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Kuczynski, un año de errores y aciertos

Camilo Toledo-Leyva
27 de julio de 2017

Kuczynski cumple un año como presidente de Perú. Lava Jato, la catástrofe de El Niño Costero y la oposición fujimorista han ensombrecido su gestión. Menos tecnocracia y más política le hacen falta, según los analistas.

Peruanischer Präsident Pedro Pablo Kuczynski
Imagen: Getty Images/AFP/C. Bouroncle

La elección de Pedro Pablo Kuczynksi como presidente de Perú hace un año generó mucha expectativa entre sus compatriotas. Las encuestas realizadas durante los primeros meses de su gestión le otorgaban hasta un 63 por ciento de aprobación. Su perfil de economista experimentado con larga trayectoria en anteriores Gobiernos y en instituciones internacionales lo avalaban.

Comenzando su mandato, medidas como la ley de "muerte civil” para funcionarios públicos que hayan cometido delitos de corrupción y la simplificación de procesos burocráticos en el Estado jugaban todavía a favor de PPK, como se le conoce en su país. Sus iniciativas eran bien vistas por la mayoría de la población.

Sin embargo, los meses siguientes estuvieron marcados por el escándalo en torno al caso "Lava Jato”, que investiga el pago de sobornos de empresas brasileñas a funcionarios públicos, y por los estragos causados por el fenómeno natural de El Niño Costero, el cual dejó 143 fallecidos, alrededor de un millón de damnificados y más de 3.000 millones de dólares en pérdidas. Una situación que se ha visto reflejada en el estancamiento del crecimiento económico del país andino.

Catástrofe natural y política

"Sin tener mayor responsabilidad, Kuczynski ha tenido que enfrentar estos casos y las consecuencias se ven reflejadas en la economía: a menor inversión privada, menor inversión pública”, explica Jorge Aragón, investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), en entrevista con DW.

Incluso el propio mandatario de 78 años ha calificado de "malo” su primer año. "(Por ‘Lava Jato') tuvimos que cancelar contratos muy grandes, el Gasoducto del Sur y autopistas. Otros proyectos, como la Línea 2 del Metro, también tuvieron problemas. Si se suma lo de los desastres, el resultado es que hemos tenido un año malo: íbamos a crecer al cuatro y medio por ciento; sin embargo, estamos en tres por ciento”, señaló Kuczynski al diario local La República. Sin duda, una situación que también ha mellado en su aprobación, la cual ha caído al 36 por ciento, según la última encuesta de la consultora GFK.

"La catástrofe natural y la catástrofe política de ‘Lava Jato' han hecho visible que el Estado y los Gobiernos regionales no estuvieron preparados para enfrentar esta situación. Y esto también es responsabilidad de los Gobiernos anteriores”, señala a DW la directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín, Marianne Braig. A pesar de las críticas sobre el reducido crecimiento económico, Braig resalta que la economía peruana continúa siendo bastante buena en comparación con los países de la región.

Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori.Imagen: picture alliance/AP Photo/M. Mejia

La sombra del fujimorismo

Otro aspecto que ha influenciado fuertemente el primer año de Gobierno del partido Peruanos Por el Kambio (PPK), ha sido la constante tensión con el partido de oposición Fuerza Popular, liderado por Keiko Fujimori, con mayoría en el Parlamento. Si bien es cierto que la mayoría de las normas que ha pedido el Ejecutivo han sido otorgadas por el Congreso, los enfrentamientos han tenido un costo político para ambas partes.

En ese sentido, el politólogo del IEP señala que "el presidente ha creído que tiene una sintonía con el fujimorismo; pero, por su falta de ubicación política, Kuczynski no ha medido bien el tipo de oposición que iba a tener”. Los fujimoristas, según Aragón, han intentado trazar la cancha de juego y han querido demostrar su fortaleza en el Parlamento, por ejemplo, interpelando a ministros. Sin embargo, con esta actitud la oposición también habría visto desgastada su aprobación.  

Con el ánimo de mejorar la relación entre ambos poderes del Estado, Kuczynski ha sopesado en las últimas semanas la posibilidad de indultar por razones humanitarias al expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), encarcelado en Lima por violación a los derechos humanos y corrupción durante su Gobierno. Un hecho que, paradójicamente, no sería favorable para su hija Keiko. Según el experto Aragón, ella sería una de las personas que más sufriría políticamente con el indulto a su padre, pues le "restaría poder” dentro de su propio partido. 

Menos tecnócratas, más políticos

En vista del poco tacto político que ha demostrado PPK, sobre todo con la oposición, los analistas Braig y Aragón coinciden en que el Gabinete de Kuczynksi debería contar con más políticos que tecnócratas para darle un mejor impulso a la ansiada reforma del Estado.  

"Es necesaria una reforma en la profundización de los ministerios, con la recaudación de impuestos, en la política financiera y fiscal, en educación y salud”, señala la politóloga alemana e insiste en que es necesaria una diversificación de le economía para "no seguir dependiendo de lo que viene de afuera, como en el caso de los precios de los minerales”.

En general, el Gobierno tiene pocos logros que mostrar este año y, según el analista Aragón, se teme que tan precario desempeño se prolongue cuatro años más. Los enfrentamientos con y entre los fujimoristas en la capital han desviado la atención de los verdaderos problemas del país, como la pobreza extrema en algunas regiones y la gran desigualdad que todavía existe. Además, "no se deben olvidar los miles de conflictos locales alrededor de la minería que no aparecen mucho en la prensa local y el crecimiento del narcotráfico en la selva peruana. Hay problemas más allá de Lima”, enfatiza la politóloga Braig.

Autor: Camilo Toledo Leyva (ERC)

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