonazo batió de nuevo a Keller.

La pesadilla estadounidense continuaba y dos minutos más tarde, tras recibir un pase de Neuville, Klose se adelantó solo frente ala puerta rival y colocó cómodamente la pelota en las redes logrando el 3:0.

El cuarto tanto y definitivo gol de Alemania llegó en el 79 por obra de Ballack que, tras recibir un pase de Klose, remató desde centro del área con la cabeza batiendo al guardameta estadounidense.

Con el tiempo ya casi terminado, los visitantes consiguieron por fin lograr el gol de la vergüenza. Johnson recibió un largo pase de Cherundolo fuera del área frente a Kahn, que el portero intentó atajar con la cabeza chocando violentamente contra el delantero contrario. Mientras, la pelota continuaba su camino hasta entrar en la meta alemana.

Bajó la presión de tener que ganar el partido a toda costa, los hombres de Klinsmann no jugaron un fútbol espectacular, pero consiguieron mantenerse constantes hasta conseguir la victoria final. Si cabe destacar algunas espectaculares paradas de Kahn, reafirmándose como guardameta para el Mundial 2006. Con el 4:1, Alemania logró devolver a la afición las esperanzas de lograr el título que perdieron en el partido contra Italia.

Alemania: Kahn; Friedrich (Owomoyela, 82), Metzelder, Mertesacker, Lahm; Schneider (Borowski, 67), Kehl (Ernst, 83); Ballack; Asamoah (Neuville, 67), Podolski (Schweinsteiger, 46), Klose.

Estados Unidos: Keller; Cherundolo, Gibbs (Pearce, 77), Berhalter, Conrad; Mastroeni, Zavagnin, Wolff (Klein, 17), Convey, Johnson y Ching (Twelmann, 60).

Goles: 1-0, min. 46: Schweinsteiger. 2-0, min. 73: Neuville. 3-0, min. 75, Klose. 4-0, min: 79, Ballack. 4-1, min. 86: Jonson

Arbitro: Froedjfeldt (Suecia)

Tarjeta amarilla: Zavagnin.