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Kwasniewski rechaza la dimisión del primer ministro polaco Marek Belka

6 de mayo de 2005

El presidente de Polonia rechazó la dimisión del primer ministro del país alegando que Polonia no puede quedar sin ejecutivo en estos momentos. La oposición alude al temor del presidente por el triunfo de la derecha.

Polens Präsident Kwasniewski und der Premierminister Belka würdigen den Papst
Poland's Prime Minister Marek Belka, left, and President Aleksander Kwasniewski attend a special Mass for the health of Pope John Paul II, in Warsaw's military church in Warsaw, Poland, Friday April 1, 2005. Poles packed many churches Friday to pray for the recovery of the Pope after the health of the nation's most famous son took a dramatic turn for the worse. (AP Photo/Alik Keplicz)Imagen: AP

A pesar de los intentos de la oposición para acortar la vida del Parlamento y de la dimisión del primer ministro, Marek Belka, para anticipar las elecciones generales, en Polonia todo seguirá como hasta ahora, incluida la crisis política. El Sejm (Cámara Baja del parlamento polaco) decidió ayer con la mayoría de los partidos de la izquierda en el poder que el Legislativo agotará su mandato y el presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, rechazó hoy la dimisión que presentó Belka, en cumplimiento con sus promesas.

Kwasniewski alegó en su decisión que en momentos en los que se decide el futuro presupuesto de la Unión Europea, de lo que depende el volumen de la ayuda que recibirá Polonia, el país no puede quedarse sin un Ejecutivo eficaz y competente como el de Belka. Esa argumentación no gustó al jefe del grupo parlamentario de la Alianza de la Izquierda Democrática, Krzysztof Janik, perteneciente al sector crítico de su partido, deseoso de lograr la anticipación de las elecciones, pues según él, "el gobierno de Belka, incluso aceptada su dimisión, seguiría funcionando hasta la constitución del próximo gabinete". No existía, pues, el peligro de que Polonia se quedase sin un equipo eficaz y competente y de ahí que haya que buscar otra explicación a la negativa de Kwasniewski de aceptar la dimisión de Belka

"Hemos presenciado una puesta en escena vergonzosa de una pieza teatral titulada aparentamos que queremos hacer lo que no queremos hacer", declaró Ludwik Dorn, líder del partido conservador Ley y Justicia, según los sondeos el segundo con mayor respaldo. Dorn parece tener razón al sospechar que, la motivación principal tanto de los diputados de la izquierda que no quisieron disolver el Parlamento, como del presidente que no quiso aceptar la dimisión del primer ministro, es el temor a que el triunfo de la derecha pueda ser abrumador y signifique un peligro para las estructuras del régimen construido desde la caída del comunismo en 1989.

La izquierda polaca se siente asustada y ese temor se ha reflejado en las decisiones que ha adoptado en los últimos dos días porque aceleraría las elecciones, el triunfo de la derecha y la posible realización del programa propone. Pero también es cierto que hay, al menos, un punto en el que el temor de Kwasniewski es compartido también por muchas personas de la derecha que se congratulan de que Polonia esté en la Unión Europea. Se trata del problema del referéndum sobre el Tratado Constitucional, consulta que la izquierda y el presidente quieren celebrar cuanto antes. "Yo mucho me temo que la derecha, en particular, su parte más enfrentada a la Unión Europea, tratará de impedir la celebración del referéndum y eso sería sumamente negativo para Polonia y más probable en caso de que las elecciones parlamentarias se hubiesen adelantado', dijo Kwasniewski.