1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Kosovo y Serbia terminan diálogos sin firmar un acuerdo

19 de marzo de 2023

El jefe de la diplomacia europea Josep Borrell anuncia un pacto “de buena fe” entre ambos países, tras las maratonianas conversaciones que buscan normalizar relaciones.

Aleksandar Vucic, presidente de Serbia y Albin Kurti, primer ministro de Kosovo.
Aleksandar Vucic, presidente de Serbia y Albin Kurti, primer ministro de Kosovo.Imagen: Darko Vojinovic/AP/picture alliance / Boris Grdanoski/AP/picture alliance

Kosovo y Serbia culminaron la noche del sábado (18.03.2023) una maratónica ronda de diálogo sin firmar un acuerdo potencialmente histórico, pese a que la Unión Europea (UE) exaltó los avances logrados hacia un entendimiento entre los dos archirrivales.

El primer ministro kosovar, Albin Kurti, y el presidente serbio, Aleksandar Vucic, se reunieron por casi 12 horas en Ocrida, Macedonia del Norte, para discutir un plan de 11 puntos presentado por la UE en febrero en Bruselas.

Pero al final no lograron alcanzar un acuerdo aceptable para ambas partes.

Tras la reunión, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, envió señales mixtas sobre las negociaciones, al indicar que se alcanzó un marco para ejecutar el plan, no así la ruta hacia la normalización de relaciones.

Borrell, que se reunió Vucic y Kurti para trazar una hoja de ruta para la aplicación del plan europeo, dijo que Kosovo y Serbia "se han comprometido plenamente a respetar todos los artículos del acuerdo y a implementarlos de buena fe".

El político comunitario intentaba negociar con sus interlocutores cómo implementar los detalles del acuerdo propuesto el pasado 27 de febrero en Bruselas por la UE.

Este pacto prevé que Belgrado y Pristina reconozcan los documentos oficiales de ambos países, de tal manera que los ciudadanos puedan viajar libremente entre uno y otro, y que Serbia no impida la entrada de Kosovo en organismos internacionales.

Negoción difícil

"Se trata de ver cómo se implementa el acuerdo, de los pasos prácticos, de quién los da y cómo. Dicen que el diablo está en los detalles, y a veces el diablo está en el calendario", dijo Borrell.

Admitió que no era una negociación fácil, señalando que "uno no se reúne doce horas para algo sencillo" y que la propuesta original de la UE había sido "más ambiciosa".

Anunció que Kosovo se había comprometido a lanzar "de inmediato" negociaciones con la UE para ceder un "nivel apropiado de gestión autónoma" a la comunidad serbia en el país.

Pero agregó que desafortunadamente no hay un acuerdo firmado ya que Kosovo "carece de flexibilidad" y Serbia "se ha negado a firmar nada por una cuestión de principios" aunque está dispuesta a implementar el acuerdo.

"Las partes no pudieron encontrar una solución mutuamente aceptable pese a lo ambiciosos que fuimos en aportar o proponer", declaró Borrell.

Serbia se ha negado a reconocer la declaración de independencia de Kosovo de 2008, con constantes brotes de inestabilidad entre Belgrado y su antigua provincia separatista.

Ataques mutuos

Tras el diálogo del sábado, los dos gobernantes admitieron que hubo avances pero rápidamente intercambiaron ataques por no alcanzar un acuerdo.

El kosovar Kurti dijo estar listo para firmar el documento, pero culpó al líder serbio por negarse a aceptar el plan por segunda vez.

"La otra parte, tal como lo hizo en la reunión anterior del 27 de febrero en Bruselas, se niega a firmar el acuerdo", declaró Kurti a periodistas.

"Ahora depende de la Unión Europea encontrar un mecanismo para que este acuerdo sea vinculante legal e internacionalmente".

El serbio Vucic sostuvo que "hemos dado un paso importante con un clima constructivo y comenzaremos a trabajar en algo. Por supuesto, no ha sido un día-D, pero fue un día bueno".

 

El documento de 11 puntos respaldado por la UE establece que ninguna parte podrá recurrir a la violencia para resolver la disputa ni impedir al otro unirse a la UE u otro organismo internacional, una demanda clave de Kosovo.

Resultaría también en un reconocimiento de facto entre las dos partes, que aceptarían los documentos de viaje, diplomas, placas de vehículo y sellos aduanales del otro.

El gobierno de Kurti espera que un acuerdo permita a Kosovo acceder a instituciones internacionales, en especial la ONU, una aspiración de larga data de Pristina.

El tema de Kosovo es una obsesión para gran parte de la población serbia, que ve ese territorio como parte de su país.

La última ronda de negociaciones se dio tras meses de diplomacia con mediación de la UE, casi 25 años después de la guerra entre insurgentes albanos étnicos y las fuerzas serbias. Una campaña de bombardeos de la OTAN puso fin al conflicto y llevó a Serbia a retirar a su personal y fuerzas de seguridad del territorio separatista.

jc (afp, efe)

 

Ir a la siguiente sección Descubra más
Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW